Tanto soñé contigo que pierdes tu realidad.
¿Todavía hay tiempo para alcanzar ese cuerpo vivo y besar sobre esa boca el nacimiento de la voz que quiero?
Tanto soñé contigo que mis brazos habituados a cruzarse sobre mi pecho cuando abrazan tu sombra, quizá ya no podrían adaptarse al contorno de tu cuerpo.
Y frente a la existencia real de aquello que me obsesiona y me gobierna desde hace días y años, seguramente me transformaré en sombra
Oh balances sentimentales.
Tanto soñé contigo que seguramente ya no podré despertar.
Duermo de pie, con mi cuerpo que se ofrece a todas las apariencias de la vida y del amor y tú, la única que cuenta ahora para mí, más difícil me resultará tocar tu frente y tus labios que los primeros labios y la primera frente que encuentro.
Tanto soñé contigo, tanto caminé, hablé, me tendí al lado de tu fantasma que ya no me resta sino ser fantasma entre los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que siempre pasea alegremente por el cuadrante solar de tu vida.
Último poema
Tanto soñé contigo,/ caminé tanto, hable tanto,/ tanto amé tu sombra,/ Que ya nada me queda de ti./ Sólo me queda ser la sombra entre las sombras/ ser cien veces más sombra que la sombra/ ser la sombra que retornará y retornará siempre/ en tu vida llena de sol.
Robert Desnos
(Nacido en París, el 4 de julio de 1900, y muerto el 8 de junio de 1945 por la desnutrición y el tifus en el campo de concentración de Terezin, Checoslovaquia.
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