Oración

Oración

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Ardeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mi como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

Juan Gelman

sábado, 26 de abril de 2008

Arte poética

Arte poética

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
Juan Gelman

Quijote de cartón

David Ross
Quijote de cartón

Tirar molinos a chingadazos
Volverse unido el sueño loco de hacer la vida canción
compartir los sueños locos con mis hermanos
cantándole a la vida y cantándole a un Sol

La canción cantada con el corazón
Es la que viaja poco a poco
Dice la gente que me he de morir mas loco
Con mi escudo desgastado y mi lanza de cartón

Nunca agachados ni mucho menos empinados
A destruir molinos plásticos que no proponen ni se exponen
Que si Televisa, que si TV azteca, que si el reggeton esta de moda

A mi no me deja nada,
yo solo quiero hacer canciones con un corazón como bandera
Y con el alma en un hilo siempre para todos ustedes

La canción cantada con el corazón
Es la que viaja poco a poco
Dice la gente que me he de morir mas loco
Con mi escudo desgastado y mi lanza de cartón

silencio...


ya sé que no es poesía pero hoy me siento así.... como este silencio...

hoy leí a silvio.. dijo en una de sus últimas entrevistas que la canción es sinceridad...

mi amiguito byrongio me mandó esto... quizá sea porque soy silencio... entonces también me acuerdo de la película qué tan lejos, cuando la española se presenta ante la chica y le dice: "hola me llamo esperanza, y tú cómo os llamais?" entonces ella responde: "tristesa, me llamo tristesa".....

ANTES QUE LLAMARA

Dylan Thomas
ANTES QUE LLAMARA

Antes que llamara y la carne me abriese,
que mis líquidas manos golpearan en el vientre,
yo, que era entonces informe como el agua
que formaba el Jordán junto a mi casa
era hermano de la hija de Mnetha
y hermana del gusano que gestaba la vida.

Yo que era sordo ante la primavera y el verano,
que no sabía los nombres de la luna y el sol,
ya sentía el latido bajo la armadura de mi carne,
aunque existía sólo en forma de infusorio,
veía las plomizas estrellas, el martillo lluvioso
que mi padre balanceaba en su cúpula.


Conocía el mensaje del invierno,
los dardos del granizo y la nieve pueril
y el viento era mi hermana pretendiente;
en mí saltaba el viento, el rocío infernal;
y mis venas fluían con los climas de oriente;
antes que me engendraran supe el día y la noche.


Antes que me engendraran ya por cierto sufría;
el potro de tortura de los sueños
enroscaba mi osamenta de lirio
en una cifra viva,
la carne era cortada para cruzar los bordes
de las horcas en cruces sobre el hígado
y las zarzas de los cerebros estrujados.


Mi garganta conocía la sed antes de la estructura
de vena y piel alrededor del pozo
donde palabras y agua se entremezclan
sin pausa alguna, hasta pudrir la sangre,
mi corazón conocía el amor, mi vientre el hambre;
al gusano yo olía entre mis propias heces.

Después el tiempo envió a mi mortal criatura
a derivar o ahogarse en los océanos
habituados a la aventura de la sal
en las mareas que jamás tocan las orillas.
Yo que era rico, me hice más rico aún
sorbiendo poco a poco el vino de los días.


Nacido del espectro y la carne, no era espectro
ni hombre, sino espectro mortal.
Y luego me abatió la pluma de la muerte.
Fui mortal hasta el último suspiro prolongado
que llevó hacia mi padre
el mensaje de su agónico cristo.


Tú que te inclinas en la cruz y el altar
acuérdate de mí y apiádate de Aquel
que mi carne y mi sangre tomó por armadura
y llegó a traicionar el vientre de su madre.

Las líneas del mundo

Luis Benítez

Las líneas del mundo


Quien ve a las líneas del mundo
unir a la desdicha
con la alegría sin tiempo ni motivo,
a la ceguera del hombre con lo luminoso del hombre,
al cobarde, al justo, al tonto
(que asiste a la ceremonia del crepúsculo
asombrado, muy quieto, flotando sobre el agua),
nunca se vuelve altivo
a contemplar la guerra que incendia
el lugar donde vibra todo esto.
Ya nunca sueña.
Abre los ojos despierto, abre los ojos dormido.
El que ve a las líneas del mundo
servir de trampolín a los pájaros
y de escalera a las almas,
sabe por qué no vuelan
y se guarda de contarlo.
Otro será su interés:
él querrá trepar por ellas
disimuladamente, sin un solo comentario,
sin que nadie note la ausencia del desertor.
Feliz, ignorado por todos,
vagará por la tierra sin nombre
con su precioso secreto, ese momento en que espió:
él conoce signos que lo conocen,
hace su propia ley.
Y por fin, cuando se retira,
como un oscuro bulto con corazones de tormenta,
hacia la tierra oculta en esta misma tierra,
que guarda de toda noche el sol,
no olvida, ni por un momento,
que el tiempo está en su red.
Sabe que no hay milagros, sabe qué cosa son.


Algún día todo será plenitud.

cortázar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.



Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(Julio Cortázar. Rayuela. Capítulo 7)

canto / fernando rojas

CANTO

será que no canto porque el canto
será que dejé la voz en llanto
la vida en una muesca la noche en el tranvía

será la voz la luz del sol las muelas
la garganta de trovador perdido
la palabra que se acumula haciendo nudos

no sé si la voraz o la perfidia la mano que te aprieta
la luna con sus aguas remotas levantadas
o violentas

el contracanto viene y va las voces
guitarra a contratiempo y contra tiempo de guerra

no sé de qué se habla no me fijo
canto en silencio ahora por algún mal bendito
por alguna lechuza de la bruja del puerto de todos los olvidos

no sé confiar en el ruido
ni en el silencio hipócrita ni en el hastío

no sé dejar mis huellas si las dejo

no sé pedir permiso ni perdón ni asombro
ni beso ni caricia
ni plato ni bebida

canto despacio para perder la prisa
para dejar pasar para perderme
para verme soñado en cada sueño
para no voltear ni ver ni verte ni caminar ni cielo
ni voluntad ni amor ni carreras ni miedo

Fernando Rojas R.
enero, 2008

Cacerolas de teflón

Cacerolas de teflón

No te oí... En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los chicos, por los viejos... olvidados.

No te oí... Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.

Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay tanta gente
que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.

Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes...
Con valiente aroma de olla popular.

Cacerola de teflón, a los bazares,
o a sonar con los tambores militares...
Como tantas veces te escuché sonar.

No te oí... Cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente... asfixiado

No te oí... Puede ser que mis orejas oigan mal,
pero nunca te he sentido en la rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, por que venga para todos.

No te oí ni te oiré porque no hay modo
De juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.

Cacerola de teflón, volvé al estante...
De los muebles de las casas elegantes
Que las cocineras te van a extrañar.

Cacerola de teflón, a los bazares
O a sonar en los conciertos liberales
Como tantas veces te escuché sonar.

No te oí ... En el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán
No te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados ... de este lado.

No te oi... En la esquina de Rosario que estalló
cuando el angel de la bici se cayó...
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.

Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.

Cacerola de teflón, volvé al estante...
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.

Cacerola de teflón, a los bazares
O a llenarte de los más ricos manjares
Que en la calle no se suelen encontrar.
Cacerola de teflón andá a c...ocinar

Ignacio Copani

lo esencial / waldo leyva

Lo esencial
waldo leyva

Si pasas muy ligero
no verás cada detalle,
si marchas lento
parecerá que te detienes.
Lo esencial es ir al ritmo de la brisa
y verás,
disfrutarás,
te sentirás más pleno
y colmarás cada sentido,
y sabrás que pasaste,
que allí quedó tu huella....

VUÉLVETE VIDA

VUÉLVETE VIDA

Vuélvete paloma
Y ya en el aire
Vuélvete viento

¡se libre!

Libera tu corazón
Déjalo incendiarse
Vuélvete fuego
Déjate arder

Que la muerte ya en si
es fría
Cuando se muere
Sin libertad

Vuélvete bosque
Y ya extendido en la tierra
Vuélvete roca
Vuelca tu estampa
En alta montaña

Vuélvete río
Y ya en el cause
Fluyendo
Vuélvete vida
Para los demás

Porque el cause es
Impío vacío
Que se llena de ti

Y en su egoísmo
Te contagia de hastío

Vuélvete cascada
Y vuela por el viento
Cae sobre el fuego
Alimenta a la tierra

Deja a tu cuerpo morir
Volverse cenizas
Deja que vuelva
A su antigua forma

La tierra, el aire,
el fuego y el agua
lo bienveniran

Siémbrate en la vida
Cual semilla deja
Un jardinero

Y ya dentro en la tierra
Vuélvete vida
¡VUÉLVETE VIDA!


LEOPOLDO ZARATE ANDRADE
EL JARDINERO
18 de abril del 2008

 
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