adán y eva / jaime sabines



Adán y Eva

1
Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos. Eva, levántate. -Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció? -Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha. -Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti. Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.

2
-¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo el cielo de¡ medio- día y tus ¿Ojos empiezan a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro. Es la tierra la que crece; se hace blanda, verde, flexible. El terrón enmohecido, la costra de los vicios árboles, se desprende, regresa. ¿Lo has visto? Las plantas caminan en el tiempo, no de un lugar a otro: de una hora a otra hora. Esto puedes sentirlo cuando te extiendes sobre la tierra, boca arriba, y tu pelo penetra como un manojo de raíces, y toda tú eres un tronco caído. -Yo quiero sembrar una semilla en el río, a ver si crece un árbol flotante para treparme a jugar. En su follaje se enredarían los peces, y sería un árbol de agua que iría a todas partes sin caerse nunca.

3
La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el, aire. Las hojas y las plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan. Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido. -Eva, le dijo Adán, despacio, no nos separemos.

4
-Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden a diferentes horas? Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es tranquila y tienes el rostro desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo todo sin aflicción, sin risas. ¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado, no me dueles? Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra es siempre más grande, de algún modo. Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo empiezo a crecer como el día. Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca.
Jaime Sabines

viernes, 19 de noviembre de 2010

para hacer esta canción / alberto montoya

Debo estar agradecido por la voz que ,desde los hilos invisibles
que surcan los espacios humanos con el amor como bandera,
me ha traido estos versos,como si la primavera se anticipase
a la nieve de Enero.

No sólo nos hacemos más viejos,nos hacemos si cabe más rebeldes
aferrados a nuestros sentimientos cuando todos los principios éticos
se convierten en un mercadeo de valores de cambio.

El amor,la verdad,esa felicidad que como brasero humilde y cotidiano
nos calienta el alma,se convierte en el único tesoro por el que dar la vida.

Mientras tanto, cada aguja que enebramos,cada cielo que conquistamos,
cada beso,cada paso se convierten en notas de la canción más necesaria,
más urgente,más imprescindible.

Estos versos que siguen son tan míos como de dos buenas amigas que
un día decidieron mirarse desnudas frente a frente.



PARA HACER ESTA CANCIÓN

A Rosa
A Ellas que decidieron ser flor
en la corriente de un río

Para hacer esta canción
con la armonía de cuatro manos,
subiré por la senda de tus senos
y entre las nubes de mi cuerpo
cruzaré esta mar de distancias
para llegar hasta tus labios.

Con melodía de un tren en celo
iniciaré el recuento de las tormentas
y entre los astros del firmamento,
elegiré la luz de tu pelo
para aventar la magia de quererse
entre los agujeros negros del alma.

Como ladrón,de vagón en vagón,
violentaré todas las puertas,
como naúfrago resucitado
me arrastraré por el suelo de tu boca,
entraré en el universo de este juego
y allí con el azar de nuestro lado
nos encontraremos en la ruleta de un sueño
desde donde partir una y otra vez.

Déjame ser aceite en tu fanal,
soy Neptuno hambriento,
tu carne es mi fe y mi alimento
y entre los vaivenes del viento
seremos armonía de truenos
cabalgando sobre el abismo de los mares.

Que ya poco importa amar
de espaldas a la calle y a la ley,
con la frente puesta al pairo
de la ciencia del horizonte,
ya no son necesarias más cábalas ni cuentas
y curan antes las afrentas del porvenir.

Quiero ser ave que emigra
del invierno del mundo
al calor de tu humanidad
para dejar en el fuego del olvido
el comercio de mentiras y sexo
para derramar contigo
la savia de una verdad
que nos haga libres.

¡Ay mujer!,¿acaso amar no es
sino el hechizo de un sinuoso río,
un fantástico desvarío
que pone a la razón del revés
y nos inunda de sed
en la profundidad del deseo?.

A veces ando tan enamorado
de todo cuanto me falta,
que cuando ella llega
la alegría es una fuente
y el amor se hace presente
para que la vida cante esta canción.

Alberto Montoya Alonso
8-11 de Noviembre de 2010

memorándum / mario benedetti


Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta

Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta

Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte

Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda

Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.

declaración de principios / ezln


Es necesaria una cierta dosis de ternura para comenzar a andar con tanto en contra
para despertar con tanta noche encima.

Es necesaria una cierta dosis de ternura
para adivinar, en esta oscuridad, un pedacito de luz,
para hacer del deber y la vergüenza una orden.

Es necesaria una cierta dosis de ternura
para quitar de en medio a tanto hijo de puta
que anda por ahí.

Pero a veces no basta
con una cierta dosis de ternura
y es necesario agregar....
una cierta dosis de plomo.


a ver si acertamos / silvio rodríguez

a ver si acertamos

Somos cuatro mil uno
hace siete mensajes
Desconocidos solos
distintos semejantes

Vamos lanzando piedras
a ver si acertamos
En muchas direcciones
a ver si acertamos

Originando el cielo
a ver si acertamos
El bisonte en la roca
a ver si acertamos

Safo la misteriosa
a ver si acertamos
Adam Smith contando
a ver si acertamos

El cerco de Numancia
a ver si acertamos
Chispas colisionantes
a ver si acertamos

Los moros, los herejes
a ver si acertamos
Brujos y rosacruces
a ver si acertamos

Los espermatozoides
a ver si acertamos
Las torturas legales
a ver si acertamos

Dialécticos e impuros
a ver si acertamos
Todavía respirando
a ver si acertamos

Espíritus y cuerpos
a ver si acertamos
Noches fosforescentes
a ver si acertamos

Dios sabe si atinemos
cuando menos un verso.

Cuatro mil y uno somos.
A ver si acertamos.

 
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