LA MUJER / Juceca


Hombre enamorau de los colores, aura que dice, Nostálgico Amano.
Pa ver la salida del sol antes de que empezara a salir, se trepaba a la punta de un ucalito con brasero y mate.
A ocasiones los pájaros lo picotiaban todito porque les enllenaba los nidos de humo.
Cuando el sol dentraba a coloriar por el filo de una lomita. Nostálgico Amano solía desplomarse contra el suelo de la emoción.
Pa no tener que estarlo levantando todas las mañanas, la mujer, Hermética No, dos por tres subía y lo ataba de una rama.
Un día, de mientras Nostálgico estaba atado, mirando al sol ya pintón, ella aprovechó pa dirse con un tropero.
Como a los tres días lo desató un vecino.
Nostálgico Amano quedó como ido.
Enamorau de los colores, eso sí, pero en gris.

Una güelta, en el boliche El Resorte lo quisieron agarrar pal chorrete en la cuestión de los colores.
Taban la Duvija, el tape Olmedo, Idéntico Aveno, Odioso Lirio, el pardo Santiago y Monolítico Suave, hablando de la vida y el corazón y tomando unos vinos, cuando miran así y ven venir a Nostálgico Amano.
A los tropezones venia el hombre, como abombau y triste por el asunto de la china y por mirar florcitas v churrinches.
A lo que lo vieron venir, va el tape Olmedo y pinta en la paré una mujer sentada en una silla.
Silenciosa la pintó.
Le quedó igualita.
Después fue y le arrimo una mesa.
Dentró Nostálgico, saludó, y atracó al mostrador.
Pidió una botellita de vino y se acodó.
La Duvija fue fue le dijo:
-¿Cómo anda, don Nostálgico?
-Estrañando la mujer. Solo, uno es naides.
Por ahí el tape Olmedo tropezó con la mesa que estaba contra la paré, miró la pintura, y fuerte, pa que Nostálgico oyera, va y dice:
-Desculpe, moza.
Nostálgico mosquió pa ese lau.
Vio a la mujer de la paré contra la mesa, agarró la botella de vino, pidió otro vaso, y fue y se le sentó enfrente.
La miró un rato.
Dispués sirvió pa los dos, y dentró a prosiar bajito, como cuadra al hombre que habla de lo suyo.
Nostálgico, meta prosa, terminó el litro y pidió otro.
Le contó todita su vida.
Que era hombre de trabajo dende chico, castigau por injusticias dende siempre, que aura andaba triste y solito, cargau de ternura sin un destino, y que así no era vida porque cuando uno dentra a ver gris -le dijo-, se hace gris.
Si le habrá prosíau de lujo, que pa la madrugada se la llevó pa las casas.
El, se diba sacudiendo recuerdos. Ella, la cal de la paré.

viernes, 9 de octubre de 2009

EL SOÑADOR / JUCECA


Hombre que supo tener facilidá pa' los sueñ:os, aura que dice, Vericueto Gruño.

El, un suponer, le hacía una guiñada a una china y cuando le diba a hablar le contaba lo que había estado soñando durante el parpadeo. Cortitos sus sueñ:os porque eran de un solo ojo.
Pero le soñaba las cosas patente patente!

Una guelta soñó que diba por un campo (de él el campo, fijesé) y un derepente siente como le cae una cosa en el ala del sombrero aludo. Mira pa' arriba, y pájaro no era.
Entonces se sentó en una piedra pa' cavilar - contaba él, el Vericueto Gruño -, cuando en eso siente otra cosaque le cae en el medio justo del sombrero. Pegó un salto y echó mano a la cintura, pa' sacar, cuando le cae otra cosa, y otra, y muchas mas.
Estaba lloviendo.
Y como no tenia donde meterse pa' esperar que pasara el chaparrón, fue y se despertó de apuro.
Con todo tuvo que salir del rancho a secarse al sol.
Dormía siesta, si señor.

Así como Vericueto era prolijo pa' los sueños, su mujer, Anacleta Cuadro, era sonámbula por unanimidá.
Dormida se vestía, se pintaba la raya 'e los ojos, se acomodaba los pelos y salía de las casas. Al otro día, allá iba Vericueto Gruño a buscarla por los ranchos vecinos.
Solía hallarla en lo de Sortilegio Crudo, hombre Soltero si los hay.

Una guelta, en el boliche El Resorte, estaban la Dubija, el tape Olmedo, Intrínseco Lona y Sortilegio Crudo, tomando unos vinitos, cundo cayó Vericueto. Fue y le habló a Sortilegio.
Usté tiene que disculpar, don Sortilegio - le dijo Vericueto -, por la molestia de que la Anacleta le cae dos por tres al rancho, dormida la pobre.

Faltaba más ! - dijo Sortilegio con el vaso e' vino a medio camino - pa' eso estamos los vecinos, hombre !
Lo que no me explico bien - dijo Vericueto, picando una rodajita de mortadela -, es que de un tiempo a esta parte la Anacleta agarra siempre pa' su rancho.
Sortilegio se sonrió, le pegó un lenguetazo a la hojilla del pucho que se estaba desarmando, y le dijo:
- cualquier abombau sabe, y disculpe, que el sonámbulo tiene temporadas.

Quedó por esas.
Una noche, Vericueto estaba dormido, cuando un derepente ve a la Anacleta que se levanta, se pinta los ojos, se viste y sale de las casas. Vericueto, dispacito, la dentró a seguir hasta que la vió dentrar al rancho de Sortilegio. Por una rendija los vió que se abrazaban, y entonces le encajó una patada a la puerta, la abrió y les pegó el grito:
- sotretas ! conque el sonámbulo tiene temporadas!, no ?
Y ahí nomás peló el facón y les llevó la carga. Pero Sortilegio, sin largar a la Anacleta, le dijo manso:
- pero don Vericueto !, no ve que está soñando ?, o no sabe cómo es usté pa' los sueñ:os ? Vaya pa' las casas, y mañana, cuando se despierte, me dice si no.

Vericueto dispués contaba, a las risas, el sueño y aseguraba que los había visto patente.

Cumpleaños / Clarice Lispector


Empezó a cantar, se interrumpió y dijo:

- Estoy cantando en mi homenaje. Pero, mamá, no aproveché bien mis diez años de vida.

- Los aprovechaste muy bien.

- No, no quiero decir aprovecharlos haciendo cosas, haciendo esto o haciendo aquello. Quiero decir que no he sido alegre y suficiente. ¿Qué pasa? ¿Estas triste?

- No, ven aquí para que te bese

- ¿Viste? ¿No te dije que estabas triste? ¿Viste cuántas veces me besaste? cuando una persona besa tanto a otra es porque está triste.

¿SI LOS ENAMORADOS VIVIERAN EN LA LUNA? / Jairo Aníbal Niño


Si los enamorados vivieran en la luna
en noches de tierra llena
- cogidos de la mano-
contemplarían el océano azul de nuestro planeta
y lo verían lleno de estrellas de mar.

MIRO LA LUNA LLENA / JAIRO ANIBAL NIÑO


Miro la luna llena
y compruebo que la ausencia
tiene forma
de una brillante y triste rueda de bicicleta

CANTO A FIDEL por la Dra. Carilda Oliver Labra



.(Cuba 1957)

No voy a nombrar a Oriente
No voy a nombrar la Sierra
No voy a nombrar la guerra
...penosa luz diferente;
No voy a nombrar la frente
la frente sin un cordel,
la frente para el laurel,
la frente de plomo y uva
voy a nombrar toda Cuba
voy a nombrar a Fidel.

Ese que escribe la historia
puro como los metales,
callados y elementales
ese que cita la gloria,
ese de verde memoria,
primer muchacho del Granma
ese del libro en la cama,
ese clavel que pelea
ese a quien Cuba tutea
como a un Dios, porque lo ama.

Ese que para en la tierra
aunque la luna lo hinca,
ese de sangre que brinca
y esperanza que se aferra,
ese civil en la guerra,
ese que en valor se baña,
ese que allá en la montaña
es un tigre repetido
y donde quiera ha crecido
como si fuese de caña.

Ese Fidel insurrecto
respetado por las piñas
novio de todas las niñas
que tienen el sueño recto,
Ese Fidel-sol directo
sobre el café y las palmeras
ese Fidel con ojeras
vigilando en el Turquino
como un ciclón repentino
como un montón de banderas

Por su sangre y su vigor
por su puño que no veis,
por su amor al 26.
por todos sus malestares,
por su paso entre espinares,
de tarde y de madrugada,
por la sangre del Moncada
Y por la lagrima aquella
que habrá dejado una estrella
en su pupila guardada.

Por el botón sin coser
que le falta sobre el pecho
por su barba, por su lecho
sin sábana y sin querer
Y hasta por su amanecer
con gallos tibios de horror
yo empuño también mi honor
y le sigo a la batalla
en este verso que estalla
como granada de amor.

Gracias por ser de verdad
Gracias por hacernos hombres
Gracias por cuidar los nombres
que tiene la libertad...
Gracias por tu dignidad
Gracias por tu rifle fiel
por tu pluma y tu papel,
por tu ingle de varón.
Gracias por tu corazón
Gracias por todo, FIDEL.

Sin ti; sin vosotros / Olivier Herrera Marín


(Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

I

La luz y el viento

Consciente de lo que digo,
¡Soy! Que sé lo que escribo.
Y sé, que serán tan amados
Como temidos, mis versos,
En manos de la gente noble
Y sencilla de Latinoamérica.

Sé, que en vuestras manos:
Mis versos son y serán, al Alba,
Las lágrimas de la Media Luna;
Sobre los dátiles de la palmera
Y las espigas de trigo y de arroz,
Sobre la rosa y la flor del maíz.

Consciente soy, cómo lo soy,
De que sin ti, sin vosotros;
La LUZ que alumbra la lluvia,
El VIENTO de Latinoamérica,
Que sopla fiero y esparce
El eco lejano de mi verbo.

Que le da alas a mis versos;
Para que vuelen, y vuelen
Más alto, más y más lejos,
Para que vuelen y lleguen…
Allí donde moran las almas
De los nobles chamanes.

Allí donde no llega la garra
Afilada del buitre, ni se oye,
El graznido del cuervo,
Puñales y siervos a sueldo
De las mitras purpúreas,
De los sapos del Pentágono.

LUZ y VIENTO de mis versos;
Para que vuelen y lleguen…
Allí donde nacen los ríos,
Allí donde nacen y crecen,
Los sueños de amor y de vida
De todos los niños del Mundo.

Consciente de lo que digo,
¡Soy! Que sé lo que escribo,
Y responderé de mis versos,
Sabiendo qué ¡Soy!, Si soy,
El eco lejano de vuestra voz
Cabalgando la furia del viento.

Sabiendo qué ¡Soy! Si soy,
El eco lejano de vuestra voz
Cabalgando los relámpagos
En las noches más oscuras,
Las ondas y los truenos
En los tiempos de silencio.

Sabiendo qué ¡Soy! Si soy,
El eco lejano de vuestra voz
Cabalgando la fuerte lluvia
Y las olas del mar bravío.
Qué, el poeta es nadie, nada,
No existe ni tiene nombre.

Sin ti, sin vosotros, la luz y el viento





II

Y la luz y el viento

Y la Luz y el Viento
De Latinoamérica:
Es la voz; de Cuba,
Venezuela y Ecuador,
Bolivia y Costa Rica,
Nicaragua y Honduras,
Es la voz del Pueblo
Que estalla y cabalga;
La lluvia y las ondas,
Las olas del mar bravío.

Y la Luz y el Viento
De Latinoamérica:
Es la voz más autentica
Y profunda. Son los ríos
De magna incandescente
Que riegan y vertebran
La columna dorsal
De Latinoamérica
Desde Río Grande
A Cabo de Hornos.

Y la Luz y el Viento
De Latinoamérica:
Es la voz digna
Cálida y serena
Sensual y libre
Fuerte y firme,
De sus tierras vírgenes,
Húmedas y sedientas,
Fértiles y áridas,
Siempre, bellas y ricas.

Y la Luz y el Viento
De Latinoamérica:
Es la voz del Pueblo
Y de sus libertadores;
De Simón Bolívar,
San Martín y Zapata
De un único pueblo
Tan noble y sencillo,
Sensible y humano,
Como culto y diverso.

Y la Luz y el Viento
De Latinoamérica:
Es la voz recia del fuego
Que brota de la tierra,
Y alumbra las cumbres
Del Poás y el Turrialba
Del Arenal y el Irazú
Alumbrando la noche,
El cielo de Costa Rica.
Y el alma del Tucán.

III

¿Un poema?

¿Un poema?
Bien poco es, un poema,
Pero lo puede ser todo,
Cuando es el eco lejano
De vuestra voz;
La voz libre y solidaría,
La voz profunda
Y soberana del Pueblo.

De piel a piel / María Cristina Garay Andrade


(Desde Monte Grande, Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Donde termina mi yo es que se anima,
a expresarse libremente cuando te aproximas,
ese imán invisible que exige lo tangible
extiende mis manos y lo hace posible.

De piel a piel comienza la experiencia
deslizándose juntas en palpitante toque
convulsión de células origina el choque,
absorbiendo las vivencias hasta la inconciencia.

El yo que termina se vuelve sensible,
mi cuerpo prodigado es un huerto permisible
mirando a los ojos todo vibra en lo profundo
de piel a piel penetro entregada a tu mundo.

El calor de tu energía junto a la mía
trasmitida con pasión acelera el corazón
rozagante el amor responde con algarabía,
por sentir que así la sangre se activa con razón.

De piel a piel es el mensaje
De piel a piel el arbitraje
De tu sentir y mi sentir
de la mano por la vida convivir
la felicidad en un mismo viaje.

LOS ENEMIGOS / pablo neruda


Verso de Neruda leído durante el acto en la Plaza de Mayo, donde el 06/10/06 se reunieron centenares de miles de manifestantes pidiendo la aparición con vida del compañero Julio Lopez y juicio y castigo para todos los genocidas de la última dictadura militar.
¡ Justicia para los 30.000 desaparecidos !.



Ellos aquí trajeron los fusiles repletos
de pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.

Entonces, en el sitio
Donde cayeron asesinados,
Bajaron las banderas a empaparse de sangre
Para alzarse de nuevo frente a los asesinos.
Por estos muertos, nuestros muertos
Pido castigo.

Para los que de sangre salpicaron la patria,
Pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
Pido castigo,
Para el traidor que ascendió sobre el crimen
Pido castigo.

Para el que dio la orden de agonía,
Pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
Pido castigo.

No quiero que me den la mano
Empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.

No los quiero de embajadores,
Tampoco en su casa tranquilos,
Los quiero ver juzgados,
En esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.

amor no era sencillo / mario benedetti


Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.

 
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