Oración

Oración

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una con mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Ardeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mi como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed
quemándome.

Con esta sed quemándome.

La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.

Juan Gelman

sábado, 26 de abril de 2008

Arte poética

Arte poética

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,

como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.

A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.
Juan Gelman

Quijote de cartón

David Ross
Quijote de cartón

Tirar molinos a chingadazos
Volverse unido el sueño loco de hacer la vida canción
compartir los sueños locos con mis hermanos
cantándole a la vida y cantándole a un Sol

La canción cantada con el corazón
Es la que viaja poco a poco
Dice la gente que me he de morir mas loco
Con mi escudo desgastado y mi lanza de cartón

Nunca agachados ni mucho menos empinados
A destruir molinos plásticos que no proponen ni se exponen
Que si Televisa, que si TV azteca, que si el reggeton esta de moda

A mi no me deja nada,
yo solo quiero hacer canciones con un corazón como bandera
Y con el alma en un hilo siempre para todos ustedes

La canción cantada con el corazón
Es la que viaja poco a poco
Dice la gente que me he de morir mas loco
Con mi escudo desgastado y mi lanza de cartón

silencio...


ya sé que no es poesía pero hoy me siento así.... como este silencio...

hoy leí a silvio.. dijo en una de sus últimas entrevistas que la canción es sinceridad...

mi amiguito byrongio me mandó esto... quizá sea porque soy silencio... entonces también me acuerdo de la película qué tan lejos, cuando la española se presenta ante la chica y le dice: "hola me llamo esperanza, y tú cómo os llamais?" entonces ella responde: "tristesa, me llamo tristesa".....

ANTES QUE LLAMARA

Dylan Thomas
ANTES QUE LLAMARA

Antes que llamara y la carne me abriese,
que mis líquidas manos golpearan en el vientre,
yo, que era entonces informe como el agua
que formaba el Jordán junto a mi casa
era hermano de la hija de Mnetha
y hermana del gusano que gestaba la vida.

Yo que era sordo ante la primavera y el verano,
que no sabía los nombres de la luna y el sol,
ya sentía el latido bajo la armadura de mi carne,
aunque existía sólo en forma de infusorio,
veía las plomizas estrellas, el martillo lluvioso
que mi padre balanceaba en su cúpula.


Conocía el mensaje del invierno,
los dardos del granizo y la nieve pueril
y el viento era mi hermana pretendiente;
en mí saltaba el viento, el rocío infernal;
y mis venas fluían con los climas de oriente;
antes que me engendraran supe el día y la noche.


Antes que me engendraran ya por cierto sufría;
el potro de tortura de los sueños
enroscaba mi osamenta de lirio
en una cifra viva,
la carne era cortada para cruzar los bordes
de las horcas en cruces sobre el hígado
y las zarzas de los cerebros estrujados.


Mi garganta conocía la sed antes de la estructura
de vena y piel alrededor del pozo
donde palabras y agua se entremezclan
sin pausa alguna, hasta pudrir la sangre,
mi corazón conocía el amor, mi vientre el hambre;
al gusano yo olía entre mis propias heces.

Después el tiempo envió a mi mortal criatura
a derivar o ahogarse en los océanos
habituados a la aventura de la sal
en las mareas que jamás tocan las orillas.
Yo que era rico, me hice más rico aún
sorbiendo poco a poco el vino de los días.


Nacido del espectro y la carne, no era espectro
ni hombre, sino espectro mortal.
Y luego me abatió la pluma de la muerte.
Fui mortal hasta el último suspiro prolongado
que llevó hacia mi padre
el mensaje de su agónico cristo.


Tú que te inclinas en la cruz y el altar
acuérdate de mí y apiádate de Aquel
que mi carne y mi sangre tomó por armadura
y llegó a traicionar el vientre de su madre.

Las líneas del mundo

Luis Benítez

Las líneas del mundo


Quien ve a las líneas del mundo
unir a la desdicha
con la alegría sin tiempo ni motivo,
a la ceguera del hombre con lo luminoso del hombre,
al cobarde, al justo, al tonto
(que asiste a la ceremonia del crepúsculo
asombrado, muy quieto, flotando sobre el agua),
nunca se vuelve altivo
a contemplar la guerra que incendia
el lugar donde vibra todo esto.
Ya nunca sueña.
Abre los ojos despierto, abre los ojos dormido.
El que ve a las líneas del mundo
servir de trampolín a los pájaros
y de escalera a las almas,
sabe por qué no vuelan
y se guarda de contarlo.
Otro será su interés:
él querrá trepar por ellas
disimuladamente, sin un solo comentario,
sin que nadie note la ausencia del desertor.
Feliz, ignorado por todos,
vagará por la tierra sin nombre
con su precioso secreto, ese momento en que espió:
él conoce signos que lo conocen,
hace su propia ley.
Y por fin, cuando se retira,
como un oscuro bulto con corazones de tormenta,
hacia la tierra oculta en esta misma tierra,
que guarda de toda noche el sol,
no olvida, ni por un momento,
que el tiempo está en su red.
Sabe que no hay milagros, sabe qué cosa son.


Algún día todo será plenitud.

cortázar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.



Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

(Julio Cortázar. Rayuela. Capítulo 7)

canto / fernando rojas

CANTO

será que no canto porque el canto
será que dejé la voz en llanto
la vida en una muesca la noche en el tranvía

será la voz la luz del sol las muelas
la garganta de trovador perdido
la palabra que se acumula haciendo nudos

no sé si la voraz o la perfidia la mano que te aprieta
la luna con sus aguas remotas levantadas
o violentas

el contracanto viene y va las voces
guitarra a contratiempo y contra tiempo de guerra

no sé de qué se habla no me fijo
canto en silencio ahora por algún mal bendito
por alguna lechuza de la bruja del puerto de todos los olvidos

no sé confiar en el ruido
ni en el silencio hipócrita ni en el hastío

no sé dejar mis huellas si las dejo

no sé pedir permiso ni perdón ni asombro
ni beso ni caricia
ni plato ni bebida

canto despacio para perder la prisa
para dejar pasar para perderme
para verme soñado en cada sueño
para no voltear ni ver ni verte ni caminar ni cielo
ni voluntad ni amor ni carreras ni miedo

Fernando Rojas R.
enero, 2008

Cacerolas de teflón

Cacerolas de teflón

No te oí... En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los chicos, por los viejos... olvidados.

No te oí... Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.

Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay tanta gente
que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.

Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes...
Con valiente aroma de olla popular.

Cacerola de teflón, a los bazares,
o a sonar con los tambores militares...
Como tantas veces te escuché sonar.

No te oí... Cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre adolescente... asfixiado

No te oí... Puede ser que mis orejas oigan mal,
pero nunca te he sentido en la rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, por que venga para todos.

No te oí ni te oiré porque no hay modo
De juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.

Cacerola de teflón, volvé al estante...
De los muebles de las casas elegantes
Que las cocineras te van a extrañar.

Cacerola de teflón, a los bazares
O a sonar en los conciertos liberales
Como tantas veces te escuché sonar.

No te oí ... En el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán
No te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados ... de este lado.

No te oi... En la esquina de Rosario que estalló
cuando el angel de la bici se cayó...
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.

Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.

Cacerola de teflón, volvé al estante...
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.

Cacerola de teflón, a los bazares
O a llenarte de los más ricos manjares
Que en la calle no se suelen encontrar.
Cacerola de teflón andá a c...ocinar

Ignacio Copani

lo esencial / waldo leyva

Lo esencial
waldo leyva

Si pasas muy ligero
no verás cada detalle,
si marchas lento
parecerá que te detienes.
Lo esencial es ir al ritmo de la brisa
y verás,
disfrutarás,
te sentirás más pleno
y colmarás cada sentido,
y sabrás que pasaste,
que allí quedó tu huella....

VUÉLVETE VIDA

VUÉLVETE VIDA

Vuélvete paloma
Y ya en el aire
Vuélvete viento

¡se libre!

Libera tu corazón
Déjalo incendiarse
Vuélvete fuego
Déjate arder

Que la muerte ya en si
es fría
Cuando se muere
Sin libertad

Vuélvete bosque
Y ya extendido en la tierra
Vuélvete roca
Vuelca tu estampa
En alta montaña

Vuélvete río
Y ya en el cause
Fluyendo
Vuélvete vida
Para los demás

Porque el cause es
Impío vacío
Que se llena de ti

Y en su egoísmo
Te contagia de hastío

Vuélvete cascada
Y vuela por el viento
Cae sobre el fuego
Alimenta a la tierra

Deja a tu cuerpo morir
Volverse cenizas
Deja que vuelva
A su antigua forma

La tierra, el aire,
el fuego y el agua
lo bienveniran

Siémbrate en la vida
Cual semilla deja
Un jardinero

Y ya dentro en la tierra
Vuélvete vida
¡VUÉLVETE VIDA!


LEOPOLDO ZARATE ANDRADE
EL JARDINERO
18 de abril del 2008

Alejandra pizarnik

ya comprendo la verdad

estalla en mis deseos

y mis desdichas
en mis desencuentros
en mis desequilibrios
en mis delirios

ya comprendo la verdad

ahora
a buscar la vida

Alejandra pizarnik

jueves, 24 de abril de 2008

El suceso de Bahía de cochinos hace reflexionar a esta tremenda poetisa Uruguaya sobre la esencia del hombre y escribe su poema "Playa Girón" . Para mi saber ver estas cosas es fundamental para estar atentos " el día del armagedón no quiero estar tras la puerta.." Vilariño comprometió su poesía y su ser en una época llena de botas como las que menciona en su poema e indiganda y sufriendo escribe

Siempre habrá alguna bota sobre el sueño
efímero del hombre

una bota de fuerza y sinrazón

pronta a golpear

dispuesta a ensangrentarse.

Cada vez que los hombres se incorporan

cada vez que reclaman lo que es suyo

o que buscan ser hombres solamente

cada vez que la hora de la verdad la hora

de la justicia suenan

la bota pega rompe ensucia aplasta

deshace la esperanza la ilusión

de simple dicha humana para todos

porque tiene otros fines como Dios

como dicen los curas que su dios

tiene otros altos fines misteriosos

otros planes en que entran Hiroshima

España Argelia Hungría y todo el resto

en que entran la injusticia la opresión

el abandono el hambre el frío el miedo

la explotación la muerte

todo el horror todo el dolor del hombre.

Va cambiando de pies según el oro

Según la fuerza y el poder se mudan

Pero siempre habrá alguna

A veces más de una

Pisoteando los sueños de los hombres (Vilariño, 1997: 221).

Alejandra Pizarnik

Sólo la sed
el silencio
ningún encuentro

cuídate de mí amor mío
cuídate de la silenciosa en el desierto
de la viajera con el vaso vacío
y de la sombra de su sombra


Alejandra Pizarnik

Diusmel Machado Estrada

Caída del ángel a la gloria

Todos los ángeles caen alguna vez.

Simplemente,saltan,ignoran el puente.

Todos los ángeles caen,o del aire se sustraen

liviana,ligeramente.

Quien los conduce en el salto?

Que mano suave los guia?

Se dice que, todavía, el hombre es un ángel

falto de fe (quizá,para el vuelo, para asirse del

abismo y descubrir en si mismo la semejanza

del cielo).

Esto se dice un consuelo: ahora, no hay nada

que asombre...

Por que razones, en nombre de que lenguas

sostenidas, por su humanas caídas se quiere

juzgar al hombre?.

Comprender es un trabajo mayor,como nos

apremia el tiempo que solo premia de la gloria

con un tajo.

El mundo de arriba abajo,es una sentencia fría:

Para el hombre, la utopía del ángel es pura nube

porque todo lo que sube tiene que bajar, un día.



Diusmel Machado Estrada

Adagio de mi país

Adagio de mi país
Alfredo Zitarrosa

En mi país, que tristeza
La pobreza y el rencor
Dice mi padre que ya llegará
Desde el fondo del tiempo otro tiempo
Y me dice que el sol brillará
Sobre un pueblo que sueña
Labrando su verde solar
En mi país, que tristeza
La pobreza y el rencor.


Tu no pediste la guerra
Madre tierra, yo lo sé
Dice mi padre que un solo traidor
Puede con mil valientes
El siente que el pueblo
En su inmenso dolor
Hoy se niega a beber
En la fuente clara del honor
Tu no pediste la guerra
Madre tierra, yo lo sé.


En mi país somos duros
El futuro lo dirá
Canta mi pueblo una canción de paz
Detrás de cada puerta
Está alerta mi pueblo

Y ya nadie podrá
Silenciar su canción
Y mañana también cantará
En mi país somos duros
El futuro lo dirá


En mi país que tibieza
Cuando empieza a amanecer
Dice mi pueblo que puede leer
En su mano de obrero el destino
Y que no hay adivino ni Rey
Que le pueda marcar el camino
Que va a recorrer
En mi país que tibieza
Cuando empieza a amanecer

En mi país somos miles y miles
De lágrimas y fusiles
Un puño y un canto vibrante
Una llama encendida, un gigante
Que grita: adelante, adelante.

En mi país brillará
Yo lo sé el sol del pueblo
Arderá nuevamente
Alumbrando a mi tierra.

LETANÍA DE NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE

LETANÍA DE NUESTRO SEÑOR DON QUIJOTE
Rubén Darío
A Navarro Ledesma

Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...

¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!

¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo, a Orfeo, tienes a orfeón!

Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.

¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!

¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel! Pro nobis ora , gran señor.
(Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor)

Ruega generoso, piadoso, orgulloso,
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin pies y sin alas, sin Sancho y sin Dios.

De tantas tristezas, de dolores tantos,
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias de horribles blasfemias
de las Academias,
líbranos, señor.

De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, señor!

Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...

Ora por nosotros, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
¡qué nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!

[Madrid, abril de 1905]

En tiempos difíciles

Heberto Padilla
En tiempos difíciles


A aquel hombre le pidieron su tiempo
para que lo juntara al tiempo de la Historia.
Le pidieron las manos,
porque para una época difícil
nada hay mejor que un par de buenas manos.
Le pidieron los ojos
que alguna vez tuvieron lágrimas
para que no contemplara el lado claro
(especialmente el lado claro de la vida)
porque para el horror basta un ojo de asombro.
Le pidieron sus labios
resecos y cuarteados para afirmar,
para erigir, con cada afirmación, un sueño
(el-alto-sueño);
le pidieron las piernas,
duras y nudosas,
(sus viejas piernas andariegas)
porque en tiempos difíciles
¿algo hay mejor que un par de piernas
para la construcción o la trinchera?
Le pidieron el bosque que lo nutrió de niño,
con su árbol obediente.
Le pidieron el pecho, el corazón, los hombros.
Le dijeron
que eso era estrictamente necesario.
Le explicaron después
que toda esta donación resultaría inútil
sin entregar la lengua,
porque en tiempos difíciles
nada es tan útil para atajar el odio o la mentira.
Y finalmente le rogaron
que, por favor, echase a andar,
porque en tiempos difíciles
ésta es, sin duda, la prueba decisiva.

Aquí no hay estaciones...

Carmen Rosa Orozco
Aquí no hay estaciones...


Aquí no hay estaciones
o refinamiento de las costumbres
o té a media tarde
sólo necesidad de lo necesario
como animales adscritos a un instinto primario
sí sabemos que hacer con la tristeza
colocarla a un lado
y trabajar para obtener tan poco
arrastrando nuestros pies chancletudos mugrientos
para cobrar la paga
miserables y avergonzados ante la riqueza
No poseemos nada, Camila
somos braceros
expropiados de las tierras
de ansias de espíritu, de identidad, de sexo
follamos con las yeguas a falta de mujer
los patronos las revisan -su desmejora es indicio-
en esta zoofilia ajena hemos asentado la pobreza
nos reímos nerviosos ante la blancura y los haberes
de quienes arrecian nuestra jornada
Míranos hacinados en el hervor negro
de nuestra piel
nos miras mirando a Adrián
estrechez óptica que consume toda distancia
el color de tu Adrián
es el nuestro
víctima de las comparaciones
de la exagerada lentitud de tu delirio.
¿Adrián dónde estás dónde dónde dónde?

PARÁBOLA DE UNA CIUDAD BONITA

PARÁBOLA DE UNA CIUDAD BONITA
L. y M. Fernando Chávez

Llegaron como llegan los hambrientos
En un descuido de la inteligencia
Invadieron una ciudad bonita
Infectando de gris el arco iris

Alistaron su tropa de allegados
Repartieron los cargos y contratos
Adornaron la imagen de su líder
Un pajarraco con alitas de ángel
besitos de ángel
abrazos de ángel

No puedo ser neutral en este cuento
Tengo que adoptar un punto de vista
Con respecto a estas alucinaciones
En la ciudad de hazañas y primicias

Propongo la siguiente alternativa
Habrá que fumigar a los insectos
Con un poco de humor y de sarcasmo
Con la caricatura y la ironía

Voraces como todo troglodita
Malgastaron poemas y canciones
A golpe de amenazas y de intrigas
Falsificaron sueños y conceptos

Y así despilfarraron presupuestos
Contaminaron el agua potable
Desarticularon el pensamiento
Descuartizaron las ideologías
las utopías
las alegrías

No puedo ser neutral en este cuento
Tengo que adoptar un punto de vista
Con respecto a estas alucinaciones
En la ciudad de hazañas y primicias

Propongo la siguiente alternativa
Habrá que fumigar a los insectos
Con un poco de humor y de sarcasmo
Con la caricatura y la ironía

Con la complicidad de funcionarios
Burócratas secuaces y parientes
Con la impavidez de concejales
Con la marginación de los artistas

Devotos de adoquines reciclados
Expulsaro al sol de sus proyectos
Se proclamaron reyes del cemento
Se declararon hostiles al canto

No puedo ser neutral en este cuento
Tengo que adoptar un punto de vista
Con respecto a estas alucinaciones
En la ciudad de hazañas y primicias

Propongo la siguiente alternativa
Habrá que fumigar a los insectos
Con un poco de humor y de sarcasmo
Con la caricatura y la ironía

viernes, 11 de abril de 2008

Carlos Germán Belli gana el Pablo Neruda


Carlos Germán Belli gana el Pablo Neruda
Publicado por Julian Yanover

El pasado viernes, en la semana de homenajes a Neruda a 102 años de su natalicio, fue entregado el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2006, en el salón Montt Varas del Palacio de La Moneda en Chile.

Este importante premio recayó en el poeta peruano Carlos Germán Belli, y fue entregado por la presidente chilena Michelle Bachelet. A cargo de la decisión, estuvo el jurado formado por el ministro de Cultura José Weinstein (presidente), Juan Gelman, Pedro Lastra y Margo Glantz.

El poeta de 79 años recibirá como premio 30 mil dólares, una medalla y un diploma.

Los premios Pablo Neruda, realizados anualmente, están organizados por el Gobierno chileno y la Fundación Pablo Neruda. Esta es la tercera edición, habiendo ganado el poeta mexicano José Emilio Pachecho en 2004 y el argentino Juan Gelman en 2005.

Poema seleccionado de Carlos Germán Belli:

Villanela

Llevarte quiero dentro de mi piel,
Si bien en la lontananza aún te acecho,
Para rescatar la perdida miel.

Contemplándote como un perro fiel,
En el día te sigo trecho a trecho,
Que haberte quiero dentro de mi piel.

No más el sabor de la cruda hiel,
Y en paz quedar conmigo y ya rehecho,
Rescatando así la perdida miel.

Ni viva aurora, ni oro, ni clavel,
Y en cambio por primera vez el hecho
De llevarte yo dentro de mi piel.

Verte de lejos no es asunto cruel,
Sino el raro camino que he hecho,
Para rescatar la perdida miel.

El ojo mío nunca te es infiel,
Aún estando ya distante de tu pecho,
Que haberte quiero dentro de mi piel,
Y así rescatar la perdida miel.

El bosque de la hormiga

Enzia Verduchi



El bosque de la hormiga


I (Regreso de Lisboa)


Izela en breve desembarcará
proveniente de Lisboa.
Querrá contarme de la juntura de las aguas,
los remolinos del Tajo,
los colores del herrumbre lusitano
en barcos y ventanas,
la suavidad del idioma en el paladar.

¿Esperabas, madre, que el conejillo de Indias,
tu primogénita, heredera de mestiza sangre,
cómplice de la bitácora,
recibiera a su hermana cuando
ya no aguardas su regreso?

Y pensar que de niñas nos llevaste
de la mano de un aeropuerto a otro,
conocimos la indiferencia
de tantas salas de espera
y, perplejas, escuchamos la soltura
con la que te dirigías en lenguas extrañas.

Ahora, en la interferencia
de sentimientos y palabras,
entre globos y ramos de flores,
ensayos de bienvenida,
letreros con nombres y cofradías,
intento no delatar mi orfandad,
rabia contenida,
en esta soledad habitada por ajenos.

¿Cómo explicar que la eternidad
se quebró la tarde de un lunes?

Ahora sólo eres viento.

'Hermana, amiga mía,
la saudade se encuentra en otra península
distante de la fantasía de los fardos'.


II (Informe del patólogo)


Antes de tomar el bisturí,
antes de hacer el corte preciso
para diseccionar el corazón

-a sabiendas que la dulzura
envenenó tu sangre,
lentamente calcinó los huesos
y cegó de la vista las virtudes-,

el médico reconoce en los surcos del rostro
la madurez de la resolana en mayo,
y en las comisuras de los labios
la blasfemia sabia de la locura.


III (Letanía)


Señora de las perlas,
bailadora de pasodoble,
reina de las primaveras de invierno.
Háblame, cosmopolita, valquiria.
Que jamás los guantes de raso
pierdan la forma de tus dedos;
con la orla de tus vestidos de seda,
acaricia el despunte de mis sueños.
Alquimista de la sal y las especias,
anfitriona de justos y pecadores,
conversadora imprudente y diplomática,
con tu rosario de cristal vela mi insomnio.
Temple de Lexotan, Dama del Prozac,
fiel seguidora de pastas por colores
en cajita de plata, por favor, escúchame.


IV (El que se fue a la villa, perdió su silla)


Los convocados a la mesa
ya no podremos lavarnos las manos:
lo que fuiste, lo que eres,
tus cenizas entre los puños.

Mis hermanas dicen
que hurgas su aliento cada noche,
transgredes el reflejo, mueves
la roca que separa la memoria.

Benditas, iluminadas
en la travesía del adiós,
hallan en la ausencia
las rutas de tu geografía.

Pero la mesa está servida:
hay que retirar una silla, tan sólo.


V (Sábado de Carnaval)


Te veo cortando rosas
en medio del incendio,
ofrecer los tallos sin espina
en las fiestas de la carne.

El malecón se enciende
en una diáspora de lentejuelas
y la tarde consume el barullo.
Te escucho tocar la cornamusa.

¿Eres la niña en el balcón cercada
por la fragilidad de las burbujas?
¿Eres la castálida anunciando
la abstención de la cuaresma?

Cómo devolverte, muchacha,
si la córnea no adivina el instante
cuando el mar se evapora, sin vaciarse.


VI (Ne me quitte pas)


He visto en el orgullo de la estirpe
todas tus edades.

Y me encuentro hablándole a mi padre
de las bondades de respirar,
lo reto a tomar el paisaje con el puño,
a echarle el ojo a las muchachas
que se pasean -como tú lo hiciste
alguna vez- en esos parques.

Estás muerta, bien muerta,
nos aseguramos de convertirte en polvo,
te devolvimos a la humedad de la tierra.
Voy a morderme la lengua,
sin zaherir ni ofrecer pena con palabra ociosa.
¿Cuánta silencio se necesita encima
para no dar pie a la tristeza, cuántas
paladas aguantarás para acallarte?

Segregación No 1

Carlos German Belli





Segregación No 1


(a
modo de un pintor primitivo culto)


Yo, mamá, mis dos hermanos
y
muchos peruanitos
abrimos un hueco hondo, hondo,
donde nos guarecemos,
porque arriba todo tiene dueño,
todo está cerrado con llave,
sellado
firmemente,
porque arriba todo tiene reserva:
la sombra del árbol, las
flores,
los frutos, el techo, las ruedas,
el agua, los lápices,
y
optamos por hundirnos
en el fondo de la tierra,
más abajo que nunca,
lejos, muy lejos de los dueños,
entre las patas de os animalitos,
porque arriba
hay algunos que manejan todo,
que escriben, que
cantan, que bailan,
que hablan hermosamente
y nosotros rojos de
vergüenza
tan sólo deseamos desaparecer
en pedacitos.

Carlos
German Belli





Variaciones para mi hermano Alfonso (I)


(casi soneto)

Para tu mudanza, ¿dónde habrá un suelo
de
claro polvo y cálido recodo,
en que tus breves pies con tierno modo
equilibren la sangre de tu cuerpo?

O para tu vuelo, ¿cuándo habrá un
viento
que llegue a tu costado como un soplo,
y te traslade de uno a
otro polo,
pasando el edificio, el valle, el cielo?

Pues estás como
dura ostra fijo,
sin que nadie te llame y te descorra
el plumaje de ave,
hermano mío.

¿Por qué no llega la luz hasta el umbral
de tus huesos
para que tus pies corran
por primera vez sobre el propio mar?


Variaciones para mi hermano Alfonso (II)
(vigilia)

Los
caminos de los alrededores
no han tocado la punta de sus pies.

La
amorosa pobladora de al lado
lo va dejando a la zaga del orbe.

Su
cuerpo no conoce el espacio
porque nunca lo ha ayudado el viento.


Carlos German Belli





Variaciones para mi
hermano Alfonso (II)


(vigilia)


Los caminos de los
alrededores
no han tocado la punta de sus pies.

La amorosa pobladora
de al lado
lo va dejando a la zaga del orbe.

Su cuerpo no conoce el
espacio
porque nunca lo ha ayudado el viento.


Carlos German
Belli





Villanela


Llevarte quiero dentro de mi
piel,
Si bien en la lontananza aún te acecho,
Para rescatar la perdida
miel.

Contemplándote como un perro fiel,
En el día te sigo trecho a
trecho,
Que haberte quiero dentro de mi piel.

No más el sabor de la
cruda hiel,
Y en paz quedar conmigo y ya rehecho,
Rescatando así la
perdida miel.

Ni viva aurora, ni oro, ni clavel,
Y en cambio por
primera vez el hecho
De llevarte yo dentro de mi piel.

Verte de
lejos no es asunto cruel,
Sino el raro camino que he hecho,
Para
rescatar la perdida miel.

El ojo mío nunca te es infiel,
Aún estando
ya distante de tu pecho,
Que haberte quiero dentro de mi piel,
Y así
rescatar la perdida miel.

ORIENTAL

Jose Zorrilla

ORIENTAL


Dueña de la negra toca,
la del morado monjil,
por un beso de tu boca
diera a Granada Boabdil.

Diera la lanza mejor
del Zenete más bizarro,
y con su fresco verdor
toda una orilla del Darro.

Diera la fiesta de toros,
y si fueran en sus manos,
con la zambra de los moros
el valor de los cristianos.

Diera alfombras orientales,
y armaduras y pebetes,
y diera... ¡que tanto vales!,
hasta cuarenta jinetes.

Porque tus ojos son bellos,
porque la luz de la aurora
sube al Oriente desde ellos,
y el mundo su lumbre dora.

Tus labios son un rubí,
partido por gala en dos...
Le arrancaron para ti
de la corona de Dios.

De tus labios, la sonrisa,
la paz de tu lengua mana...
leve, aérea, como brisa
de purpurina mañana.

¡Oh, qué hermosa nazarena
para un harén oriental,
suelta la negra melena
sobre el cuello de cristal,

en lecho de terciopelo,
entre una nube de aroma,
y envuelta en el blanco velo
de las hijas de Mahoma!

Ven a Córdoba, cristiana,
sultana serás allí,
y el sultán será, ¡oh sultana!,
un esclavo para ti.

Te dará tanta riqueza,
tanta gala tunecina,
que ha de juzgar tu belleza
para pagarle, mezquina.

Dueña de la negra toca,
por un beso de tu boca
diera un reino Boabdil;
y yo por ello, cristiana,
te diera de buena gana
mil cielos, si fueran mil.

poesía en pintura.... de mi macario...

sábado, 5 de abril de 2008

o así...



quiero una foto así..



más poesía erótica..



poesía porno



"Hombre preso que mira a su Hijo" - M.Benedetti


"Hombre preso que mira a su Hijo" - M.Benedetti

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Cerrar Lo sentimos, se ha producido un error mientras se agregaba tu votación.
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quién se le ocurrriría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.

Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula.

Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y estos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
cómo idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y cómo nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
de menos.

Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabes que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio.

Y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías.

Y jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tienes pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvidó todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa.

Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza.

Por eso ahora
me podes preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llorá nomás botija
son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos.

Gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.

Llorá
pero no olvides.

Cuando era como vos me enseñaron los viejos

César Vallejo

Hasta el día que vuelva, de esta piedra
nacerá mi talón definitivo,
con su juego de crímenes, su yedra,
su obstinación dramática, su olivo (…)

César Vallejo

viernes, 4 de abril de 2008

un poema...

Lugar
A la mañana paso
cerca de un sitio rodeado de muros
altos grises tristes sucios
de carteles, de vote lista azul
un día miro adentro
es una villa miseria.
Gente
más gente.
Vestida de tela barata
desnuda de felicidad.
Una chica me ofrece limones
"cien la docena, cómpreme"
Tiene trece años, más o menos
mi edad.
Un almacén ruinoso,
con ratas, con suciedad
con microbios funestos.
Es un sitio rodeado de muros
sucios de crímenes humanos
que son sólo los nuestros.

Franca Jarach

Nació en 1957, secuestrada el 25 de junio de 1976 y desaparecida desde entonces.

ALGO BRILLA

ALGO BRILLA

uno pasa de pronto sin mirar
sin atender entornos ni paisaje lunar

uno camina así
simplemente camina

avanza las aceras las desplaza
las mueve hacia su origen
las desplaza y las mira

uno detiene a ratos pequeñitos el paso de la vida
la vida no se fija, pero está detenida
la muerte no se sabe qué hará con esos trozos
gotas de tiempo pedazos tiras granúsculos de arena

al final siempre llega cargando su sonrisa

y sí:

algo brilla

Fernando Rojas R.
febrero, 2008

ESCRITO EN BLANCO





"...Y entre tu cuerpo y el mío
manará sin cesar la distancia..."



"Mirada mística"

Orlando Arias


ESCRITO EN BLANCO

Nieva esta nieve
como a veces se hablan
hombres y mujeres.
Continua
mente
instantánea
nieva por primera vez siempre
como se miran los que se aman.

Nieva como la única cosa
real que sucede.

Y corren los niños para tocarla
y tras ellos las palabras
frágiles como la nieve
pendiente
de una mirada.

De "Líneas de Otoño"

 
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