homenaje a blanca varela


NADIE NOS DICE

Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta

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LA MUERTE SE ESCRIBE SOLA

la muerte se escribe sola
una raya negra es una raya blanca
el sol es un agujero en el cielo
la plenitud del ojo
fatigado cabrío
aprender a ver en el doblez
entresaca espulga trilla
estrella casa alga
madre madera mar
se escriben solos
en el hollín de la almohada

trozo de pan en el zaguán
abre la puerta
baja la escalera
el corazón se deshoja
la pobre niña sigue encerrada
en la torre de granizo
el oro el violeta el azul
enrejados
no se borran
no se borran
no se borran


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MEDIA VOZ

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
esta el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego.

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AQUELLA TORTURADA NUBE...

V
Aquella torturada nube parecía tan firme,
ambulando,
desgarrando,
chocando con masas de ángeles.

Cóncava,
valva de nieve y soledad,
de trajín y música constante,
de arena, de resplandor
y fuga,
desierto etiope
en un tutti de gemidos
y sorpresa.

Tan exacta
sobre el laberinto de la pupila,
color perdido
de vieja misiva,
terrible silencio
de quien ha sacudido el aire
y conoce el vado de los sollozos.
Continuaba,
migradora,
llave del torbellino
como una gota pura
preñada de su propia existencia.

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CURRICULUM VITAE
digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.


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DESTIEMPO

I
Se fue el día,
las escamas del sueño giran.

Todo desciende,
la noche es el tedio.

En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.
Caen las lívidas hojas de tu frente,
Te alejas, negra burbuja sin destino.

Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas
retienen tu cuerpo helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza, inunda praderas,
salta de las ventanas como un rojo sonido
y todo esto no es sino el otoño.

domingo, 15 de marzo de 2009

CANTO AL ESTRÓGENO / Gioconda Belli



Todavía es el tiempo de la desigualdad
de la mirada torva, el grito y la mano alzada
el ojo de la mujer soporta y graba en sus pupilas
la iniquidad
¿de dónde llega esta violencia
a las costas de estos brazos
acostumbrados a la caricia y al acurruco?


¿Qué es lo que en nosotras despierta al lobo
que aún habita en las entrañas del hombre,
esa furia ciega que no detienen súplicas, razones
o la memoria del primer rostro acogiéndolos a la vida?


Nuestra belleza, la abundancia, la generosidad
de curvas y pechos,
la piel suave,
¿qué esconde en su frágil envoltura
que así provoca en ellos la saña y la muerte
la violación y el rapto?


Cantemos, hermanas, por quienes así
se pierden de nosotras
y no pueden consigo mismos
Los que temen el estrógeno de nuestras entrañas.


Crecemos.


Los vemos achicarse en su temor.
Nuestro instinto busca arrullarlos como niños
Ofrecerles el perdón de los adultos
No queremos más que midan su estatura
midiéndose con nuestra sumisión
No queremos que apuntalen su nombre
sobre nuestra obediencia.


Como si vieran llegar un ejército enemigo
se atrincheran en sus vanas certidumbres gastadas
Una marejada de embistes y golpes
lanzan contra nuestros reclamos
Hacen escarnio de nuestras luchas por decir basta
por plantarnos en el suelo
y enderezar la espalda.


En tanto nosotras avanzamos como un río
las hormonas encontrando su cauce
Somos el agua fuerte
que se sacude las lágrimas inútiles
y se despoja del cansancio de llorar.
Ya miles hemos alcanzado la costa
Nos contamos por centenares
Descalzas, dejamos nuestras huellas en la arena
nos tomamos el territorio negado.
Ahora venimos a la vida con el desafío y la desobediencia en la boca
Rechazamos los mandamientos
con que en nombre del amor y el parto nos sometieron.


Anfibias
a contracorriente entre el agua y la tierra
mucho tiempo ya nos ocultamos
en las grutas quietas
de la domesticidad y el silencio
Pero aún con el agua al cuello
no nos ahogamos.
Ahora nos alzamos con caballitos de mar en las manos
Cantando y vociferando
Deshaciendo gozosas
el muro que alzaron para separarnos.
Cantemos hermanas
No paremos de cantar
Sea su violencia la prueba final de nuestro avance
cicatriz guardada en nuestra múltiple piel
Las sirenas han recuperado las piernas.
Andaremos, andaremos, andaremos
Lavaremos el mundo
con el agua viva
de nuestra dulce, redentora, tenaz,
mansedumbre
Para sanarlo
Para que sobrevivamos.

8 de Marzo, 2009

X parte médico y/o de guerra (por Quintín Cabrera)


18 de enero de 2009

Yo deseaba que este “parte”
-que ya es el número diez-
anunciara de una vez
la operación y, con arte,
explicaros el descarte
del pulmón que ya no vale,
que se acabaron mis males
y el futuro viene rosa.
Pero hay que esperar, la cosa
no da para euforias tales.

Para mejor, gradualmente,
soy más planta que persona
paso sentado y la zona
de los glúteos lentamente
se ha transformado en un ente
rebelde y con vida propia.
Mis sentidos, en la inopia,
no puedo ni caminar
y no hablemos de cantar…
No soy yo, soy una copia.

Este año empieza mal.
Veremos si bien acaba
y brindaremos con cava
si llegamos al final.
Yo sigo siendo un chaval
pues ya perdí veinte quilos.
¡Sin dietas! Estén tranquilos
porque a nadie recomiendo
que pierda peso sufriendo.
Las tragedias, para Esquilo.

Como ven, ya ni me quejo
¿de qué me voy a quejar?
porque es hablar por hablar
recibir o dar consejos.
Ya llegué a bastante viejo
(aunque quiera vivir más)
en este mundo jamás
sabemos cuánto duramos
la vida nos la jugamos
frecuentemente, además.

Así trascurren mis días
más que abatido, aburrido.
Me canso, pero no ha sido
porque me falte alegría
es porque esta pena mía
de vivir con poco fuelle
me ha hecho acatar las leyes,
a no ser indiferente.
y oxígeno dependiente
más tranquilo que los bueyes.

La doctora está confiada
-eso vale un Potosí-
pero, Amigos, sigo aquí
y nunca me pasa nada
sólo espero una llamada
y el teléfono no suena.
Tengo la cabeza llena
de teorías delirantes
esperando que un donante
me libre de esta condena.

De momento, he aprovechado
para arreglarme los piños*
y comprobar el cariño
que mucho me han demostrado
mis deudos. En todos lados
me han tratado con sincera
amistad, que reverbera
como un sol donde se exponga.
Y aquí acaba su milonga
su amigo Quintín Cabrera.


*Piños- Así llaman coloquialmente en Madrid a la dentadura (y a los dientes)

mi primera guitarra / josé conde


(para Martha, la mamá de Sam)

Mi primera guitarra
de larga cabellera
y amplias caderas
y sabor en sus labios
de cálida morena.

Mi primera guitarra
de preciosa madera
y cuerdas de seda
Un día me dio
sus mejores acordes
su alma llanera.

Mi primera guitarra
la de nunca
la de siempre
la del canto triste
la del canto alegre.

Mi primera guitarra
de futuros y presente
la memorable
Mi primera guitarra
del verso ardiente
la inolvidable.

Berlín, 13 de marzo de 2009

un recuerdo para quintín cabrera / alberto montoya


Mi querido hermano Quintín aún no despego los ojos
y leo que ya no estás, que te venció la biología,
que tu cuerpo no aguantó ese combate entre la disnea
y el latido y se derrumbó dejándonos huérfanos de tu voz,
de tu apasionada mirada, de tu presencia.

Me viene a la memoria aquellos años,y digo años
porque eso le parecía a mi madre que nos chillaba:
"otra vez la de señor presidente, ya me teneis hasta
el coño con el señor presidente" o aquella vez en
los garajes de los autobuses Saltua, cuando estábamos
firmemente convencidos de que podíamos hacer algo grande
y la juventud nos llenaba el corazón y nos enviaba al horizonte.
Paraste de cantar y te dirigiste a mi compañera y a mi
invitándonos a hacer los coros desde el escenario,jajajajaj
nos quedamos petrificados pero decidimos seguir en la sillas.

Has ido con tu guitarra de aquí para allá,nos dejaste unas pocas muestras
de tu valía,como decía Silvio no estuviste en el mercado grande de la palabra,
lo tuyo fue un testimonio de tu paso que otros hemos recogido y cantado, y reido y gozado.

Estoy triste hermano, creí que superarías este envite de la muerte
pero no ha sido posible y esta mañana uniré tu memoria a la de mi madre,
a la de mi hermano que ponía vuelta y vuelta aquel magullado vinilo
en un destartalado pickup, a la mía propia que al borde de los 50 años
no voy a celebrar tu muerte sino tu vida, la huella digna de quien no cejó
de estar en su puesto en primera línea de la trinchera.

Una copa de vino por Quintín!!
Un abrazo eterno a su memoria.

milonga / recuerdo emocionado de quintín cabrera...


No me pregunten quien soy
ni si me habian conocido
los sueños que habia querido
crecerán aunque no estoy.
Yo no vivo pero voy
en lo que andaba soñando
y otros que siguen peleando
harán nacer otras rosas:
en el nombre de esas cosas
todos me estarán nombrando.

.../...

Mi tumba no anden buscando
porque no la encontrarán
mis manos son las que van
en otras manos tirando.
Mi voz la que está gritando,
mi sueño el que sigue entero
y sepan que solo muero
si ustedes van aflojando
porque el que murió peleando
vive en cada compañero.

TEXTO:Carlos María Gutierrez
MÜSICA:José Luis Guerra

los olvidados / Quintín Cabrera


Cada trozo de presente que pisamos,
tiene mucho de la sangre, de los huesos,
de aquellos que nos precedieron en el amor, la lucha y en el tiempo.

Por eso reivindico la memoria
de todos aquellos que cayeron
y de quienes se ven arrinconados:
los que no tienen nada porque
todo lo dieron.

POR QUÉ AMO TU LOCURA... / Eduardo Milán



¿Por qué amo tu locura,
tu desparpajo, tu falta
de reloj y tus atajos
cuando estoy prácticamente a punto
de caer de cabeza en el abismo?

O sea en ti. Pero no sólo
eso: hay mucho más de ti que quiero
y no revelo. Esa lámpara
que enciendes en el fondo.

pies / elsy maría


Duermo con los pies enredados
en el tejido de tu piel.

Se asombra, la noche
con los pies cansados por el barro.

Ellos llegan de las vastas noches,
de hojas obscuras y silencios redoblados.

Pies que marchan,
pies obreros
pies gastados por la rabia,
pies juveniles, pies de madres,
pies de machos,
pies labriegos.

Todos con afán
Afán de amores,
Afán de lucha,
Afán de entrega.

Es el viento que arrastra,
los pies del hambre.

Saltan mis pies
del tejido de tu piel.

Salgo de tu cuerpo y...
Me ayudas con el traje.

Lo tejí con hilos de esperanza.

Llego a la multitud.
Allí están los pies,
alumbrando la tierra.
Están, en huelga... los obreros.



texto e imagen tomado de la página de elsy:
http://mujerestrova.ning.com/profiles/blogs/2216368:BlogPost:5204

me declaro en rebeldía / alberto montoya

no es que me la pase de idólatra, ni me quiera demasiado... pero es imposible omitir las palabras de mi duende cuando me regaló este poema el día de mi cumpleaños 31...


mi querida Cheqa
el otro día cuando escribí Benditas sean
además tomé notas para dos poemas más
curiosamente uno de ellos será el último del libro!!!!
estos duendes tan anárquicos y sorprendentes jajajajja
el caso es que me produjo una alegría y un placer enorme,
una felicidad como si creciera en el aire tras escribir esto,
el viaje que emprendí en el libro se cierra ahí, es verdad pero no lo sabía
y es una luz que viene para recordarnos quién es el único enemigo que tenemos en esta vida


Y este es mi regalo de hoy para tí
como decía celaya no son versos tallados ni pulidos,
solo son palabras de urgencia que salieron como un aviso,
como una luz,un faro provisional al filo de carreteras imposibles,

es solo un bosquejo,una idea plasmada primitivamente
aunque quizás no haya más que agregarle
y aunque sabes que los bocetos apenas suelo compartirlos,
siempre hay una excepción
y hoy me apetece hacerla para enviarte este regalo



ME DECLARO EN REBELDÍA

Quiso la noche concertarme una cita,
hombre o mujer?,dama sin colores,dijo,
¿qué tramas,qué acertijo es este?
ah,vieja alcahueta,qué propones?
qué locura invisible tejes?

Un encuentro cara a cara
con la Vieja Dama,
yo muerto de risa,
ella seria de muerte,

no sé qué quería esta gran puta,
madre de todos los entuertos,
pero entre trago y trago
le dije mientras me levantaba:

vendrás por mí
y me hallarás
y me llevarás
a tu mar oscura

pero debes saber
una cosa
ya para siempre
y tenlo en cuenta,

de tu oficio y tus ministerios,
de tus gobiernos,holocaustos y harenes
me declaro en rebeldia

vivo o muerto debo fundar nuevos retos
y aquí dejo uno a uno mis versos
por sobre los siglos de los siglos de tu vida.

No saben?,se llevó un susto de muerte.

Las Mujeres de mi generación / Luis Sepúlveda Calbucura


Las mujeres de mi generación abrieron sus pétalos rebeldes
de rosas, camelias, orquídeas u otras yerbas, de saloncitos tristes, de casitas burguesas, de costumbres añejas,
Sino de yuyos peregrinos entre vientos. Porque las mujeres de mi generación florecieron en las calles,
en las fábricas se hicieron hilanderas de sueños,
en el sindicato organizaron el amor según sus sabios criterios
Es decir, dijeron las mujeres de mi generación, a cada cual según su necesidad y capacidad de respuesta,
como en la lucha golpe a golpe en el amor beso a beso.
Y en las aulas argentinas, chilenas o uruguayas
supieron lo que tenían que saber para el saber glorioso
de las mujeres de mi generación.
Minifalderas en flor de los setenta,
las mujeres de mi generación no ocultaron ni las sombras
de sus muslos que fueron los de Tania. Erotizando con el mayor de los calibres
los caminos duros de la cita con la muerte.
Porque las mujeres de mi generación
bebieron con ganas del vino de los vivos
acudieron a todas las llamadas
y fueron dignidad en la derrota.
En los cuarteles les llamaron putas y no las ofendieron
porque venían de un bosque de sinónimos alegres:
Minas, Grelas, Percantas, Cabritas, Minones, Gurisas, Garotas,
Zipotas, Viejas, Chavalas, Señoritas Hasta que ellas mismas escribieron la palabra Compañera
en todas las espaldas y en los muros de todos los hoteles. Porque las mujeres de mi generación
nos marcaron con el fuego indeleble de sus uñas
la verdad universal de sus derechos.
Conocieron la cárcel y los golpes
Habitaron en mil patrias y en ninguna
Lloraron a sus muertos y a los míos como suyos
Dieron calor al frío y al cansancio deseos
Al agua sabor y al fuego lo orientaron por un rumbo cierto. Las mujeres de mi generación parieron hijos eternos,
cantando Summertime les dieron teta,
fumaron marihuana en los descansos,
danzaron lo mejor del vino y bebieron las mejores melodías Porque las mujeres de mi generación
nos enseñaron que la vida no se ofrece a sorbos compañeros,
sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias.
Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras
artesanas, actrices, guerrilleras, hasta madres y parejas
en los ratos libres de la Resistencia Porque las mujeres de mi generación sólo respetaron los límites que superaban todas las fronteras.
Internacionalistas del cariño, brigadistas del amor,
comisarias del decir te quiero, milicianas de la caricia.
Entre batalla y batalla
las mujeres de mi generación lo dieron todo
Y dijeron que apenas eso era suficiente
Las declararon viudas en Córdoba y en Tlatelolco
Las vistieron de negro en Puerto Montt y Sao Paulo
Y en Santiago, Buenos Aires o Montevideo
fueron las únicas estrellas de la larga noche clandestina. Sus canas no son canas
sino una forma de ser para el qué hacer que les espera.
Las arrugas que asoman en sus rostros
dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo.
Las mujeres de mi generación
han ganado algunos kilos de razones que se pegan a sus cuerpos,
se mueven algo más lentas cansadas de esperarnos en las metas.
Escriben cartas que incendian las memorias.
Recuerdan aromas proscritos y los cantan.
Inventan cada día las palabras y con ellas nos empujan
Nombran las cosas y nos amueblan el mundo
Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar
Nos convocan y nos paren sobre la mesa dispuesta.
Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad
Y la prudencia se transforma en vergüenza.
Las mujeres de mi generación son como las barricadas:
Protegen y animan, dan confianza y suavizan el filo de la ira. Las mujeres de mi generación son como un puño cerrado
que resguarda con violencia la ternura del mundo.
Las mujeres de mi generación no gritan porque ellas derrotaron al silencio.
Si algo nos marca, son ellas.
La identidad del siglo son ellas.
Ellas: la fe devuelta, el valor oculto en un panfleto
el beso clandestino, el retorno a todos los derechos
Un tango en la serena soledad de un aeropuerto,
un poema de Gelman escrito en una servilleta
Benedetti compartido en el planeta de un paraguas,
los nombres de los amigos guardados con ramitas de lavanda
Las cartas que hacen besar al cartero
Las manos que sostienen los retratos de mis muertos
Los elementos simples de los días que aterran al tirano
La compleja arquitectura de los sueños de tus nietos.
Lo son todo y todo lo sostienen
Porque todo viene con sus pasos y nos llega y nos sorprende. No hay soledad donde ellas miren
Ni olvido mientras ellas canten.
Intelectuales del instinto, instinto de la razón
Prueba de fuerza para el fuerte y amorosa vitamina del débil.
Así son ellas, las únicas, irrepetibles, imprescindibles
sufridas, golpeadas , negadas pero invictas
mujeres de mi generación

Canción de la mujer / Bertolt Brecht


De noche junto al río en el oscuro corazón de los arbustos
a veces vuelvo a ver su rostro, el de la mujer que amé: mi
mujer, que murió.

Hace ya muchos años, y a ratos ya no sé nada de ella, la
que antes lo fue todo, pero todo se marchita.

Y ella era en mí como un pequeño enebro en las estepas de
Mongolia, cóncavas, con el cielo amarillo pálido y de gran tristeza.

Vivíamos en una cabaña negra junto al río, Los mosquitos
solían perforar su blanco cuerpo, y yo leía el periódico
siete veces o decía: tu pelo tiene un color sucio. O: no tienes corazón.

Pero un día, cuando estaba yo lavando mi camisa en la
cabaña, ella se acercó a la puerta y me miró y quería salir.

Y quien le había pegado hasta cansarse, dijo: ángel mío.

Y quien le había dicho te quiero la condujo fuera y
riendo miró al aire y alabó el buen tiempo y le dio la mano.

Como ya estaban afuera, al aire libre, y la cabaña estaba
desierta, cerró la puerta y se sentó tras el periódico.

Desde entonces no la he vuelto a ver, y de ella sólo quedó
el gritito que dio cuando por la mañana volvió a la puerta que
ya estaba cerrada.

Ahora la cabaña se ha podrido y mi pecho está relleno de
papel de periódico y por las noches tumbado junto al río en
el oscuro corazón de los arbustos me acuerdo de ella.

El viento lleva olor a hierba en el pelo y el agua grita sin
fin pidiendo calma a Dios, y en mi lengua tengo un sabor amargo.

Yo misma fui mi ruta / Julia de Burgos


Yo quise ser como los hombres quisieron
que yo fuese: un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies, planos sobre la tierra promisora
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas
para alcanzar el beso de los senderos nuevos.

A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.

Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía se separaba más
y más y más de los lejanos horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la espresión que le venía
de adentro, la expresión definida que asomaba
un sentimiento de liberación íntima;
un sentimiento que surgía del equilibrio sostenido
entre mi vida y la verdad del beso de los senderos nuevos.

Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia, de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.

Y fui toda en mí como fue en mí la vida…
Yo quiese ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida; un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos, se me torció el
deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.

lección / jairo aníbal niño


LECCION

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.


¿QUÉ ES EL GATO?

El gato
es una gota
de tigre.


¿QUÉ ES EL RÍO ?

El río
es un barco
que se derrritió.


¿QUÉ ES LA GAVIOTA?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.


¿ QUÉ ES LA TRISTEZA?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.

Jairo Aníbal Niño (Colombia)

 
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