Zona de confianza / Reina María Rodríguez (Cuba)


te quiero cuando voy a desprenderme
y la soledad me aplasta más que la gravedad
contra el sonido constante del avión
que a veces se hace irregular
para que tiemble el abismo
no el abismo del aire sino
en su vertiginosa y profunda caída en el tiempo.
porque las noches son lagunas
en las que me asomo bocabajo
en un espejo cóncavo
en estos países donde los hombres
son malos y buenos –como dicen los niños-
y uno no sabe quién es
porque en ninguno puede reconocerse.
es un terror el mundo sin límite de mi cabeza
sin un lugar exacto para descansar
con los ojos cerrados
la tranquilidad de su paisaje.
te quiero para no pensar en la muerte
y sólo sea ésta una sucesión en el espacio
las pequeñas fugas de la luz.
para no creer en la soledad de la tierra
como una nave oscura vagando por lugares desiertos
porque si uno piensa en la muerte
es porque cree en el olvido
y nunca voy a saber quién soy
si dejo la eternidad de los espejos
te quiero para romper las ruinas circulares
de los días extraños y sentir
que tus ojos están en todas partes
esperándome esperándome
porque uno se inventa unos ojos y apareces:
yo he visto tus ojos en las hormigas
en una gota de lluvia y en el silencio
tus ojos y mis ojos son una coordenada
del triángulo de la muerte
delatan la oscuridad
el pozo negro donde caigo
en una trampa de musgo
y no puede ser casual esta corrupción de la mirada.
te quiero porque fuera de aquí
la existencia no tiene misterios
y lo inesperado está sólo en lo poseído.

martes, 20 de octubre de 2009

la mordida de cronos / odette alonso


Yo no podría
no
yo no sabría
poner mi dedo sobre la herida mustia
y fingir que no duele
y sonreír
y dormir cada noche
como un ángel caído
al que han vaciado el alma.


Si bien reconozco
que nunca he sido demasiado despierto
tu confesión
me dejo atontado sobrecogido
perplejo
mudo
no se si hice lo correcto
pero no pude hacer otra cosa
que abroquelarme
que cerrar mi cuerpo y mi mente
que introvertir el alma
que callar

que se puede decir
si se tienen manos y dedos
y no se tiene una piel que acariciar
si la boca no se puede medir más
en esa boca que es la única
que le puede dar la medida
si se tiene el poema y se perdió la belleza
si se tiene la palabra y no hay mensaje

si te puedo encontrar con solo pensarte
entre miles de personas
pero no puedo tocarte
no puedo dejar que mi ojos
fundan en los tuyos la sonrisa
si ya no habrá historias de piel
escritas entre besos
en los bordes de tu cuerpo
ni caricias
ni mi lengua volverá a dibujar
el contorno de tu rostro
entre besos breves
y dedos entretejidos en el pelo

para que hablar
si ya las palabras no tienen
por destino
tus oídos

alelado tonto desconcertado
extrañado perdido
solo mudo paralizado
así ando
y no puedo ni quiero
disimularlo

DESEO / Dulce Maria Loynaz



Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo no pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra...

Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve y único horizante de carne:
que la vida no vaya más allá... ¡Qué la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...

Mientras dure


Amar con locura
sin tiempo
sin espacio
sin convenciones
ni contratos
sin fecha de vencimiento
ni pase de facturas
hasta que se gasten los sueños
hasta que duelan los huesos
hasta que la piel se descascare
amar
tan solo amar
mientras dure.

OTRA ARTE POETICA UNA: LA PALABRA / DARIO JARAMILLO AGUDELO


Estamos de acuerdo;
por una vez concedamos que ustedes, los poetas,
tienen la razón; que tienen
toda la razón: sí, las palabras
se gastan, las palabras
envenenan todo lo que tocan.
Digamos que acertaron, que dieron
en el blanco, que cogieron
la cosa por donde era;
digamos que hay palabras metálicas
que si caen desde cierta altura
pueden matar a una persona
y que hay palabras en forma de ceniza
que explotan como pólvora,
y que hay otras palabras que son flores
que se marchitan en un día
-como las de este verso de doble faz,
útil para floreros y promesas-
y que hay otras que se huelen y se tocan y se miran
y palabras detergente
y palabras perfume y que también está la palabra
silencio. Digamos, en fin, que hay palabras
como la palabra caravana o la palabra
sombra, sin mencionar la conocida
rosa. Pero ya estamos llegando
al límite. Las palabras, son palabras, poetas,
y yo no puedo hacer nada por ustedes.

ELLA DECIDE / HUGO ALBERTO PATUTO



Menos mal que por dentro
uno es enteramente libre
y alcanza el perdón de las cosas
para negar el firme avance
con que toda muerte
decide.

LOVE STORY / DARIO JARAMILLO AGUDELO

Su nombre era Margoth, llevaba boina azul
y en su pecho colgaba una cruz.
Canta Leo Marini con don Américo y sus Caribes


Digamos que es lindo tener penas de amor
y disfrazar la noche con la llorosa nostalgia del bolero:
sin ti es inútil vivir
como inútil será
el quererte olvidar:
digamos que la violeta entre el libro,
el retrato, acaso una carta donde volcamos toda nuestra falta de vergüenza
(¿sabe usted lo que es ir desnudo por la calle?)
quieren decir que sin un amor la vida no se llama vida.
Digamos todo esto:
que la soledad, que la nostalgia, que el ayer que vivimos,
son apenas esta noche que no te veo mirándome a los ojos.
Digamos de la guitarra que lo dice todo:
la penumbra, el beso tímido,
el insomnio deshojando margaritas,
la pobre y estúpida pena de amor, digamos,
en fin, digamos
que todo esto es apenas la certeza
de que alguna vez fuimos felices.

ana maría rodas


Hoy he descubierto la belleza
de ser yo misma.
-no,
no fue así;
me lo enseñaste-
Pero al hacerme mujer
al mostrarme que los seres
son tan libres
Comprendí
que libre-yo
y libre-tú
podamos tomarnos de la mano
y realizar la unión sin anularnos.

Por eso me apretujo dentro de mí misma
hasta salir las lágrimas
y en el pelo
se me prende
el sabor salado del olvido.

Algún imbécil dijo
que el poeta es la clave del mundo.

¡Mentira!
A mi sólo me queda encogerme hacia dentro
y esperar
ciegamente
un sonido, una expresión cualquiera
y que alguien
donde quiera que esté
emita una señal diciéndome que existo.

Prolongación de la noche / Roberto Obregón


No me niegues que a veces,
al despertar,
quisieras refugiarte nuevamente
debajo de mis manos,

quedarte quietecita, apenas
respirando,
convertida en la misma huella
de la noche.

lunes, 19 de octubre de 2009

Reír llorando / Juan de Dios Peza



Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra—
el pueblo al aplaudirle le decía:
«Eres el más gracioso de la tierra
y el más feliz...»
Y el cómico reía.
Víctimas del spleen, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».
—Viajad y os distraeréis.
—¡Tanto he viajado!
—Las lecturas buscad.
—¡Tanto he leído!
—Que os ame una mujer.
—¡Si soy amado!
—¡Un título adquirid!
—¡Noble he nacido!
—¿Pobre seréis quizá?
—Tengo riquezas
—¿De lisonjas gustáis?
—¡Tantas escucho!
—¿Que tenéis de familia?
—Mis tristezas
—¿Vais a los cementerios?
—Mucho... mucho...
—¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
—Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
—Me deja —agrega el médico— perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
—¿A Garrik?
—Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
—¿Y a mí, me hará reír?
—¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
—Así —dijo el enfermo— no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.
¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.

Hacia El Anochecer / Roberto Fernández Retamar


Hacia el anochecer, bajábamos
Por las humildes calles, piedras
Casi en amarga piel, que recorríamos
Dejando caer nuestras risas
Hasta el fondo de su pobreza.
Y el brillo inusitado del amigo
Iluminaba las palabras todas,
Y divisábamos un poco más,
Y el aire se hacía más hondo.
La noche, opulenta de astros,
Cómo estaba clara y serena,
Abierta para nuestras preguntas,
Recorrida, maternal, pura.
Entrábamos a la vida
En alegre, en honda comunión;
Y la muerte tenía su sitio
Como el gran lienzo en que trazábamos
Signos y severas líneas.

domingo, 18 de octubre de 2009

Felices Los Normales / Roberto Fernández Retamar


A Antonia Eiriz

Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca, un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres, los más borrachos
Que sus padres y más delincuentes que sus hijos
Y más devorados por amores calcinantes.
Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.

Epitafio De Un Invasor / Roberto Fernández Retamar


Tu bisabuelo cabalgó por Texas,
Violó mexicanas trigueñas y robó caballos
Hasta que se casó con Mary Stonehill y fundó un hogar
De muebles de roble y God Bless Our Home.
Tu abuelo desembarcó en Santiago de Cuba,
Vio hundirse la Escuadra española, y llevó al hogar
El vaho del ron y una oscura nostalgia de mulatas.
Tu padre, hombre de paz,
Sólo pagó el sueldo de doce muchachos en Guatemala.
Fiel a los tuyos,
Te dispusiste a invadir a Cuba, en el otoño de 1962.
Hoy sirves de abono a las ceibas.
La Habana, octubre, 1962

Con Las Mismas Manos / Roberto Fernández Retamar


Con las mismas manos de acariciarte estoy construyendo una escuela.
Llegué casi al amanecer, con las que pensé que serían ropas de trabajo,
Pero los hombres y los muchachos que en sus harapos esperaban
Todavía me dijeron señor.
Están en un caserón a medio derruir,
Con unos cuantos catres y palos: allí pasan las noches
Ahora, en vez de dormir bajo los puentes o en los portales.
Uno sabe leer, y lo mandaron a buscar cuando supieron que yo tenía biblioteca.
(Es alto, luminoso, y usa una barbita en el insolente rostro mulato.)
Pasé por el que será el comedor escolar, hoy sólo señalado por una zapata
Sobre la cual mi amigo traza con su dedo en el aire ventanales y puertas.
Atrás estaban las piedras, y un grupo de muchachos
Las trasladaban en veloces carretillas. Yo pedí una
Y me eché a aprender el trabajo elemental de los hombres elementales.
Luego tuve mi primera pala y tomé el agua silvestre de los trabajadores,
Y, fatigado, pensé en ti, en aquella vez
Que estuviste recogiendo una cosecha hasta que la vista se te nublaba
Como ahora a mí.
¡Qué lejos estábamos de las cosas verdaderas, Amor, qué lejos ?como uno de otro?!
La conversación y el almuerzo
Fueron merecidos, y la amistad del pastor.
Hasta hubo una pareja de enamorados
Que se ruborizaban cuando los señalábamos riendo,
Fumando, después del café.
No hay momento
En que no piense en ti.
Hoy quizás más,
Y mientras ayude a construir esta escuela
Con las mismas manos de acariciarte.

El Otro / Roberto Fernández Retamar


Nosotros, los sobrevivientes,
¿a quiénes debemos la sobrevida?
¿quién se murió por mí en la ergástula,
quién recibió la bala mía,
la para mí, en su corazón?
¿sobre qué muerto estoy yo vivo,
sus huesos quedando en los míos,
los ojos que le arrancaron, viendo
por la mirada de mi cara,
y la mano que no es su mano,
que no es ya tampoco la mía,
escribiendo palabras rotas
donde él no está, en la sobrevida?

Mago / wilfredo machado


El niño con el pote de pega cruzaba la calle, somnoliento, cuando un autobús lo embistió con violencia, dejándolo muerto sobre la acera. Todos quedaron conmovidos frente al cadáver del infante. Nadie supo de dónde salió el mago, quien cubrió el cuerpecito con una sábana blanca. El mago comenzó a realizar una serie de pases mágicos sobre la sábana que brillaba bajo el sol. Un grupo enfurecido de los que allí estaba se acercó al mago e, insultándolo, lo golpeó con violencia. "Qué te has creído" ¡Cabrón! "¿No respetas el dolor de la gente?" El mago desapareció del lugar antes de ser linchado. Cuando al fin llegaron los paramédicos en una ambulancia, levantaron la sábana con cuidado. Algunos curiosos que llegaron tarde sólo vieron la bandada de palomas que elevaba su vuelo desde la sábana manchada de sangre hacia los edificios grises. Todos aplaudían con lágrimas en los ojos.

viernes, 16 de octubre de 2009

EL POZO / Luis Mateo Diez


Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.

Fue una de esas tragedias familiares que solo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa.
Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.
En el caIdero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior.
"Este es un mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.


A TU LADO / Francisco Alvarez HIdalgo.


Dime que estoy tendido a tu costado,
que no permitirás que me levante;
que se ha dormido el tiempo, y este instante
engendrará un abrazo ilimitado.

Mírame, aunque tus ojos no han llegado
a verse en mi pupila penetrante;
allí estaré, presente, aunque distante,
viéndome sin pensar que me has soñado.

Bésame con el ímpetu bravío
del amor juvenil y del tardío,
y con imperceptible suavidad.

Y si dormido estoy, haz que despierte,
que el sueño no me deja conocerte,
ni tampoco besarte de verdad.

toc toc / la cheqa


toc toc
Toc Tocc
TOc TOc
TOC TOC

y su corazón no se abría...

ring ring
Ring Ring
RIng RIng
RINg RINg
RING RING

y su alma no contestaba...

fuuuu fuuuu
Fuuu Fuuuu
FUuu FUuu
FUUu FUUu
FUUU FUUU

y su cuerpo no se estremecía con su viento....

él golpeaba llamaba soplaba
ella no sentía no oía no se estremecía

él buscaba
ella no encontraba
él jugaba
ella no entendía
él vestía
ella iba descalza
él se iba
ella llegaba
él dormía
ella nunca lo hacía
él contaba
ella imaginaba
él reía
ella sonreía
él hacía
ella deshacía
él se concentraba
ella siempre lo intentaba
él trabajaba
ella desempleada
él del día
ella anochecía
él cercano
ella alejada
él metáfora
ella anáfora
él admiración
ella interrogación
él ortografía
ella onomatopeyas
él música
ella voz
y así se hicieron melodía....

SI QUIERES / Alfonsina Storni

Si quieres besarme...besa,
- yo comparto tus antojos-
mas no hagas mi boca presa,
¡bésame quedo en los ojos!

No me hablas de los hechizos
de tus besos en el cuello...
están celosos mis rizos,
¡Acaríciame el cabello!

Para tí mimo oportuno,
si tus ojos son palabras,
me darán, uno por uno,
los pensamientos que labras.

Pon tu mano entre las mías,
temblarán como un canario
y oiremos las sinfonías
de algún amor milenario.

Esta es una noche muerte
bajo el techumbre astral.
Está callada la huerta
como en un sueño letal.

Tiene un matiz de alabastro
y un misterio de pagoda.
¡Mira la luz de aquel astro!
¡La Tengo en el alma toda!
Silencio...silencio...¡Calla!

Hasta el agua corre apenas,
bajo su verde pantalla
se aquieta cabe la arena.

¡Oh! ¡Qué perfume tan fino!
¡No beses mis labios rojos!

En la noche de platino´
bésame quedo en los ojos...

Historia fantástica / Augusto Monterroso




Contar la historia del día en que el fin del mundo se suspendió por mal tiempo.

jueves, 15 de octubre de 2009

Venganza China / J. Mario


Los agentes secretos que me persiguen están ahora en las mismas cárceles en donde pensaban meterme.
Los novios que me abandonaron están casados con zarrapastrosos.
Los empresarios que vetaron mi solicitud de empleo han visto quebrar sus negocios.
La agencia de arrendamientos que pretendió entablarme juicio de lanzamiento fue cerrado por el gobierno.
El pisaverde que perjudicó a mi hermanita se ahogó en juanchaco.
Y la profesora que me hizo perder el bachillerato se ha puesto verde viendo mi nombre en el Larousse.

EL FIN DEL MUNDO / E. Escobar


Hoy soy feliz:
el sol se está apagando sobre el mundo.
Todo va a terminar.
La muerte es amarilla sobre el río.
El universo será un puñado de sal para el mar.
La luz se transformará en jabón para la cara.
Los automóviles dormirán en las esquinas
y esperarán convertirse en garzas.
Yo,
esperaré la invasión de las garzas
que vendrán a fabricar sus nidos
en el corazón de los semáforos.
La ciudad de cemento será una caja de cartón,
Sola y empolvada
inmóvil
terminando en todas las calles.
Adquiriendo la hediondez que se acumula en mis
Bolsillos.
Pero yo soy feliz
irremediablemente,
mientras la luz es vieja.

INSCRIPCIONES GRABADAS EN EL PECHO / Roberto Fernández Retamar


Yo te quiero Mamá
Rebeca soy tuyo
Luisa
Cuba sí yanqui no
Nené está contigo
M a l a
Escupiré sobre tu tumba
I love you Mother
Para siempre Patria o Muerte Vence
remos
Soy cubano
Hasta luego Vida
Rosa mi amor para ti

(Continúa en próximo pecho)

LA LUNA / JAIME SABINES



La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
para ser rico sin que lo sepa nadie
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

EL PRIMER HOMBRE MUERTO / RAÚL GONZÁLEZ TUÑON



Allí nomás, al lado de mi mano,
estaba el primer hombre muerto.
El primer hombre muerto que veo
en la guerra tremenda y desmedida.
Después del lanzabombas, después de caminar entre raíces
bajo un sol recaído y con ausencias
y mariposas súbitas y locas de balas fugitivas,
ví al muerto de pronto cerca de la trinchera
y estaba solo y seco como un brote de la tierra
definitivamente incorporado,
al lado de mi frente,
extendido y exacto como todo cadáver.
Venid a verlo,
está solo y no sabe, ha muerto ya y no sabe,
al lado de mi mano,
al lado de mi vida,
al lado de mi cuerpo sin cadáver,
al lado de mi sangre con cadáver corriendo desvelado,
al lado de mi próximo cadáver.
Yo sé que de sus huesos,
cuando le den la fosa,
de sus huesos caídos empezará a brotar la siempreviva.
Hace ya horas que está destruyéndose,
hace ya horas que está desplomándose
bajo un uniforme color tierra, como quiere la muerte.
Yo no tengo la culpa, el se destruye y se desploma
solo y seco
y hay un viento de acero que se cuela por las troneras
de los sacos terreros
y sobre todo y sobre los soldados y los jefes
y el vino y la comida y el diario de anteayer y las moscas,
el Olor del Primer Hombre Muerto.

FUNCIÓN SOCIAL DE LA POESÍA / JUANA BIGNOZZI




Si toda vida es referencia a nuestra vida
espero dejar una palabra
que ampare a alguien
en estas tardes inhóspitas de recuerdos.

Desencuentro de dos ancianos / Javier Villafañe


Una anciana caminaba durante todo el día y un anciano caminaba durante toda la noche. Nunca se encontraron. Es lógico. La anciana caminaba de día y el anciano caminaba de noche. Ella tenía los ojos del color de los árboles. El tenía la nariz aguileña y un bastón. Los dos tenían los mismos pájaros en distintas jaulas. Los dos eran viudos. Ella vio morir a su marido una tarde del mes de mayo. El vio morir a su mujer una mañana del mes de agosto. Los dos tenían sobrinos que jugaban al ajedrez. Pero, ¿cómo pueden encontrarse en la Ciudad de Buenos Aires, entre tantos millones de habitantes, una anciana que camina de día y un anciano que camina de noche?

En Montemar Silvia se preguntaba / Javier Villafañe



Cuando se mira
un espejo
en otro espejo
¿cuál es el espejo
que se mira
y qué ve un espejo
en el espejo
cuando el otro espejo
también lo está mirando?

El viejo titiritero y la Muerte / Javier Villafañe


Salió de su casa con el teatro al hombro. Iba silbando como todos los domingos y en el camino lo atajó la Muerte. Entonces, el titiritero sacó del bolsillo un títere casi tan viejo como él. Era el Anunciador. Lo calzó en la mano derecha —su acostumbrado cuerpo, su piel— y con la voz del Anunciador le dijo a la Muerte:

—Respetable señora, le ruego espere unos minutos. Él —y señaló al titiritero— jamás llegó tarde a hacer un espectáculo y quiere justificarse. ¿Comprende?

La Muerte dio un paso atrás.

El viejo titiritero guardó el títere en el bolsillo. Cruzó la calle. En la esquina había un teléfono público. Metió una moneda en la ranura, marcó un número y dijo:

—Habla el titiritero para disculparse. Hoy no puede hacer la función.

Volvió a cruzar la calle con el teatro al hombro. Sabía quién lo estaba esperando en la vereda de enfrente.

La mujer de albahaca / Armando Tejada Gómez


Así se hace el paisaje:
Póngale cielo arriba, cielo por dos mitades.
Un rebaño de nubes, un árbol solitario, ponga una raya al medio,
pero lejos, muy lejos, y déjeme quedarme en soledad por mirarla.
Por ver atardecer, porque sí, para nada, por ver volver las tórtolas simples, crepusculares,
déjeme en esta orilla, donde miro hacia adentro
y donde me padece como un niño la sangre, déjeme ser la greda,
yo me conozco el aire, entre ser y no ser, me da por ser callada.
Un bulto de silencio donde el viento se queda demorado.
De piedra, detenido un instante, él siempre deja un poco de polvo compañero.
Un arenal de adioses, un bailarín cansado, a quien hace mil años llamamos remolinos.
Y hace girar, girando sobre un pie a la distancia.
Así se hace el paisaje, de mirar el origen, cielo arriba los ojos y debajo la sangre
Tengo si es por tener, los sagrados oficios, tengo de hacer el pan,
de amasarlo temprano, de taparlo a la hora que el sol trepa a los pájaros.
Y dejarlo que crezca como un fruto en octubre lentamente,
a la sombra patriarcal de los árboles. Tengo si es por tener la leña del quebracho
que me caldea el horno desde lo rojo al blanco.
Tengo que cuando vienen los míos de la lluvia, tengo pan
y me suenan a trigo las enaguas. Tengo que si lo pongo como un sol en la mesa
mis hijos parpadean, ríen encandilados
hasta que traigo humeando una ollada de locro,
y mi hombre parte el pan sobre su pecho grande y ahí entre sus voces laboriosas y lerdas
miro caer la luna en lentas rebanadas.
Entonces, si me acuerdo, al paso del recuerdo, me acuerdo de a pedazos,
me acuerdo y no me acuerdo, voy llenando los platos ausente del sonido,
como mirando atrás, como atrás del pañuelo, y mientras vuelco el frito de pimentón al rojo
siento que de repente se derrumba el olvido, ay...
Y una se pasa el año soñando con la albahaca.....
Pasa que nunca pasa, el año mujeriego, una anda de soltera
sin levantar los ojos, y aprende entre las viejas el tacto de los ciegos.
Una guarda en la oreja algunas picardías, picaduras de abejas
en cuento de velorio, siembra albahaca a orilla de la acequia sonora
hasta que el carnaval suelta todos los toros y más luego
el Pujllay fusila la tristeza y una no sabe nunca quien le ardió la pollera.
La cosa es que una tiene de azufre los sentidos, y ahí nomás de espaldotas cae a la primavera.
Es diablo el carnaval, sabe todas las mañas, pellizca en los fortines inocentes de harina,
le chaya al pobrerío tanta alegría simple, que el miércoles nomás todo queda ceniza.
Después, vienen los lloros, vuelve lo cotidiano y si hay suerte,
una tiene quien le ronde las casas, más rápido que pronto hay que parar el rancho,
porque viene el otoño cansando la vidala.
Todo para juntar los míos en la mesa y contar lo que tengo con los dedos del alma.
Fueron largas las lunas y los hijos crecieron y la muerte no pudo darnos vuelta la taba.
Esta es la hora linda, todo vuelve a su sitio,
transparente el recuerdo, se quiebra en las cucharas,
todo se me figura como rezar a solas,
y es como si comiéramos dentro de una campana.
Atrás la noche espera parada en los nogales.
Y un aroma de albahaca, pasa arriba en el viento.

Mascaró, el cazador americano (Haroldo Conti)


un fragmento de la novela:..

"...¡Damas y caballeros!

¡Respetable público!

¡La función ha terminado!

Levantó un brazo, agradeciendo imaginarios aplausos, y agitó la pulsera de caracoles.

El murmullo atrajo con tal fuerza la visión del mar que el corazón le latió atropelladamente, las paredes se borraron, vio la luz cegadora del agua, una negra silueta que remontaba las olas y hasta sintió el viento cargado de sal que le hinchaba las narices. En realidad, la verdadera función empezaba recién ahora. Allá lejos, un barco cojonudo con un cañoncito montado en la proa y un ángel que hendía el agua esperaba por él.

Acababa de reconocer su camino."

TENGO / nicolás guillén


Cuando me veo y toco
yo, Juan sin Nada no más ayer,
y hoy Juan con Todo,
y hoy con todo,
vuelvo los ojos, miro,
me veo y toco
y me pregunto cómo ha podido ser.
.
Tengo, vamos a ver,
tengo el gusto de andar por mi país,
dueño de cuanto hay en él,
mirando bien de cerca lo que antes
no tuve ni podía tener.
.
Zafra puedo decir,
monte puedo decir,
ciudad puedo decir,
ejército decir,
ya míos para siempre y tuyos, nuestros,
y un ancho resplandor
de rayo, estrella, flor.
.
Tengo, vamos a ver,
tengo el gusto de ir
yo, campesino, obrero, gente simple,
tengo el gusto de ir
(es un ejemplo)
a un banco y hablar con el administrador,
no en inglés,
no en señor,
sino decirle compañero como se dice en español.
.
Tengo, vamos a ver,
que siendo un negro
nadie me puede detener
a la puerta de un dancing o de un bar.
O bien en la carpeta de un hotel
gritarme que no hay pieza,
una mínima pieza y no una pieza colosal,
una pequeña pieza donde yo pueda descansar.
.
Tengo, vamos a ver,
que no hay guardia rural
que me agarre y me encierre en un cuartel,
ni me arranque y me arroje de mi tierra
al medio del camino real.
.
Tengo que como tengo la tierra tengo el mar,
no country,
no jailáif,
no tennis y no yatch,
sino de playa en playa y ola en ola,
gigante azul abierto democrático:
en fin, el mar.
.
Tengo, vamos a ver,
que ya aprendí a leer,
a contar,
tengo que ya aprendí a escribir
y a pensar
y a reír.
Tengo que ya tengo
donde trabajar
y ganar
lo que me tengo que comer.
Tengo, vamos a ver,
tengo lo que tenía que tener.

ODA AL CALDILLO DE CONGRIO / pablo neruda




EN el mar
tormentoso
de Chile
vive el rosado congrio,
gigante anguila
de nevada carne.
Y en las ollas
chilenas,
en la costa,
nació el caldillo
grávido y suculento,
provechoso.
Lleven a la cocina
el congrio desollado,
su piel manchada cede
como un guante
y al descubierto queda
entonces
el racimo del mar,
el congrio tierno
reluce
ya desnudo,
preparado
para nuestro apetito.
Ahora
recoges
ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso,
huele
su fragancia iracunda,
entonces
deja el ajo picado
caer con la cebolla
y el tomate
hasta que la cebolla
tenga color de oro.
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya llegaron
a su punto,
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo
del océano
y por el agua clara
que desprendió la luz de la cebolla,
entonces
que entre el congrio
y se sumerja en gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se impregne.
Ya sólo es necesario
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa espesa,
y al fuego
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el caldillo
se calienten
las esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién casados
los sabores
del mar y de la tierra
para que en ese plato
tú conozcas el cielo.

Real Ejército del Surrealismo (Movimiento Armado con


13 deseos de año nuevo para cambiar la suerte

Fernando Buen Abad Domínguez y Patricia Perouch
Rebelión



Estos son tiempos difíciles que ponen a prueba la
fuerza del espíritu. Tiempos para rearmarse y
reentender nuestras luchas como una no-claudicación de
los sueños. Horas para templar el espíritu como quien
templa su espada para esas luchas duras que vienen.

Contra quienes intrigan, calumnian, hurtan,
asesinan... contra quienes mienten, traicionan,
humillan y extorsionan... contra quienes quieren
vernos deprimidos, agotados, agobiados... contra
quienes quieren vernos débiles, frágiles, inmóviles...
contra la depresión, la indiferencia y el inmovilismo.



Proclamamos una guerra nueva que logre, tarde o
temprano, vencer a la miseria, a los usureros, a los
mercachifles y a los traidores. Proclamamos una guerra
irrefutable e invencible: la guerra de la poesía más
rebelde.

Como nada tenemos solucionado, no tenemos verdades
absolutas, estamos en el camino y en pie de lucha,
fuertes y enamorados.

Sabemos a la perfección lo que se dice a nuestras
espaldas y se calla de frente. Sabemos qué se dice,
quién lo dice y para qué lo dice. No necesitamos
ejércitos de inteligencia que operen camuflados.



Sabemos defendernos, somos temerarios. Sabemos pelear,
estamos bien entrenados, no nos asustamos fácilmente y
no tenemos condescendencia con los enemigos.

A pesar de la pesadilla neoliberal, las deudas
externas, los empresarios y los banqueros... a pesar
de la violencia financiera, la dictadura monetaria, el
terrorismo fiscal... no será posible derrotarnos.
Desarrollamos una guerra de alta intensidad amorosa.
Estamos bien armados.

No creemos en discursos de mercenarios, no creemos en
las ilusiones del buen burgués, no creemos en las
buenas voluntades de algunos comerciantes, no creemos
en la simpatía de ciertos empresarios... no creemos en
la palabrería doctoral. Estamos hartos de este circo
brutal especialista en fabricar impunemente miseria y
payasadas. Quien aplaude este circo también es enemigo
nuestro.

No creemos en la "doble moral" que se auto elige como
modelo para los súbditos. No creemos en la moral de
los que ponen una cara en el negocio y otra en casa.
No nos gusta cómo se vive, queremos que vivan mejor
todos.



Por esto nos acusan de "comunistas", "autoritarios",
"plagiarios", "zurditos", "sindicalistas"... nos
acusan justamente quienes jamás dan la cara.

P e r m í t a s e n o s aclarar.

Somos Surrealistas en toda la extensión de la palabra
Amor Loco. ¿Está claro?
Júzguesenos sólo si traicionamos nuestro trabajo, si
robamos, si tomamos algo que no sea producto de
nuestro esfuerzo legítimo, si pretendemos enseñar lo
que no sabemos, si hacemos corrillos para amafiar
decisiones a espaldas de los interesados. Júzguesenos
si escatimamos un sólo minuto de esfuerzo para que
nuestro trabajo resulte lo mejor posible, júzguesenos
si usamos la intolerancia o la ignorancia para juzgar
a otros. Júzguesenos si traicionamos la coherencia, la
consistencia de nuestro pensar y hacer ideales,
sueños... programas.

Este año nuevo deseamos a quienes nos quieren y a los
que no (o no tanto):

1) Trabajo fértil, feliz, seguro y bien pagado.

2) Amor honesto, divertido, poderoso y creativo.

3) Salud física y mental, duradera, productiva y
reproductiva.

4) Inteligencia libre, comprometida con la libertad y
la justicia que no acepte la explotación ni la
esclavitud.

5) Unidad entre todos, amigos, parientes, socios,
compadres, gremios, pueblos y parejas.

6) Reconciliación con lo mejor de la humanidad,
superación de las pesadillas económicas, confianza en
la fuerza humana organizada.




7) Éxito sin existismo. Éxito sin pedantería, sin
petulancia sin triunfalismo. Éxito que dé éxito a
otros, con humildad sincera que es el único éxito
real.

8) Descanso... que todos tengan descanso, paz,
distensión, vacaciones, diversión inteligente y mucha
energía nueva.

9) Estudio, capacitación, aprendizaje. Intenso, nuevo,
refrescante, emocionante, lleno de futuro.

10) Reconocimiento y respeto por el trabajo, esfuerzo
y contribuciones en la mejoría de lo propio y lo ajeno

11) Ganas de luchar para que la cosa cambie, para que
nuestra suerte mejore, para un futuro menos incierto,
para que no nos venza la depresión.

12) Poesía para todo, mucha poesía... desde las
sábanas hasta los fideos, desde los libros hasta las
charlas, desde lo íntimo hasta lo público... todo y
viceversa para siempre.

13) Buena suerte, encanto, ángel, charm y todo lo que
signifique ese toque, ese algo azaroso real, mágico,
fantástico y maravilloso que hace de la vida, además
de moléculas organizadas... eso que hace
objetivamente, materialmente, que aquí y ahora,
merezca la pena vivirse.

R.E.D.S. (Real Ejército del Surrealismo)

Movimiento Armado con Poesía para Tomar el cielo por Asalto
Internacional Surrealista - Derechos Reversados.
Cualquier parecido con las coincidencias es pura realidad.

EL SURREALISMO AL SERVICIO DE LA REVOLUCIÓN





He aquí lo que queremos (por ahora):

1: Que emerja la Revolución desde el subconsciente más rebelde, que emerja de los instintos, de los huesos de los redaños... esté donde esté. Que emerja a toda costa vestida de sueños, de "automatismo psíquico", de amor, de sexo, de humor... de lo que se ponga a modo para movilizarnos, para salvarnos a nosotros mismos de este lodazal putrefacto, de esta barbarie, irracional, degenerada y asesina.

2: Que emerja la Revolución como poesía a toda costa, que dé el salto definitivo y que resuelva los problemas de la vida diaria. De una vez por todas.

3: Que emerja la Revolución como un estado de ánimo fresco, poderoso y espontáneo para que no nos falten fuerzas, para que esta lucha sea una fiesta y mil triunfos enamorados.

4: Que emerja la Revolución como moral de militante a cada minuto mejor fraguada en el crisol de la praxis revolucionaria. Que salga como moral de libertad y de pasiones, como moral de verdades y aventuras… una moral como la gente.





5: Que surja la Revolución como belleza nueva, convulsiva y sorprendente, Que emerja como luz y como epidermis para que dejen de gustarnos muchas cosas y comiencen a gustarnos otras. Que emerja como belleza convulsiva y que jamás vuelva a separarse de lo maravilloso. "Sólo lo maravilloso es bello".

6: Que emerja la Revolución como el amor a galope y a marejadas. Que se trepe a lomos de huracanes y arremeta contra todo lo que nos ha alienado. Que surja como volcán y como alborada, que toque las partes íntimas y las partes cósmicas. Que no deje títere con cabeza. Que haga de las suyas y que nos haga suyos para siempre.

7: Que emerja la Revolución como una magia con hechizos objetivos, que venga de la mano del azar y le de un vuelco magistral a las ciencias endurecidas, que venga la magia concreta, la magia del pensar y el hacer, la magia material y dialéctica… la que mueve montañas y corazones, la magia del deseo, la magia de la vida misma.

8: Que emerja la Revolución en todos los juegos y que se impulse entre carcajadas y alegría, que no haya tiempo límite ni reglamentos serios. Que no haya cansancio y no haya alevosía, que se pueda jugar como se ama y que se pueda amar como se juega. Que se pueda disfruta sin peligro y sin mediada, que la Revolución sea un juego en serio y que todo juego nos lleve la Revolución.

9: Que brote la Revolución como el humor y la risa, que se apropie de nosotros, que jamás nos deje, que deje sus huellas, que ande por todas partes desatada y juguetona, pícara y seductora. Que no se vaya jamás, que nos de su paz y su luz a toda costa, esta vez por todas las veces… va en serio.



10: Que salga la Revolución de donde esté con su ímpetu entre las convicciones más rebeldes para que nadie nunca nos someta nuevamente, para que nadie nunca vuelva a explotarnos. Que venga la Revolución de donde esté como voluntad dignificante y enigmática y ande por el mundo atesorando fuerzas para movernos todos hacia todos desde todos.

11: Que emerja la Revolución de donde debe emergen es decir de los corazones bien conectados con las razones. Que salga a florecer y a transformarse en hechos, que salga con su polen magnífico a preñar de futuro, sin retorno, todo cuanto nos falta por hacer.

12: Que avance la Revolución en nosotros todos, que se nos salga por la boca y por los ojos, que salga como enredadera en los tejados y los balcones, en los ojos y en los valles, en los paisajes y en los sueños. Que sea la imaginación en persona y la fantasía concreta.

13: Que triunfe la Revolución de todos, la más grande la verdadera, que pegue un salto cualitativo y gane tiempo, que no demore, que no escatime, que sea completa y que no repare en gastos. Una Revolución que llene el universo, que lo cambie y lo haga hermoso; una Revolución que sea poesía a todas horas, que sea trabajo feliz y fresco, que sea humor jovial, sexo seguro, amor amplio y cachondo, estremecimiento y parto diario. Una Revolución que además de ser definitiva sea permanente. Una revolución, pues, como la gente.



Esta Revolución será indómita o será nada. Hervidero de subversiones puntuales en el intervalo de los sístoles y los diástoles. Espejo abisal desembarcado en la realidad. Vuelco cósmico. Ofrenda perturbadora y alucinatoria cargada de renuncias y compromisos.

Revolución fuerza capaz de llevar en sí la única compensación perfecta a las miserias que soportamos.

Cualquier emoción y cualquier espontaneidad revolucionarias serán lucha de la pasión que encuentra su camino… "el destino eterno del hombre", destino nada místico más bien carnal, Revolución que extraerá su torrente de lo dado, de las operaciones humanas más verdaderas. Revolución que a pesar de las decepciones y de los fracasos nos llevará a dar el salto definitorio desde el reino de la necesidad hacia el reino de la libertad.

Es la más audaz de nuestras prerrogativas… esa que miramos fijamente a la altura de los astros. La Revolución que es para la mirada humana tan bella como el cielo que hemos de tomar por asalto. Revolución de aire puro y orgullo de pensamiento. Revolución como tizón que asciende y apresura encuentros. Revolución sol de encrucijada y amor que hunde su proa sideral en el horizonte.

Revolución como murmullo de flores en las temporadas más imprevistas. Revolución insólita llena de criaturas humanas que son ella misma. Revolución que se nos nace a nivel del corazón.

La Revolución remolino y brisa. La Revolución totalidad indivisible a la que nadie puede substraerse ni siquiera aquellos que desconfían de ella porque implica, también, una intervención interior. La Revolución no está fuera de nosotros, posee dirección, sentido, porque es nosotros mismos. La Revolución afirma el sentido de un modo paradójico: posee sentido porque va más allá, fuera de sí para ser permanente o será nada. Crecerá como un árbol, desde abajo, o será nada. Será mundial o será nada y hasta nueva orden todo cuanto signifique amor loco es revolucionario.

También.

La Revolución mantendrá despierto y vivamente solicitado al Amor que es su causalidad y que no puede ser comprendido sino ligándolo a la categoría de militancia objetiva y como forma de manifestación de la necesidad revolucionaria. La Revolución contiene esa sed de vagar al encuentro de todo aquello que mantendrá, para siempre, en comunicación con el amor loco, como si fuéramos llamados a reunirnos para siempre como iguales. No se trata de trances religiosos ni místicos, es en realidad, el Amor que cada vez pide ser descifrado de maneras nuevas y que tiene por objeto hacer que una cosa que no ha sido -pero que ha sido sentida violentamente, como pudiendo y debiendo ser-, se convierta en una cosa posible y que debe pasar, como la Revolución misma.

¿A qué tenéis miedo?
La Revolución que nace no es un engendro de la euforia. La Revolución ha probado que quienes se entregan a ella la disfrutan como un amor que es principalmente un placer ético, también lo es la alegría, el odio y la tristeza. Que suelen ir juntos a muchos lugares. Ante todo interesa que todo podamos aprender a multiplicar cualquier trance amoroso...como trance político de la Revolución..





En el corazón de la Revolución reposa el amor, la poesía, lo maravilloso. La vida no es un fluir lineal predestinado, fluye en estallidos hacia fuera gracias al amor con su erotismo, por eso los modos más elevados de comunicación deben ser acción y reflexión en el pensamiento poético revolucionario. La revolución, el acto de amor y el acto de poesía no son incompatibles. La comprensión de esta premisa complementa toda nuestra táctica y estrategia... mostrar al amor como una ceremonia (un lenguaje) que no se realiza a espaldas de la sociedad y que es una necesidad primordial para una vida que se dignifique en y con la lucha. Lucha en primera y última instancia con amor revolucionario en un mundo en transición hacia un amor revolucionario permanente. El amor es en nuestra definición guerrera, reconocimiento de la Revolución en la persona amada, es la libertad, es ceremonia, purificación y piedra de fundación: el misterio de la persona libre. La poesía se hace en el lecho como el amor. Sus sábanas deshechas son la aurora de las cosas. La poesía se hace en los bosques y en las fábricas, en las escuelas y en los límites.

Debe tener todo el espacio que necesite. Incluido el cielo.
Nada de esto es mucho pedir. Aguardamos la hora en que la humanidad entera, sea por las razones que sea, se decida a dictar la orden para su liberación definitiva, con sus mejores armas y sus causas justas.

Aguardamos sin distracción y con intervenciones.
Aguardamos con paciencia y con urgencia.
Aguardamos enamorados y esperanzados.
Aguardamos en acción y sin desbocarnos.
Aguardamos en la hora prima, tercia,sexta, nona y en maitines también.
Aguardamos la coincidencia, la organización y la movilización.
Aguardamos con un ojo al gato y otro al garabato.


Nada de esto es mucho pedir.

LO QUE IMPORTA / MIGUEL BARNET (Cuba)



La esperanza es el hombre
Hazim Hikmet

Ahora me acerco al cuerpo de la vida
donde lo único que importa es el hombre
Queda el peligro entre las sombras
y lo que importa es el hombre
Nunca como ahora el verano
o el cuello de la noche desgajado
Con los ojos como árboles
y el aliento del aire
un barco perdido
En una de mis manos
un barco perdido
Y una mitad de mi cuerpo que amanece
porque lo único que importa
es el hombre
En cientos de cabezas que llevo arrinconadas,
en la memoria y la alegría del agua,
en el mito que ampara la simiente
Queda el peligro entre las sombras
Y me acerco al cuerpo de la muerte
donde lo único que importa
a través del tiempo
y los escombros
es el hombre

LA VUELTA DE MAMBRÚ / Mario Benedetti


Por entonces Mambrú volverá de la guerra
Gerardo Diego

Cuando Mambrú se fue a la guerra
llevaba una almohadilla y un tirabuzón
la almohadilla para descansar después de las batallas
y el tirabuzón para descorchar efímeras victorias
también llevaba un paraguas contra venablos aguaceros y
palabrotas
un anillo de oro para la suerte y contra los orzuelos
y un llavero con la llave de su más íntimo desván
como a menudo le resultaba insoportable la ausencia de
la señora de mambrú
llevaba un ejemplar del cantar de los cantares
y a fin de sobrellevar los veranillos de san juan
un abanico persa y otro griego
llevaba una receta de sangría para sobornar al cándido
enemigo
y para el caso de que ése no fuese sobornable
llevaba un arcabuz y un verduguillo
asimismo unas botas de potro que rara vez usaba
ya que siempre le había gustado caminar descalzo
y un caleidoscopio artesanal
debido probablemente a que Marey Edison y Lumiere no
habian nacido aún para inventar el cine
llevaba por último un escudo de arpillera porque los de
hierro pesaban mucho
y dos o tres principios fundamentales mezclados con la
caspa bajo el morrión
nunca se supo cómo le fue a mambrú en la guerra
ni cuántas semanas o siglos se demoró en ella
lo cierto es que no volvió para la pascua ni para la navidad
por el contrario transcurrieron centenares de pascuas y
navidades
sin que volviera o enviara noticias
nadie se acordaba de él ni de su perra
nadie cantaba ya la canción que en su tiempo era un hit
y sin embargo fue en medio de esa amnesia
que regresó en un vuelo regular de iberia
exactamente el miércoles pasado
tan rozagante que nadie osó atribuirle más de un siglo y
medio
tan lozano que parecía el chozno de mambrú
por supuesto ante retorno tan insólito
hubo una conferencia de prensa en el abarrotado salón
vip
todos quisieron conocer
las novedades que traía
mambrú después de tanta guerra
cuántas heridas
cuántos grilletes
cuántos casus belli
cuántos pillajes
y zafarranchos de combate
cuántas invasiones
cuántas ergástulas
cuántas amnistías
cuántas emboscadas
y recompensas indebidas
cuántas cicatrices
cuánta melancolía
cuántos cabestrillos
cuántas hazañas
y rendiciones incondicionales
cuánto orgullo
cuántas lecciones
cuántos laureles
cuántas medallas
y cruces de chafalonía
ante el asedio de micrófonos
que diecinueve hombres de prensa
blandían como cachiporrass
mambrú
oprimido pero afable
sólo alcanzó a decir
señores
no sé de qué me están hablando
traje una brisa con arpegios
una paciencia que es un río
una memoria de cristal
un ruiseñor dos ruiseñoras
traje una flecha de arco iris
y un túnel pródigo de ecos
tres rayos tímidos y una
sonata para grillo y piano
traje un lorito tartamudo
y una canilla que no tose
traje un teléfono del sueño
y un aparejo para náufragos
traje este traje y otro más
y un faro que baja los párpados
traje un limón contra la muerte
y muchas ganas de vivir
fue entonces que nació la calma
y hubo un silencio transparente
un necio adujo que las pilas
se hallaban húmedas de llanto
y que por eso los micrófonos
estaban sordos y perplejos
poquito a poco aquel asedio
se fue estrechando en un abrazo
y Mambrú viejo y joven y único
sintió por fin que estaba en casa

"El cartero de Neruda" / ANTONIO SKARMETA


" Ahora te vas a la caleta por la playa y, mientras observas el movimiento del mar, puedes ir inventando metáforas.

—¡Deme un ejemplo!

—Mira este poema: «Aquí en la Isla, el mar, y cuánto mar. Se sale de sí mismo a cada rato. Dice que sí, que no, que no. Dice que sí, en azul, en espuma, en galope. Dice que no, que no. No puede estarse quieto. Me llamo mar, repite pegando en una piedra sin lograr convencerla. Entonces con siete lenguas verdes, de siete tigres verdes, de siete perros verdes, de siete mares verdes, la recorre, la besa, la humedece, y se golpea el pecho repitiendo su nombre». —Hizo una pausa satisfecho—. ¿Qué te parece?

—Raro.

—«Raro.» ¡Qué crítico más severo que eres!

—No, don Pablo. Raro no lo es el poema. Raro es como yo me sentía cuando usted recitaba el poema."

OIGAN / Vladimir Mayakosky


Oigan: si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?,
es que alguien desea que estén,
es que alguien llama perlas a esas escupitinas.
Resollando tormentas de polvo
del mediodía penetra hasta Dios,
teme haber llegado tarde, llora.
Le besa la mano carniseca,
implora que pongan sin falta una estrella,
jura que no soportará este tormento inestelar,
y luego anda preocupado,
aunque aparenta calma.
Dice a alguien:
Ahora no estás mal, eh?
A que ya no tienes miedo?
Oigan si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?
Es indispensable que todas las noches sobre los tejados
arda aunque sea una sola estrella.

Bolero / Julio Córtazar


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito que
solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

miércoles, 14 de octubre de 2009

 
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