Nocturno / julio cortázar


Tengo esta noche las manos negras, el corazón sudado
como después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo ha quedado allá, las botellas, el barco,
no sé si me querían y si esperaban verme.
En el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una sangría exploratoria, lo batió alegremente en cuatro sets.
Un bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi mujer sube y baja una pequeña escalera
como un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la ventana que tengo a mi espalda.

domingo, 22 de marzo de 2009

...como anticipado y lleno de certezas / korge


el azul balón de incrustaciones estelares
se desliza por el abierto espacio infinito.
La insular naturaleza eterna del espacio
revienta en la salina arena bañada
La rosa de los vientos permanece
con sus puntas mojada de agua de mar.

Subo, bajo, salgo y entro
me interno alegremente osado en laberinto
y de sus invisibles certezas me alimento.

Te digo preguntero, ese que te ocupa
en sus jardines me contiene.
Te contiene.
Nos.

Hay una solución / Jorge Falcone

No quiero ser como esos miserables,
indiferentes al descubrimiento cotidiano,
que abren los ojos y se beben
un día más, como si nada fuera.
Pretendo despertarme lentamente,
tomar conciencia de que el sol me entibia,
de que alguna fragancia se cuela en mis narices,
de que, sencillamente, estoy latiendo.
Parece mentira que pocos
se detengan a disfrutarlo:
Espera una jornada plagada de problemas,
pero hay una solución...
ESTAMOS VIVOS.

Venganza China / J. Mario (1980)


Los agentes secretos que me persiguen están ahora en las mismas cárceles en donde pensaban meterme.
Los novios que me abandonaron están casados con zarrapastrosos.
Los empresarios que vetaron mi solicitud de empleo han visto quebrar sus negocios.
La agencia de arrendamientos que pretendió entablarme juicio de lanzamiento fue cerrado por el gobierno.
El pisaverde que perjudicó a mi hermanita se ahogó en juanchaco.
Y la profesora que me hizo perder el bachillerato se ha puesto verde viendo mi nombre en el Larousse.


DECLARACION JURADA / álvaro yunque



La poesía, ¡suerte para la caótica y admirable humanidad!, no muere. No
morirá nunca. Siempre de su barro brotarán quijotes, poetas.

Babilonia en Ruinas por Jorge Falcone




De estos días aberrantes
recordaremos
la noche ardiente,
como cuando otra autoridad
decretó que lloviera fuego
y pedrisco infernal
sobre Sodoma y Gomorra.
De estos días genuflexos
recordaremos
a los hispanos que fueron al frente
por ser connacionales del Imperio.
De estos días canallescos
recordaremos
a los periodistas latinos que jugaron la parodia de consultarse
ante las cámaras de CNN.
De estos días de "daños colaterales"
recordaremos
el mercado hecho añicos
y la habitación 15 del
Hotel Palestina.
De estos días de prepotencia
recordaremos
la tanqueta de Mc Donalds
volteando
el milenario portalón de los
sumerios.

De estos días de obsceno embuste
recordaremos
las armas químicas que nunca aparecieron.
De estos días de traiciones
recordaremos
a los "irakíes libres"
de Rumsfeld
listos para virreynar.
De estos días sin justicia
recordaremos
la repartija de acciones petroleras
entre los socios de Dick Cheney.
De estos días de preparto
recordaremos
a los pueblos del mundo
movilizados
gritando NO en el rostro del texano.
De estos días de intransigencia
recordaremos
al campesino que bajó un helicóptero Apache
valuado en veintidós millones
con un fusil oxidado,
a las familias que volvieron del exilio no por bancar a un dictador
sino por salvar a su Patria,
a la mujer embarazada
que se inmoló contra tres marines,
al torcito que lloraba
en un hospital de campaña.
Acaso estos congéneres,
estos hermanos,
estos compañeros,
supieron desde un principio
que no tenían chance.
Pero pelearon.
Con palos.
Con piedras.
Con muñones.
Nosotros
TENEMOS EL DEBER
DE ENVIDIAR SU DERROTA.
Porque en aquel desierto
se batió la humanidad
en nombre nuestro.

quizás / álvaro yunque



Quizá este pibe mío que hoy llevo de la mano
Llegue a ser un poeta:
Cayó una estrella errante,
Ya el niño iba a correr para tomarla;
Pero yo lo detuve ¡Y él me miró asombrado!
¿No es cosa de poeta,
Y sólo de poeta, el asombrarse
Porque se le ha impedido correr tras de una estrella?

EL FIN DEL MUNDO / E. Escobar


Hoy soy feliz:
el sol se está apagando sobre el mundo.
Todo va a terminar.
La muerte es amarilla sobre el río.
El universo será un puñado de sal para el mar.
La luz se transformará en jabón para la cara.
Los automóviles dormirán en las esquinas
y esperarán convertirse en garzas.
Yo,
esperaré la invasión de las garzas
que vendrán a fabricar sus nidos
en el corazón de los semáforos.
La ciudad de cemento será una caja de cartón,
Sola y empolvada
inmóvil
terminando en todas las calles.
Adquiriendo la hediondez que se acumula en mis
Bolsillos.
Pero yo soy feliz
irremediablemente,
mientras la luz es vieja.

martes, 17 de marzo de 2009

INSCRIPCIONES GRABADAS EN EL PECHO / Roberto Fernández Retamar


Yo te quiero Mamá
Rebeca soy tuyo
Luisa
Cuba sí yanqui no
Nené está contigo
M a l a
Escupiré sobre tu tumba
I love you Mother
Para siempre Patria o Muerte Vence
remos
Soy cubano
Hasta luego Vida
Rosa mi amor para ti

(Continúa en próximo pecho)

Roberto Fernández Retamar, en "Buena suerte viviendo" (Cuba)

palomas de papel / macario


Palomas de papel


I
Advierto en su llanto
de ladina sirena
las lágrimas de la tragedia,
el dolor por la marea
azul,
el descenso del futuro
por las almas en pena
de la mascarada;
sin paz,
sin dolor,
y sin rostro.

(Una doncella vende su cuerpo
a un melómano precoz
por una chamarra de pana
y tres palomas de papel
en el cielo de un lugar
imaginario,
claro;
eterna joven
con melancolía de sobra;
a lo lejos
un semáforo verde precipita
el lamento de los cláxones
-ya no hay salvación- ;
la muerte en silencio
sigue el camino del sol,
mientras una pareja
esgrime sus almas
en un combate sin tiempo).

-Deberían prohibir el amor
alguien morirá tarde o temprano;
es un juego
no apto para menores.-

En su flujo no hay elección,
es tan lenta y fuerte
como irreversible y constante,
hay estampidas de elefantes por sus venas
esperando llegar a ningún lado,
hacen temblar su tierra,
su cielo;
clepsidra que gira haciendo
una espiral incontenible,
un remolino de emociones,
un orgasmo con el tiempo
destinado a morir de abandono
cuando la memoria se dificulte.


II
Atrapado
en la convergencia de los caminos,
arrastrando cadenas
de holograma
con defectos de fábrica;
soy yo mismo
-blanco prefecto-
el punto de reunión
del futuro y presente
con los puntos cardinales.

Atrapado
en mi privado universo,
contemplo la cólera del ruido,
las blasfemias al oído
del sordo
y los aplausos del repudiable
-hay miles de formas
de matar a un hombre
mi muerte se acerca-
pero tengo hambre
de luz,
de calor,
del viento
del siglo pasado,
del venidero;
hambre de La Palabra,
hambre del Verbo.

Atrapado
como agua de la presa
al aire libre,
estoy harto de risas
de peces fantasmas
extraviados del infierno
del sinsabor,
del aullido de la noche en medio del mar.

Atrapado
en las sombras de un árbol gigante,
la impúdica doncella se me ofrece
con su risa
barata y reluciente
plagada de colmillos arcaicos
visibles solo
con el espejo del alma
y los ojos del suicidio.

Atrapado
en un alhajero
entre joyas de fantasía
me disimulo,
me disgrego,
me hundo para sobrevivir
-puedo y no quiero
morir de calido frió-;
el agua tibia me asquea,
los sonsonetes del mercado
me revientan el hígado,
yerro el verbo
y me desangro;
así riego mi tierra con poesía,
me siento junto al tiempo
a esperar el verano
en que su fruto maduro
alivie mi deseo.

Atrapado,
pero no preso;
porque tengo copias
de las llaves de San Pedro,
palomas de papel
que arrullan en silencio,
y una vela
que enciendo de tiempo en tiempo
para ahuyentar las secuelas
del olvido
con sus finanzas
y sus mundos,
con sus miedos
y sus secretos.


III
Su llanto coagula
en la ventana;
detrás,
espasmos desaforados
de guerra civil con sus maquetas;
Ella en trance,
pero ilesa,
virgen,
inmaculada ramera
de diez mil poetas;
en cada sacudida,
un destello,
un indicio,
un guiño para este
explorador niño
con ocasos en las sienes
y sueños de arrabal.

Ella, entre la danza de las hojas,
vuelve a su estado original,
al vientre de la tierra seca,
al concreto;
mas allá:
al amor,
al deseo.

Yo, minúsculo,
rebusco en mis cajones
la caricia que alivie la añoranza,
la fotografía que perdí
una noche de verano y tres
palomas de papel
con un beso suyo
en cada pluma,
cuando noctámbulo,
recorría sus calzadas guareciéndome del frío
en sus cálidos rincones,
cuando amé,
cuando en su vientre sufría el desvelo
entre lágrimas,
susurros ,
poco antes
que su olvido me alcanzara.

Ahora ella me mira
y yo la miro;
y en este intercambio de silencios
se escucha el eco
de cañones
y besos.

Que arda Troya
no importa.
Si un día
mi verbo se nombra en la historia
de ésta amnésica joven
que ama y olvida los versos
que seguirán vibrando
en el torrente de sus venas
junto con el vuelo
de mis palomas de papel.

SÁLVENME DE SER BUENO / Jorge Falcone


No vayan a enterrarme
debajo de esas frases
como "fue un buen marido",
"buen padre", "buen amigo";
en fin,
un "hombre probo".
¡Sálvenme de ser bueno!
Que rece el cartel:
Yace aquí el más grande hijo de puta.
Nos dio trabajo.
Rara vez decía que sí.
Cuando no lo sostuvo el afecto,
el odio,
ese sentimiento imperdonable, lo sostuvo.
A todas les miró el culo
(propias y ajenas).
Educó a sus hijos
para que no hicieran caso.
Puteó hasta la última baba.
Nunca quiso arrodillarse.
En pocas palabras,
fue un sujeto impresentable.

de Te sigo buscando, Liberación, 1987



Jorge Falcone (1953). Poeta nacido en La Plata, provincia de Buenos Aires, donde reside. Cursó estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes. Colaboró en revistas políticas y culturales. Su obra fue seleccionada para integrar importantes antologías: "Segunda antología de la poesía joven argentina" y "Diagonales, tilos y... poetas" entre otras. Es la suya una poesía directa, precisa, que no le teme a la contundencia de la palabra, y refractaria a todo alambicamiento. "Piedra libre para todos mis compañeros", "Te sigo buscando, Liberación", "Poemágicos", "La esquina del universo", son algunos de sus poemarios editados.

homenaje a blanca varela


NADIE NOS DICE

Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta

----oOo---

LA MUERTE SE ESCRIBE SOLA

la muerte se escribe sola
una raya negra es una raya blanca
el sol es un agujero en el cielo
la plenitud del ojo
fatigado cabrío
aprender a ver en el doblez
entresaca espulga trilla
estrella casa alga
madre madera mar
se escriben solos
en el hollín de la almohada

trozo de pan en el zaguán
abre la puerta
baja la escalera
el corazón se deshoja
la pobre niña sigue encerrada
en la torre de granizo
el oro el violeta el azul
enrejados
no se borran
no se borran
no se borran


------oOo..----
MEDIA VOZ

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
esta el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego.

---oOo---

AQUELLA TORTURADA NUBE...

V
Aquella torturada nube parecía tan firme,
ambulando,
desgarrando,
chocando con masas de ángeles.

Cóncava,
valva de nieve y soledad,
de trajín y música constante,
de arena, de resplandor
y fuga,
desierto etiope
en un tutti de gemidos
y sorpresa.

Tan exacta
sobre el laberinto de la pupila,
color perdido
de vieja misiva,
terrible silencio
de quien ha sacudido el aire
y conoce el vado de los sollozos.
Continuaba,
migradora,
llave del torbellino
como una gota pura
preñada de su propia existencia.

---oOo---



CURRICULUM VITAE
digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora.


---oOo---


DESTIEMPO

I
Se fue el día,
las escamas del sueño giran.

Todo desciende,
la noche es el tedio.

En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.
Caen las lívidas hojas de tu frente,
Te alejas, negra burbuja sin destino.

Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas
retienen tu cuerpo helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza, inunda praderas,
salta de las ventanas como un rojo sonido
y todo esto no es sino el otoño.

domingo, 15 de marzo de 2009

CANTO AL ESTRÓGENO / Gioconda Belli



Todavía es el tiempo de la desigualdad
de la mirada torva, el grito y la mano alzada
el ojo de la mujer soporta y graba en sus pupilas
la iniquidad
¿de dónde llega esta violencia
a las costas de estos brazos
acostumbrados a la caricia y al acurruco?


¿Qué es lo que en nosotras despierta al lobo
que aún habita en las entrañas del hombre,
esa furia ciega que no detienen súplicas, razones
o la memoria del primer rostro acogiéndolos a la vida?


Nuestra belleza, la abundancia, la generosidad
de curvas y pechos,
la piel suave,
¿qué esconde en su frágil envoltura
que así provoca en ellos la saña y la muerte
la violación y el rapto?


Cantemos, hermanas, por quienes así
se pierden de nosotras
y no pueden consigo mismos
Los que temen el estrógeno de nuestras entrañas.


Crecemos.


Los vemos achicarse en su temor.
Nuestro instinto busca arrullarlos como niños
Ofrecerles el perdón de los adultos
No queremos más que midan su estatura
midiéndose con nuestra sumisión
No queremos que apuntalen su nombre
sobre nuestra obediencia.


Como si vieran llegar un ejército enemigo
se atrincheran en sus vanas certidumbres gastadas
Una marejada de embistes y golpes
lanzan contra nuestros reclamos
Hacen escarnio de nuestras luchas por decir basta
por plantarnos en el suelo
y enderezar la espalda.


En tanto nosotras avanzamos como un río
las hormonas encontrando su cauce
Somos el agua fuerte
que se sacude las lágrimas inútiles
y se despoja del cansancio de llorar.
Ya miles hemos alcanzado la costa
Nos contamos por centenares
Descalzas, dejamos nuestras huellas en la arena
nos tomamos el territorio negado.
Ahora venimos a la vida con el desafío y la desobediencia en la boca
Rechazamos los mandamientos
con que en nombre del amor y el parto nos sometieron.


Anfibias
a contracorriente entre el agua y la tierra
mucho tiempo ya nos ocultamos
en las grutas quietas
de la domesticidad y el silencio
Pero aún con el agua al cuello
no nos ahogamos.
Ahora nos alzamos con caballitos de mar en las manos
Cantando y vociferando
Deshaciendo gozosas
el muro que alzaron para separarnos.
Cantemos hermanas
No paremos de cantar
Sea su violencia la prueba final de nuestro avance
cicatriz guardada en nuestra múltiple piel
Las sirenas han recuperado las piernas.
Andaremos, andaremos, andaremos
Lavaremos el mundo
con el agua viva
de nuestra dulce, redentora, tenaz,
mansedumbre
Para sanarlo
Para que sobrevivamos.

8 de Marzo, 2009

X parte médico y/o de guerra (por Quintín Cabrera)


18 de enero de 2009

Yo deseaba que este “parte”
-que ya es el número diez-
anunciara de una vez
la operación y, con arte,
explicaros el descarte
del pulmón que ya no vale,
que se acabaron mis males
y el futuro viene rosa.
Pero hay que esperar, la cosa
no da para euforias tales.

Para mejor, gradualmente,
soy más planta que persona
paso sentado y la zona
de los glúteos lentamente
se ha transformado en un ente
rebelde y con vida propia.
Mis sentidos, en la inopia,
no puedo ni caminar
y no hablemos de cantar…
No soy yo, soy una copia.

Este año empieza mal.
Veremos si bien acaba
y brindaremos con cava
si llegamos al final.
Yo sigo siendo un chaval
pues ya perdí veinte quilos.
¡Sin dietas! Estén tranquilos
porque a nadie recomiendo
que pierda peso sufriendo.
Las tragedias, para Esquilo.

Como ven, ya ni me quejo
¿de qué me voy a quejar?
porque es hablar por hablar
recibir o dar consejos.
Ya llegué a bastante viejo
(aunque quiera vivir más)
en este mundo jamás
sabemos cuánto duramos
la vida nos la jugamos
frecuentemente, además.

Así trascurren mis días
más que abatido, aburrido.
Me canso, pero no ha sido
porque me falte alegría
es porque esta pena mía
de vivir con poco fuelle
me ha hecho acatar las leyes,
a no ser indiferente.
y oxígeno dependiente
más tranquilo que los bueyes.

La doctora está confiada
-eso vale un Potosí-
pero, Amigos, sigo aquí
y nunca me pasa nada
sólo espero una llamada
y el teléfono no suena.
Tengo la cabeza llena
de teorías delirantes
esperando que un donante
me libre de esta condena.

De momento, he aprovechado
para arreglarme los piños*
y comprobar el cariño
que mucho me han demostrado
mis deudos. En todos lados
me han tratado con sincera
amistad, que reverbera
como un sol donde se exponga.
Y aquí acaba su milonga
su amigo Quintín Cabrera.


*Piños- Así llaman coloquialmente en Madrid a la dentadura (y a los dientes)

mi primera guitarra / josé conde


(para Martha, la mamá de Sam)

Mi primera guitarra
de larga cabellera
y amplias caderas
y sabor en sus labios
de cálida morena.

Mi primera guitarra
de preciosa madera
y cuerdas de seda
Un día me dio
sus mejores acordes
su alma llanera.

Mi primera guitarra
la de nunca
la de siempre
la del canto triste
la del canto alegre.

Mi primera guitarra
de futuros y presente
la memorable
Mi primera guitarra
del verso ardiente
la inolvidable.

Berlín, 13 de marzo de 2009

un recuerdo para quintín cabrera / alberto montoya


Mi querido hermano Quintín aún no despego los ojos
y leo que ya no estás, que te venció la biología,
que tu cuerpo no aguantó ese combate entre la disnea
y el latido y se derrumbó dejándonos huérfanos de tu voz,
de tu apasionada mirada, de tu presencia.

Me viene a la memoria aquellos años,y digo años
porque eso le parecía a mi madre que nos chillaba:
"otra vez la de señor presidente, ya me teneis hasta
el coño con el señor presidente" o aquella vez en
los garajes de los autobuses Saltua, cuando estábamos
firmemente convencidos de que podíamos hacer algo grande
y la juventud nos llenaba el corazón y nos enviaba al horizonte.
Paraste de cantar y te dirigiste a mi compañera y a mi
invitándonos a hacer los coros desde el escenario,jajajajaj
nos quedamos petrificados pero decidimos seguir en la sillas.

Has ido con tu guitarra de aquí para allá,nos dejaste unas pocas muestras
de tu valía,como decía Silvio no estuviste en el mercado grande de la palabra,
lo tuyo fue un testimonio de tu paso que otros hemos recogido y cantado, y reido y gozado.

Estoy triste hermano, creí que superarías este envite de la muerte
pero no ha sido posible y esta mañana uniré tu memoria a la de mi madre,
a la de mi hermano que ponía vuelta y vuelta aquel magullado vinilo
en un destartalado pickup, a la mía propia que al borde de los 50 años
no voy a celebrar tu muerte sino tu vida, la huella digna de quien no cejó
de estar en su puesto en primera línea de la trinchera.

Una copa de vino por Quintín!!
Un abrazo eterno a su memoria.

milonga / recuerdo emocionado de quintín cabrera...


No me pregunten quien soy
ni si me habian conocido
los sueños que habia querido
crecerán aunque no estoy.
Yo no vivo pero voy
en lo que andaba soñando
y otros que siguen peleando
harán nacer otras rosas:
en el nombre de esas cosas
todos me estarán nombrando.

.../...

Mi tumba no anden buscando
porque no la encontrarán
mis manos son las que van
en otras manos tirando.
Mi voz la que está gritando,
mi sueño el que sigue entero
y sepan que solo muero
si ustedes van aflojando
porque el que murió peleando
vive en cada compañero.

TEXTO:Carlos María Gutierrez
MÜSICA:José Luis Guerra

los olvidados / Quintín Cabrera


Cada trozo de presente que pisamos,
tiene mucho de la sangre, de los huesos,
de aquellos que nos precedieron en el amor, la lucha y en el tiempo.

Por eso reivindico la memoria
de todos aquellos que cayeron
y de quienes se ven arrinconados:
los que no tienen nada porque
todo lo dieron.

POR QUÉ AMO TU LOCURA... / Eduardo Milán



¿Por qué amo tu locura,
tu desparpajo, tu falta
de reloj y tus atajos
cuando estoy prácticamente a punto
de caer de cabeza en el abismo?

O sea en ti. Pero no sólo
eso: hay mucho más de ti que quiero
y no revelo. Esa lámpara
que enciendes en el fondo.

pies / elsy maría


Duermo con los pies enredados
en el tejido de tu piel.

Se asombra, la noche
con los pies cansados por el barro.

Ellos llegan de las vastas noches,
de hojas obscuras y silencios redoblados.

Pies que marchan,
pies obreros
pies gastados por la rabia,
pies juveniles, pies de madres,
pies de machos,
pies labriegos.

Todos con afán
Afán de amores,
Afán de lucha,
Afán de entrega.

Es el viento que arrastra,
los pies del hambre.

Saltan mis pies
del tejido de tu piel.

Salgo de tu cuerpo y...
Me ayudas con el traje.

Lo tejí con hilos de esperanza.

Llego a la multitud.
Allí están los pies,
alumbrando la tierra.
Están, en huelga... los obreros.



texto e imagen tomado de la página de elsy:
http://mujerestrova.ning.com/profiles/blogs/2216368:BlogPost:5204

me declaro en rebeldía / alberto montoya

no es que me la pase de idólatra, ni me quiera demasiado... pero es imposible omitir las palabras de mi duende cuando me regaló este poema el día de mi cumpleaños 31...


mi querida Cheqa
el otro día cuando escribí Benditas sean
además tomé notas para dos poemas más
curiosamente uno de ellos será el último del libro!!!!
estos duendes tan anárquicos y sorprendentes jajajajja
el caso es que me produjo una alegría y un placer enorme,
una felicidad como si creciera en el aire tras escribir esto,
el viaje que emprendí en el libro se cierra ahí, es verdad pero no lo sabía
y es una luz que viene para recordarnos quién es el único enemigo que tenemos en esta vida


Y este es mi regalo de hoy para tí
como decía celaya no son versos tallados ni pulidos,
solo son palabras de urgencia que salieron como un aviso,
como una luz,un faro provisional al filo de carreteras imposibles,

es solo un bosquejo,una idea plasmada primitivamente
aunque quizás no haya más que agregarle
y aunque sabes que los bocetos apenas suelo compartirlos,
siempre hay una excepción
y hoy me apetece hacerla para enviarte este regalo



ME DECLARO EN REBELDÍA

Quiso la noche concertarme una cita,
hombre o mujer?,dama sin colores,dijo,
¿qué tramas,qué acertijo es este?
ah,vieja alcahueta,qué propones?
qué locura invisible tejes?

Un encuentro cara a cara
con la Vieja Dama,
yo muerto de risa,
ella seria de muerte,

no sé qué quería esta gran puta,
madre de todos los entuertos,
pero entre trago y trago
le dije mientras me levantaba:

vendrás por mí
y me hallarás
y me llevarás
a tu mar oscura

pero debes saber
una cosa
ya para siempre
y tenlo en cuenta,

de tu oficio y tus ministerios,
de tus gobiernos,holocaustos y harenes
me declaro en rebeldia

vivo o muerto debo fundar nuevos retos
y aquí dejo uno a uno mis versos
por sobre los siglos de los siglos de tu vida.

No saben?,se llevó un susto de muerte.

Las Mujeres de mi generación / Luis Sepúlveda Calbucura


Las mujeres de mi generación abrieron sus pétalos rebeldes
de rosas, camelias, orquídeas u otras yerbas, de saloncitos tristes, de casitas burguesas, de costumbres añejas,
Sino de yuyos peregrinos entre vientos. Porque las mujeres de mi generación florecieron en las calles,
en las fábricas se hicieron hilanderas de sueños,
en el sindicato organizaron el amor según sus sabios criterios
Es decir, dijeron las mujeres de mi generación, a cada cual según su necesidad y capacidad de respuesta,
como en la lucha golpe a golpe en el amor beso a beso.
Y en las aulas argentinas, chilenas o uruguayas
supieron lo que tenían que saber para el saber glorioso
de las mujeres de mi generación.
Minifalderas en flor de los setenta,
las mujeres de mi generación no ocultaron ni las sombras
de sus muslos que fueron los de Tania. Erotizando con el mayor de los calibres
los caminos duros de la cita con la muerte.
Porque las mujeres de mi generación
bebieron con ganas del vino de los vivos
acudieron a todas las llamadas
y fueron dignidad en la derrota.
En los cuarteles les llamaron putas y no las ofendieron
porque venían de un bosque de sinónimos alegres:
Minas, Grelas, Percantas, Cabritas, Minones, Gurisas, Garotas,
Zipotas, Viejas, Chavalas, Señoritas Hasta que ellas mismas escribieron la palabra Compañera
en todas las espaldas y en los muros de todos los hoteles. Porque las mujeres de mi generación
nos marcaron con el fuego indeleble de sus uñas
la verdad universal de sus derechos.
Conocieron la cárcel y los golpes
Habitaron en mil patrias y en ninguna
Lloraron a sus muertos y a los míos como suyos
Dieron calor al frío y al cansancio deseos
Al agua sabor y al fuego lo orientaron por un rumbo cierto. Las mujeres de mi generación parieron hijos eternos,
cantando Summertime les dieron teta,
fumaron marihuana en los descansos,
danzaron lo mejor del vino y bebieron las mejores melodías Porque las mujeres de mi generación
nos enseñaron que la vida no se ofrece a sorbos compañeros,
sino de golpe y hasta el fondo de las consecuencias.
Fueron estudiantes, mineras, sindicalistas, obreras
artesanas, actrices, guerrilleras, hasta madres y parejas
en los ratos libres de la Resistencia Porque las mujeres de mi generación sólo respetaron los límites que superaban todas las fronteras.
Internacionalistas del cariño, brigadistas del amor,
comisarias del decir te quiero, milicianas de la caricia.
Entre batalla y batalla
las mujeres de mi generación lo dieron todo
Y dijeron que apenas eso era suficiente
Las declararon viudas en Córdoba y en Tlatelolco
Las vistieron de negro en Puerto Montt y Sao Paulo
Y en Santiago, Buenos Aires o Montevideo
fueron las únicas estrellas de la larga noche clandestina. Sus canas no son canas
sino una forma de ser para el qué hacer que les espera.
Las arrugas que asoman en sus rostros
dicen he reído y he llorado y volvería a hacerlo.
Las mujeres de mi generación
han ganado algunos kilos de razones que se pegan a sus cuerpos,
se mueven algo más lentas cansadas de esperarnos en las metas.
Escriben cartas que incendian las memorias.
Recuerdan aromas proscritos y los cantan.
Inventan cada día las palabras y con ellas nos empujan
Nombran las cosas y nos amueblan el mundo
Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar
Nos convocan y nos paren sobre la mesa dispuesta.
Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad
Y la prudencia se transforma en vergüenza.
Las mujeres de mi generación son como las barricadas:
Protegen y animan, dan confianza y suavizan el filo de la ira. Las mujeres de mi generación son como un puño cerrado
que resguarda con violencia la ternura del mundo.
Las mujeres de mi generación no gritan porque ellas derrotaron al silencio.
Si algo nos marca, son ellas.
La identidad del siglo son ellas.
Ellas: la fe devuelta, el valor oculto en un panfleto
el beso clandestino, el retorno a todos los derechos
Un tango en la serena soledad de un aeropuerto,
un poema de Gelman escrito en una servilleta
Benedetti compartido en el planeta de un paraguas,
los nombres de los amigos guardados con ramitas de lavanda
Las cartas que hacen besar al cartero
Las manos que sostienen los retratos de mis muertos
Los elementos simples de los días que aterran al tirano
La compleja arquitectura de los sueños de tus nietos.
Lo son todo y todo lo sostienen
Porque todo viene con sus pasos y nos llega y nos sorprende. No hay soledad donde ellas miren
Ni olvido mientras ellas canten.
Intelectuales del instinto, instinto de la razón
Prueba de fuerza para el fuerte y amorosa vitamina del débil.
Así son ellas, las únicas, irrepetibles, imprescindibles
sufridas, golpeadas , negadas pero invictas
mujeres de mi generación

Canción de la mujer / Bertolt Brecht


De noche junto al río en el oscuro corazón de los arbustos
a veces vuelvo a ver su rostro, el de la mujer que amé: mi
mujer, que murió.

Hace ya muchos años, y a ratos ya no sé nada de ella, la
que antes lo fue todo, pero todo se marchita.

Y ella era en mí como un pequeño enebro en las estepas de
Mongolia, cóncavas, con el cielo amarillo pálido y de gran tristeza.

Vivíamos en una cabaña negra junto al río, Los mosquitos
solían perforar su blanco cuerpo, y yo leía el periódico
siete veces o decía: tu pelo tiene un color sucio. O: no tienes corazón.

Pero un día, cuando estaba yo lavando mi camisa en la
cabaña, ella se acercó a la puerta y me miró y quería salir.

Y quien le había pegado hasta cansarse, dijo: ángel mío.

Y quien le había dicho te quiero la condujo fuera y
riendo miró al aire y alabó el buen tiempo y le dio la mano.

Como ya estaban afuera, al aire libre, y la cabaña estaba
desierta, cerró la puerta y se sentó tras el periódico.

Desde entonces no la he vuelto a ver, y de ella sólo quedó
el gritito que dio cuando por la mañana volvió a la puerta que
ya estaba cerrada.

Ahora la cabaña se ha podrido y mi pecho está relleno de
papel de periódico y por las noches tumbado junto al río en
el oscuro corazón de los arbustos me acuerdo de ella.

El viento lleva olor a hierba en el pelo y el agua grita sin
fin pidiendo calma a Dios, y en mi lengua tengo un sabor amargo.

Yo misma fui mi ruta / Julia de Burgos


Yo quise ser como los hombres quisieron
que yo fuese: un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies, planos sobre la tierra promisora
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas
para alcanzar el beso de los senderos nuevos.

A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.

Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía se separaba más
y más y más de los lejanos horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la espresión que le venía
de adentro, la expresión definida que asomaba
un sentimiento de liberación íntima;
un sentimiento que surgía del equilibrio sostenido
entre mi vida y la verdad del beso de los senderos nuevos.

Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia, de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.

Y fui toda en mí como fue en mí la vida…
Yo quiese ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida; un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos, se me torció el
deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.

lección / jairo aníbal niño


LECCION

-Paula, ¿usted sabe qué es es una oveja?
-Sí. La oveja es una nube con paticas.


¿QUÉ ES EL GATO?

El gato
es una gota
de tigre.


¿QUÉ ES EL RÍO ?

El río
es un barco
que se derrritió.


¿QUÉ ES LA GAVIOTA?

La gaviota
es un barquito de papel
que aprendió a volar.


¿ QUÉ ES LA TRISTEZA?

La tristeza
es un ajedrecista
que siempre juega
con las piezas grises.

Jairo Aníbal Niño (Colombia)

galeanoetitis....................

el derecho a soñar....



pájaros prohibidos...



Los inmigrantes en el mundo...

sábado, 7 de marzo de 2009

galeanoetitis...........

los nadies...

galeanoetitis......

galeano y su visión del mundo actual....


galeanoetitis...
















galeanoetitis


VENTANA SOBRE EL CUERPO

La iglesia dice: El cuerpo es una culpa
La ciencia dice: El cuerpo es una máquina
La publicidad dice: El cuerpo es un negocio
El cuerpo dice: yo soy una fiesta

Las palabras andantes, Eduardo Galeano


LA NOCHE/1
No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta

LA NOCHE/2
Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desdúdeme.

LA NOCHE/3
Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

El libro de los abrazos, Eduardo Galeano


EL MIEDO

Esos cuerpos nunca vistos los llamaban, pero los hombres nivakle no se atrevían a entrar. Habían visto comer a las mujeres: ellas tragaban la carne de los peces con la boca de arriba, pero antes la mascaban con la boca de abajo. Entre las piernas, tenían dientes.

Entonces los hombres encendieron hogueras, llamaron a la música y cantaron y danzaron para las mujeres.

Ellas se sentaron alrededor, con las piernas cruzadas.Los hombres bailaron durante toda la noche. Ondularon, giraron y volaron como el humo y los pájaros.
Cuando llegó el amanecer, cayeron desvanecidos. Las mujeres los alzaron suavemente y les dieron agua de beber.

Donde ellas habían estado sentadas, quedó la tierra toda regada de dientes.

Memoria del fuego 1, Los Nacimientos, Eduardo Galeano

La vida según Galeano -Mujeres-





El siguiente texto, es una transcripción literal de lo expuesto oralmente por Eduardo Galeano en: "La vida según Galeano" , en un nuevo ciclo del canal Encuentro.

MUJERES

San Juan Crisóstomo decía: "Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía: "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre".
La iglesia Católica, les prohíbe la palabra.
Los fundamentalistas musulmanes, les mutilan el sexo y les tapan la cara.
Los judíos muy ortodoxos empiezan el día agradeciendo: "Gracias Señor por no haberme hecho mujer".


Saben cocer.
Saben bordar.
Saben sufrir y cocinar.

Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.

Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.
Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos.

Para elogiar a un prócer se dice: "Detrás de todo gran hombre hubo una mujer", reduciendo a la mujer a la triste condición de respaldo de silla.

Hoy voy a contarles, a mi modo y manera, algunas historias de mujeres que no siempre coinciden con éste identikit.


Mujeres

Están allí pintadas las paredes, los techos de las cavernas; alces, bisontes, figuras que vienen de eso que llaman Prehistoria; caballos, fieras, hombres, mujeres que no tienen edad. Fueron pintadas, pintados, hace miles y miles de años, pero nacen de nuevo cada vez que alguien las mira.
Y uno se pregunta: ¿Cómo pudieron ellos, nuestros remotos abuelos pintar de tan delicada manera?, ¿Cómo pudieron aquellos brutos que peleaban mano a mano con las fieras más feroces, crear esas figuras tan, tan plenas de gracia, esas mágicas obras volanderas que se escapan de la roca y por los aires vuelan?, ¿Cómo, cómo pudieron ellos?... ¿O eran Ellas?

Puntos de vista / 1

Si Eva hubiera escrito el génesis... ¿Cómo sería la primera noche de amor del género humano?. Eva hubiera puesto algunos puntos sobre las ies; quizá, digo yo, no sé, hubiera aclarado que ella no nació de ninguna costilla, que no conoció a ninguna serpiente, que no ofreció nunca ninguna manzana a nadie y que nadie le dijo que: "Parirás con dolor" y "Tu marido te dominará"... Y que todo eso, diría Eva, no son más que calumnias que Adán contó a la prensa.

Puntos de vista / 2

Si las Santas, y no los santos, hubieran escrito los Evangelios... ¿Cómo sería la primera noche de la era cristiana?. Las Santas hubieran contado que estaban todos de muy buen humor; todos: la Virgen, el niño Jesús resplandeciente en su cuna de paja, el buey, el asno, los Reyes Magos recién venidos de Oriente y hasta la estrella que los había conducido a Belén... Todos, todos contentos, menos uno. San José, sombrío, murmuró: "Yo quería una nena".


Hildegarda

En el año 1234 la religión católica prohibió que las mujeres cantaran en las iglesias. Las mujeres, impuras por naturaleza, ensuciaban la música sagrada que solo podía ser entonada por niños varones o por hombres castrados. Esta pena de silencio rigió durante siete siglos, siete siglos y pico, hasta que, con el siglo XX, hace un rato nomás, las mujeres pudieron cantar en las iglesias solas o en coros. Poco antes de que se pusiera en marcha esta prohibición contra las hijas de Eva, hubo una monja llamada Hildegarda, que dirigió un convento a las orillas del Rin, en una ciudad, Bingen, y que creó la música litúrgica que a mí me parece la más bella de todas, la que más me llega, la que más profundamente me llega al último rinconcito del alma. Y esa música fué escrita, compuesta para ser cantada por mujeres, las monjas de la Abadía de Bingen que dirigía Hildegarda; y por suerte el tiempo no les borró las voces, esas voces de ángeles que supieron cantar como nadie a la gloria del paraíso. Y, Hildegarda no se limitó a componer música maravillosa, que durante siglos fueron traidoramente entonadas por hombres porque las mujeres no podían cantarlas, sino que además fue una adelantada de su tiempo, que hace muchos años, ochocientos años, año más año menos, supo desafiar el monopolio masculino del convento y convirtió a su convento en un reducto, en un santuario de la libertad femenina...Y que supo escribir en sus trances místicos páginas que han perdurado, donde la mujer ocupa un lugar central, porque Hildegarda decía, y sabía lo que decía, que: "La sangre de veras sucia no es la sangre de la menstruación sino la sangre de las guerras".

Teresa

Cuatro siglos después, por esas vueltas raras de la vida y de la historia, Teresa se había convertido ya en un símbolo de la cristiandad y en un modelo de la mujer ibérica. Fue Santa, Teresa , ejemplo de virtud... Y sus pedazos andaban por todas partes. Franco, en aquella larguísima agonía, supo tener un brazo de Teresa en la mesita de luz, para que lo ayudara a pelear contra el diablo, y defenderse de sus tentaciones... Y bueno... Y otros pedazos, otros pedazos de la pobre Teresa fueron a parar a diversos destinos, incluyendo un pié, que está todavía en Roma.

Juana de Arco

No había hombre que pudiera con Juana. Ni en el arado, ni en la espada.
Al mediodía, en el silencio del huerto, escuchaba voces. Le hablaban los ángeles, los santos y también le hablaba la voz más alta del cielo, que le decía: "No hay nadie en el mundo que pueda liberar a Francia, solo tu"... y ella lo repetía, siempre citando a su fuente... "Me lo dijo Dios", decía. Y así esta pobre campesina analfabeta, nacida para cosechar hijos, encabezó un gran ejército, un inmenso ejército que a su paso crecía. Juana de Arco, doncella guerrera... virgen por mandato divino o por pánico masculino, avanzaba de batalla en batalla. Lanza en mano, cargando a caballo contra los soldados ingleses, fue invencible...hasta que fue vencida.
Los ingleses la hicieron prisionera y decidieron que los franceses se hicieran cargo de "la loca". Por Francia y por Dios fue abatida. Y los funcionarios del Rey de Francia y los funcionarios de Dios, se encargaron de mandarla a la hoguera.
Ella, rapada, encadenada, no tuvo abogado. Pero los Jueces, el fiscal, los expertos de la inquisición, los obispos, los priores, los canónigos, los notarios y los testigos, coincidieron todos sin excepción con la Docta Universidad de la Sorbona, que ya por entonces tenía un prestigio muy bien ganado.
La Universidad de la Sorbona dictaminó que Juana, Juana de Arco, la acusada, era: cismática, apóstata, mentirosa, adivinadora, sospechosa de herejía, errante en la fé y blasfemadora de Dios y de los Santos.
Tenía 19 años cuando la ataron a un palo en la plaza del Mercado de Rouen (Ruán)... y el verdugo encendió la leña.
Después pasó el tiempo y su patria y la iglesia, que la habían asado viva, la convirtieron en Heroína y Santa, Símbolo de Francia y emblema de la Cristiandad.

Olympia

Fueron femeninos los símbolos de la Revolución Francesa. Mujeres de gorro frigio, las tetas al aire, cabellos al viento, banderas al viento. Pero la Revolución Francesa proclamó los derechos del hombre y del ciudadano. Y poco después una militante revolucionaria, la actriz Olympia de Gouche propuso que la Revolución aprobara también una Declaración de los Derechos de la Mujer y de la ciudadana. Y un tribunal revolucionario la condenó y la guillotina la decapitó.
Cuando Olympia de Gouche estaba por subir al cadalso preguntó : "Si las mujeres podemos subir a la guillotina... ¿Por qué no podremos subir a la tribuna pública?.
Una semana después la Revolución Francesa decapitó nada menos que a la mujer del ministro del interior, por ocuparse de política... "que esas no son cosas de mujeres".
Y algunos años más tarde, cuando la primera comuna de París, un período revolucionario de grandes cambios, donde se aprobó el Sufragio Universal...universal pero no tanto...porque se sometió a votación en la Asamblea hasta dónde era universal el Sufragio Universal... y resultó que los votantes, todos hombres, votaron contra el voto de la mujer; las mujeres no tenían derecho de voto por resolución aprobada en 899 votos contra 1, aprobada por unanimidad menos uno.

Edelmira Agustini

Ocurrió en Montevideo hace muchos años, exactamente en 1914, y ocurrió en una pieza de alquiler dónde un marido citó a su mujer, de la que estaba separado, y queriendo tenerla, queriendo quedársela... la amó y la mató... y se mató.
Publicaron los diarios uruguayos las fotos del cuerpo, del cuerpo de ella, tumbado junto a la cama... Edelmira Agustini, poeta, abatida por dos tiros de revólver, desnuda, como sus poemas, toda desvestida de rojo..."Vamos más lejos en la noche, vamos...", había escrito; y había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos; y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo es como la razón, un privilegio masculino. Y entonces ocurrió el sepelio, el entierro... Y ante el cadáver de Edelmira se derramaron lágrimas, creo que lágrimas de cocodrilo..., y frases, solemnes frases a propósito de tan sensible pérdida para Las Letras Nacionales que hoy viven un día de luto... Pero en el fondo, en el fondo los dolientes suspiraban con alivio..."la muerta muerta está y más vale así".
¿Pero muerta estaba esa muerta? ¿No son sombras de su voz y ecos de su cuerpo los amantes que en las noches del mundo arden? ¿No le hacen un lugarcito a Edelmira Agustini en las noches del mundo, para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?

Violeta

En los tristes años de la dictadura del general Pinochet, en Chile, el Régimen decidió cambiar los nombres de veinte poblaciones de los suburbios más pobres de la ciudad de Santiago; y en el rebautizo, una de las poblaciones, la población Violeta Parra, recibió el nombre de algún militar heroico, pero sus habitantes se negaron a llevarlo, se negaron a llamarse con otro nombre que no fuera su nombre; y en unánime Asamblea dijeron: "Somos Violeta Parra o nada". Y así rindieron homenaje, una vez más, a aquella campesina cantora, de voz gastadita, que en sus peleonas canciones había sabido celebrar los misterios de su tierra y de su gente.
Violeta era, era pecante y picante, amiga del guitarreo y del converse y del enamore y por bailar y por payasear se le quemaban las empanadas... "Gracias a la vida..." cantó en su última canción y un revolcón de amor la arrojó a la muerte.

Tamara

Tamara Arce desapareció al año y medio de edad. Fue encontrada por las Abuelas de Plaza de Mayo. Rosa, la madre de Tamara había sido presa, torturada y violada y fusilada con balas de fogueo...Y había estado ocho años sin saber nada de su hija. Cuando Las Abuelas la encontraron, la madre y la hija se miraron al espejo juntas y se rieron y no podían parar de reírse porque eran iguales; y tenían los mismos lunares en los mismos lugares; y entonces cuando llegó la noche, esa primera noche del reencuentro, Rosa, la madre, bañó a Tamara, la hija; y la enjuagó, y la jabonó y enjuagó y una vez y otra...la bañó una vez y otra y otra... no podía sacarle el olor, un olor espeso, como dulzón y Rosa sabía que conocía ese olor y no podía ubicarlo... no sabía por qué, no había manera, no había jabón que lo quitara; y entonces, de pronto Rosa recordó que ese era el olor de los bebés cuando acaban de mamar. Rosa no podía explicárselo, pero Tamara la hija tenía nueve años y olía a recién nacida.

benditas sean / alberto montoya

una de las mayores cosas bellas que me han pasado en la vida es tener a mi lado, a mi duende bello que con sus palabras, humor, sonrisas y lágrimas escribe versos que me llegan al alma y cada vez más...

este poema aún no lo publica y me ha dado la primicia y autorización para publicarlo en el blog y de paso abrazar a todas las mujeres del mundo mundial!!!



benditas sean
alberto montoya

Yo quise ser juguete,
quise ser canción y juego,
barro,pelota y fuego,
selva,hacha y machete.

Beso,sinrazón y ruego,
nube,viento,agua,madera,
quise ser mar en celo,
yo quise ser primavera.

Benditas,benditas mujeres,
que de polo a polo abrieron
rutas,senderos y fuentes,
en mi fantasía primera.

Que ofrecieron almas,pechos,
dientes,bocas,labios y lenguas,
vientres,sexos,muslos y piernas
miel y sal para mis sueños.

Que tejieron laboriosas
como abejas en Abril
un potosí de candelas
en mi lujuria febril.

Benditas,benditas mujeres,
que de polo a polo son objeto
de golpes,abusos y desprecios,
violación,soledad y padeceres.

Ellas que son y fueron
juguete,canción y juego,
barro,pelota y fuego,
selva,hacha y madera.

Que fueron y son primavera,
niñas,hadas,brujas y elfas,
cristal,metal,barro y piedra,
almas de universo y sementera.

Benditas,benditas mujeres,
madres,hijas,nietas,abuelas,
esposas,amigas,amantes,compañeras,
infatigables trabajadoras del porvenir.

Benditas,benditas sean.


(6 de Marzo de 2009)

La conspiración de las mujeres hermosas / alejandro dolina....

gracias a un bello príncipe que me regaló este cuento...


Cuando Jorge Allen, el poeta, se cruzaba con alguna mujer hermosa, caía en el más hondo desasosiego.

Esta muchacha no será para mi -pensaba mientras la veía doblar para siempre la esquina.

Es que cada mujer que pasa frente a uno sin detenerse es una historia de amor que no se concretará nunca. Y ya se sabe que los hombres de corazón sueñan con vivir todas las vidas.

En ocasiones especiales, Allen usurpaba el tranco de las más buenas mozas para decirles algo.

- Vea: si no me conoce, no podrá usted darse el lujo de olvidarme.

Pero casi siempre ocurría lo mismo. Las pibas de Flores no mostraban el menor interés en olvidar o recordar al poeta.

Cabe ahora mismo salir al paso de la suspicacia general, aclarando que Allen era un joven de grata y recia figura. Además era muy versado en amorosas cuestiones. En verdad, casi no se ocupaba de otra cosa.

Una tarde, envenenado por la fría mirada de una morocha en la calle Bacacay, el hombre tuvo una inspiración: sospechó que la indiferencia de las hembras más notables no era casual. Adivinó una intención común en todas ellas. Y decidió que tenía que existir una conjura, una conspiración.

El la llamó: La conspiración de las Mujeres Hermosas.

Allen nunca fue un sujeto de pensamientos ordenados. Pero su idea interesó muchísimo a las personas más reflexivas del barrio de Flores. El primer fruto que se recuerda de estas inquietudes fue la memorable conferencia en el cine San Martín pronunciada por el polígrafo Manuel Mandeb.

Su titulo fue "De las mujeres mejor no hay que hablar", vale la pena transcribir algunos párrafos conservados en la dudosa memoria de supuestos asistentes.

"...Nadie puede negar el poder diabólico de la belleza. Se trata en realidad de una fuerza mucho más irresistible que la del dinero o la prepotencia. Cualquiera puede despreciar a quien lo sojuzga mediante el soborno o el temor. Por el contrario uno no tiene más remedio que amar a quien le impone humillaciones en virtud de su encanto. Y esta es una trágica paradoja.

"...Las mujeres hermosas de este barrio conocen perfectamente la calidad de sus armas y las utilizan con el único fin de provocar el sufrimiento de los hombres sensibles. Ostentan su belleza y sin embargo no permiten que uno la disfrute.

Cuentan dinero delante de los pobres. Esta perversa conducta no puede ser inconsciente. Obedece, sin duda a un plan minuciosamente pensado.

"...Cada vez que me acerco a una señorita para presentarle mi respeto.
No recibo otra cosa que gestos de desagrado, gambetas ampulosas y aún amenazas de escándalo. Ya no se puede ceder el paso a una dama sin que se sospeche que está por permitido perpetrarse una violación."

Desde la cuarta fila, un grupo de colegialas le retrucó al conferenciante, llamando su atención acerca del comportamiento de los conductores de camionetas. Opinaban las niñas que estos profesionales, más que requerirlas de amores parecían proponerse insultarlas.

Este que escribe opina que la objeción es interesante. Con toda frecuencia se ven por las calles individuos que lejos de postularse como admiradores de las señoritas que se les cruzan, proceden a agraviarlas con frases puercas.

Aquí surge un tema polémico. En qué consiste el piropo? ¿Cuál es su objeto y escencia?

Algunos sostienen que se trata de un género artístico: Un hombre ve a una mujer, se inspira y suelta párrafos. No existe la esperanza de una recompensa, basta con la satisfacción de haber cumplido con los duendes interiores.

Si este es el criterio correcto, la actitud de los conductores de camionetas es perfectamente comprensible. Tal vez quepan reparos de índole académica. Se puede opinar que es artísticamente superior un madrigal que un manotazo, pero ambas expresiones se encuadran rigurosamente en la definición que se ha sugerido anteriormente.

Otra corriente -menos desinteresada- piensa que todo piropo manifiesta la intención de comenzar un romance. Vale decir que se espera de la dama que lo recibe una respuesta alentadora.

Difícil será -por cierto- que alguien obtenga una sonrisa a cambio de una grosería.

El asunto es apasionante y fue desarrollado por el propio Mandeb, mucho después, en un libro que se llamo "La objeción de las colegialas", título que despertó un equivocado entusiasmo entre los conductores de camionetas.

Pero volvamos a la conferencia.

Manuel Mandeb presentó durante su exposición a un italiano y a un brasilero, quienes -dificultosamente- expresaron que, en sus países, los idilios se concertaban en forma rápida entre personas desconocidas y que muchas veces bastaba con leves gestos para entenderse bien.

Curiosamente, el propio conferencista desautorizó a sus invitados.

"...Está muy bien reclamar la tolerancia de las señoritas. Pero todo amorío debe presentar una cantidad razonable de escollos. Para serles franco, no quisiera saber nada con una mujer capaz de entreverarse en dos minutos con un tipo como yo."

La conferencia terminó en un tumulto. Varias conspiradoras asistentes empezaron a quejarse de recibir propuestas indecorosas de los caballeros vecinos. Probablemente se trataba de conductores de camionetas.

Los Refutadores de Leyendas hicieron oír su voz algunos días más tarde. En una de sus habituales reuniones manifestaron que no creían en la posibilidad de la conspiración. El argumento de los racionalistas merece consideración: según ellos las mujeres hermosas se odian entre sí y es inconcebible cualquier tipo de acuerdo.

Declararon también que es falso que esta estirpe no haga caso de los hombres: todos los dias uno ve hermosas muchachas acompañadas por algún señor.

Ya en el colmo de la locura, los Hombres Sensibles contestaron que allí estaba el punto: el señor que acompaña a las mujeres hermosas es siempre otro y esto provoca aun más tristeza que cuando uno las ve solas.

No sería extraño que estas damas y sus acompañantes no fueran sino incubos y sucubos que recorren el mundo para dar dique a las almas sencillas.

Ives Castagnino, el músico de Palermo, razonaba de este modo: si el propósito de las mujeres terribles es hacer sufrir a los hombres, tienen dos maneras de lograrlo:

1) No viviendo un romance con ellos.
2) Viviéndolo.

Según parece, al músico lo aterrorizaba mucho más la segunda posibilidad.

Como puede suponerse, las mujeres hermosas consultadas negaron siempre la existencia de la conjura. De cualquier modo, hay que reconocer que la encuesta no fue demasiado amplia. En primer lugar, las señoritas entrevistadas desconfiaban de los encuestadores y pensaban -con toda razón- que trataban de seducirlas. Y por otra parte resulta una verdadera ingenuidad que, quienes son capaces de una gesta tan oscura, se presten a revelar el secreto precisamente a sus víctimas.

Como suele ocurrir en estos casos, el tema de discusión se bifurcó innumerables veces y tomó el rumbo de los tomates.

Hubo quienes pidieron que se aclararan los limites de la hermosura para saber cabalmente quiénes eran las mujeres que alcanzaban esa categoría.

La cuestión es ardua, como todo juicio estético. Se pueden tener en cuenta -quizá- algunos indicios. Se dice que si una dama es muy linda, las demás la tendrán por tonta. Pero no puede tomarse este lugar común como precepto, pues es cosa evidente que existen mujeres que, siendo tontas, son al mismo tiempo feas. Inclusive hay gente que sostiene haber conocido señoritas hermosas e inteligentes, lo cual para mi gusto es demasiado.

El asunto se torna todavía más complejo a causa de la acción de los Agrandadores de Loros, unos caballeros más bien babosos que con halagos y falsedades consiguen que ciertos bagayos se crean la reina del corso.

Así, los hombres de corazón llegan a padecer la violencia de verse rechazados por damas que jamás pensaron seducir. La tarea de los Agrandadores ha ido muy lejos y ha llegado incluso a las tapas de las revistas y avisos de publicidad, donde se proponen a la admiración de la gente de toda clase de pescados con disfraz de Colombina.

Pero los Hombres Sensibles siempre supieron cuando se hallaban ante la presencia de una mujer hermosa. Sentían lo que Mandeb describía como una patada en el corazón. Y no se equivocaban nunca.

A decir verdad, jamás se alcanzaron a reunir pruebas convincentes sobre la existencia de la conspiración. Pero sus efectos se siguieron padeciendo.

Pese a todo, Allen, Mandeb y todos sus amigos siguieron recorriendo las esquinas haciendo fuerza para creer que detrás de alguna puerta iba a aparecer la mujer que les salvaría la vida.

Por suerte para los muchachos, hubo siempre entre las dilas conjuradas algunas Traidoras Adorables.

Naturalmente toda traición tiene su precio y muchas veces la exigencia era el amor eterno. Los Hombres de Flores pagaban una y otra vez este arancel La denuncia de Jorge Allen ya ha sido olvidada en el barrio del Ángel Gris. Pero aunque nadie converse sobre el asunto, basta con asomarse a la puerta para comprobar que las cosas siguen como entonces.

Allí están las mujeres hermosas en Flores y en toda la ciudad, gritando con sus miradas de hielo que no están en nuestro futuro ni en nuestro pasado.

Allí esta la abominable secta de las Chicas con Novio, poniéndonos ante la espantosa verdad de que siempre hay un hombre mejor que uno.

El camino para derrotar a esta muralla es largo y penoso, pero seguirlo es deber de los criollos arremetedores.

No hay más remedio que quererlas a pesar de todo. Y más todavía, tratar de que a uno lo quieran. Esta segunda labor es especialmente complicada y puede llevar la vida eterna. Consiste -por ejemplo- en ser bueno, aprender a tocar el piano, convertirse en héroe o en santo, estudiar las ciencias, comprarse una tricota nueva, lavarse los dientes, ser considerado y tierno y renunciar a los empleos nacionales.

Una vez hecho todo esto, ya puede el hombre enamorado, pararse en la calle y esperar el paso de la primera mujer hermosa para decirle bien fuerte:

-He sufrido mucho nada más que para saber su nombre.

Seguramente, la tipa fingirá no haber oído, mirará al horizonte y seguirá su camino.
Pero será injusto.

Alejandro Dolina

viernes, 6 de marzo de 2009

DESAFÍO A LA VEJEZ / gioconda belli


Cuando yo llegue a vieja
--si es que llego--
y me mire al espejo
y me cuente las arrugas
como una delicada orografía
de distendida piel.
Cuando pueda contar las marcas
que han dejado las lágrimas
y las preocupaciones,
y ya mi cuerpo responda despacio
a mis deseos,
cuando vea mi vida envuelta
en venas azules,
en profundas ojeras,
y suelte blanca mi cabellera
para dormirme temprano
--como corresponde--,
cuando vengan mis nietos
a sentarse sobre mis rodillas
enmohecidas por el paso de muchos inviernos,
sé que todavía mi corazón
estará rebelde-- tictaqueando
y las dudas y los anchos horizontes
también saludarán
mis mañanas.

martes, 3 de marzo de 2009

creí pasar el tiempo / claribel alegría


Creí pasar mi tiempo
amando
y siendo amada
comienzo a darme cuenta
que lo pasé despedazando
mientras era a mi vez
des
pe
da
za
da.

DATOS PERSONALES / Claribel Alegría


Tengo un metro cincuenta de estatura.
Ojos color castaño.
¿Me atreveré a reír,
a preguntar,
a destruir la armadura que me han puesto
y a gritar de vergüenza?
Sé leer y escribir,
mas no he podido aún olvidar mis rencores.
Nunca estuve en la cárcel.
¿A qué tantas contraseñas
si es más difícil que antes conocernos?
Por las noches me duele lo que he dicho.
En sueños me disfrazo.
vivo un papel absurdo
del cual olvido el texto.
Me identifica un número y me ahogo de sed.
Pero a pesar de todo surge el canto
y no saben qué hacer en las aduanas
y lo dejan salir.

Etiqueta y prelaciones / julio cortázar

Siempre me ha parecido que el rasgo distintivo de nuestra familia es el recato. Llevamos el pudor a extremos increíbles, tanto en nuestra manera de vestirnos y de comer como en la forma de expresarnos y de subir a los tranvías. Los sobrenombres, por ejemplo, que se adjudican tan desaprensivamente en el barrio de Pacífico, son para nosotros motivo de cuidado, de reflexión y hasta de inquietud. Nos parece que no se puede atribuir un apodo cualquiera a alguien que deberá absorberlo y sufrirlo como un atributo durante toda su vida. Las señoras de la calle Humboldt llaman Toto, Coco o Cacho a sus hijos, y Negra o Beba a las chicas, pero en nuestra familia ese tipo corriente de sobrenombre no existe, y mucho menos otros rebuscados y espamentosos como Chirola, Cachuzo o Matagatos, que abundan por el lado de Paraguay y Godoy Cruz. Como ejemplo del cuidado que tenemos en estas cosas bastará citar el caso de mi tía segunda. Visiblemente dotada de un trasero de imponentes dimensiones, jamás nos hubiéramos permitido ceder a la fácil tentación de los sobrenombres habituales; así, en vez de darle el apodo brutal de Anfora Etrusca, estuvimos de acuerdo en el más decente y familiar de la Culona. Siempre procedemos con el mismo tacto, aunque nos ocurre tener que luchar con los vecinos y amigos que insisten en los motes tradicionales. A mi primo segundo el menor, marcadamente cabezón, le rehusamos siempre el sobrenombre de Atlas que le habían puesto en la parrilla de la esquina, y preferimos el infinitamente más delicado de Cucuzza. Y así siempre. Quisiera aclarar que estas cosas no las hacemos por diferenciarnos del resto del barrio. Tan sólo desearíamos modificar, gradualmente y sin vejar los sentimientos de nadie, las rutinas y las tradiciones. No nos gusta la vulgaridad en ninguna de sus formas, y basta que alguno de nosotros oiga en la cantina frases como «Fue un partido de trámite violento», o: «Los remates de Faggiolli se caracterizaron por un notable trabajo de infiltración preliminar del eje medio», para que inmediatamente dejemos constancia de las formas más castizas y aconsejables en la emergencia, es decir: «Hubo una de patadas que te la debo», o: «Primero los arrollamos y después fue la goleada». La gente nos mira con sorpresa, pero nunca falta alguno que recoja la lección escondida en estas frases delicadas. Mi tío el mayor, que lee a los escritores argentinos, dice que con muchos de ellos se podría hacer algo parecido, pero nunca nos ha explicado en detalle. Una lástima.

http://www.juliocortazar.com.ar

El fuego de la muerte / Ricardo Luis Plaul



El hombre se apoderó del fuego
de los dioses y se convirtió en demonio.
Fuego convertido en misiles,
Fuego de odio, fuego de codicia.
Avanza serpenteando en la cocina imperial,
cambia sus máscaras para no ser reconocido,
pero es la misma muerte de Vietnam, Irak
Afganistán o Gaza.
En la nuca del tiempo
hay un halcón saboreando
su destino de gloria,
mientras el vientre
de la pobreza abre sus entrañas
al fuego de metralla.
Despojos de humanidad
quedan en las calles
y el fuego sagrado se apaga
en los ojos de un niño.
La paz es una palabra
que el poder escribe
con sangre.
(Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

 
cheqa - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger