De estos días aberrantes
recordaremos
la noche ardiente,
como cuando otra autoridad
decretó que lloviera fuego
y pedrisco infernal
sobre Sodoma y Gomorra.
De estos días genuflexos
recordaremos
a los hispanos que fueron al frente
por ser connacionales del Imperio.
De estos días canallescos
recordaremos
a los periodistas latinos que jugaron la parodia de consultarse
ante las cámaras de CNN.
De estos días de "daños colaterales"
recordaremos
el mercado hecho añicos
y la habitación 15 del
Hotel Palestina.
De estos días de prepotencia
recordaremos
la tanqueta de Mc Donalds
volteando
el milenario portalón de los
sumerios.
De estos días de obsceno embuste
recordaremos
las armas químicas que nunca aparecieron.
De estos días de traiciones
recordaremos
a los "irakíes libres"
de Rumsfeld
listos para virreynar.
De estos días sin justicia
recordaremos
la repartija de acciones petroleras
entre los socios de Dick Cheney.
De estos días de preparto
recordaremos
a los pueblos del mundo
movilizados
gritando NO en el rostro del texano.
De estos días de intransigencia
recordaremos
al campesino que bajó un helicóptero Apache
valuado en veintidós millones
con un fusil oxidado,
a las familias que volvieron del exilio no por bancar a un dictador
sino por salvar a su Patria,
a la mujer embarazada
que se inmoló contra tres marines,
al torcito que lloraba
en un hospital de campaña.
Acaso estos congéneres,
estos hermanos,
estos compañeros,
supieron desde un principio
que no tenían chance.
Pero pelearon.
Con palos.
Con piedras.
Con muñones.
Nosotros
TENEMOS EL DEBER
DE ENVIDIAR SU DERROTA.
Porque en aquel desierto
se batió la humanidad
en nombre nuestro.
0 Comments:
Post a Comment