Nosotros
los subdesarrollados
los subalimentados con ciertas hojas
y ciertas asperezas
los subamados
los subamantes
los subverdes, los subversivos
y subabúlicos habitantes
de esta tierra caliente, ritual
y tropical y metalífera
y ríos de agua y ríos de semen
para abrevar a ciertos turistas "inocentes",
que bailamos macumba
y son y tangosón y bóngoro
y a veces
nos suicidamos lentamente bailando,
que amamos de una manera ciertamente baja
con amantes y amados muertos
de crimen pasional, como se dice,
de hijos de indios, de hijos de españoles,
de hijos de negros, de hijos de italianos
de hijos nomás que somos todavía
y no para siempre hijos que debemos ser.
Nosotros, los subverdes
los perfectos amantes latinos,
hermosos como látigos,
pero que no servimos para el "executive man"
que nos planearon.
A veces uno muere enfermo de ternura
y sus huesos se agitan por el mundo
con sus escamas verdes
las llagas de los pies en el zapato,
entonces alguien dice: ese era de América
de América del Sur,
pero sucede: el fuego que el salvaje
ha encendido por el mundo
los ha vuelto cenizas, de repente.
los subdesarrollados
los subalimentados con ciertas hojas
y ciertas asperezas
los subamados
los subamantes
los subverdes, los subversivos
y subabúlicos habitantes
de esta tierra caliente, ritual
y tropical y metalífera
y ríos de agua y ríos de semen
para abrevar a ciertos turistas "inocentes",
que bailamos macumba
y son y tangosón y bóngoro
y a veces
nos suicidamos lentamente bailando,
que amamos de una manera ciertamente baja
con amantes y amados muertos
de crimen pasional, como se dice,
de hijos de indios, de hijos de españoles,
de hijos de negros, de hijos de italianos
de hijos nomás que somos todavía
y no para siempre hijos que debemos ser.
Nosotros, los subverdes
los perfectos amantes latinos,
hermosos como látigos,
pero que no servimos para el "executive man"
que nos planearon.
A veces uno muere enfermo de ternura
y sus huesos se agitan por el mundo
con sus escamas verdes
las llagas de los pies en el zapato,
entonces alguien dice: ese era de América
de América del Sur,
pero sucede: el fuego que el salvaje
ha encendido por el mundo
los ha vuelto cenizas, de repente.
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