EL HOMBRE LIBRE
Estaban los dos hombres en un calabozo.
-¿Por qué estás preso? -preguntó uno.
-Porque soy libre -contestó el otro.
-¿Y qué es la libertad?
-La libertad no existe, como no existe el hombre. Sólo existe el hombre
hambriento y el hombre libre.
-¿Y qué es ser un hombre libre?
-No decir y no hacer lo que los hombres libres quieren que uno diga y
haga.
-¿Y si te obligan?
El hombre libre se rió.
-Precisamente -digo-, ahí está la fuerza del hombre libre. Nadie puede
obligarlo a decir ni hacer lo que no quiere.
-Sin embargo -dijo el otro, ahora, por ejemplo, te obligan a no estar con
la
mujer que amas.
-¿Y quién te dijo -contestó el hombre libre- que no estoy con ella?
Dardo Sebastián Dorronzoro
Estaban los dos hombres en un calabozo.
-¿Por qué estás preso? -preguntó uno.
-Porque soy libre -contestó el otro.
-¿Y qué es la libertad?
-La libertad no existe, como no existe el hombre. Sólo existe el hombre
hambriento y el hombre libre.
-¿Y qué es ser un hombre libre?
-No decir y no hacer lo que los hombres libres quieren que uno diga y
haga.
-¿Y si te obligan?
El hombre libre se rió.
-Precisamente -digo-, ahí está la fuerza del hombre libre. Nadie puede
obligarlo a decir ni hacer lo que no quiere.
-Sin embargo -dijo el otro, ahora, por ejemplo, te obligan a no estar con
la
mujer que amas.
-¿Y quién te dijo -contestó el hombre libre- que no estoy con ella?
Dardo Sebastián Dorronzoro
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