EL MARTILLO DE LOS UTÓPICOS, víctor valera mora




El socialismo no existe
pero de que vuela vuela
El capitalismo sí
y hay que matarlo


domingo, 20 de febrero de 2011

El más hermoso mito inventado por el hombre, ana maría rodas




El más hermoso mito inventado por el hombre
más hermoso que Dios
o el hermoso ideal del socialismo
y el dinero que acumulan los ricos.
Más hermoso que el odio, la invención más hermosa.
El amor.

Walsh & Lear


Por Juan Sasturain

“Vale más la paz resfriada / que la guerra con salud.”
“Canción del estornudo”, M. E. W.

Tengo hace rato un relato / que me aprieta en el zapato.
Empieza con una fila / frente a la puerta de Arriba.
Y en la punta de la cola / un señor y una señora.
Walsh y Lear, se llamaban, / pero en la lista no estaban.

–Son de siglos diferentes / –dijo el portero celeste-.
Del XIX al XXI... / no son poquitos minutos.
Ellos creían que el tiempo / no era un problema en el Cielo
y se habían esperado / una montaña de años,
dejando pasar los turnos / para poder subir juntos.

Pero el Angel burocrático / consultaba su libraco:
–Lear, Lear... lo recuerdo. / Si llegó hace mucho tiempo.
Hay un Walsh en esta hoja / escrito con tinta roja.
Y sobre el mapa infinito / del soberbio Paraíso
les dio el detalle preciso / de su eterno domicilio:
–The King Lear, soberano, / reside en “Imaginarios”
y a Walsh, Rodolfo, lo tengo / en “Escritores muy buenos”.

Los postulantes, perplejos, / de repente comprendieron:
había quilombo de archivo / por los nombres parecidos.

–Yo soy Edward –dijo Lear– / y no me soñó Shakespeare.
No soy ningún personaje / sino un loco dibujante.
Ilustrador de mis rimas / más libres y divertidas,
soy alegremente célebre / por inventar el nonsense

También soy Walsh –dijo ella– / y me llamo María Elena.
Rodolfo, un primo lejano, / sólo me ganó de mano.
De Los oficios terrestres / el de cantarle a la gente
me eligió sin darme cuenta / desde que era muy pendeja.
Escribí versos, canciones / para nenas y varones,

ejecutivos, bacanas, / vacas, tortugas, cigarras...
Y soy la mejor –me dicen– / los que siguen siendo pibes.
A veces me puse amarga / y acaso metí la pata:
Lo mío es Doña Disparate / y no Operación Masacre.

Ya había inquietud en la cola / por la charla y la demora
y empezaron con los gritos / de apúrense que hace frío.
A los guardianes del Cielo, / si algo les sobra, es el tiempo:
–No entiendo –dijo el portero– / que habiendo muerto primero,
usted, Lear, no subiera / y la señora quisiera
venir derecho a la fila / sólo por su compañía.
Turnándose en la palabra / se lo explicaron con calma:
–No vine antes para Arriba / por esperar a esta piba.
–Y yo no me hubiera muerto / si no era por conocerlo.
–Entendió mejor que nadie / la verdad del disparate.
Mis limmericks en inglés / son su reino del revés.
–De Lear aprendí el modo / de poder decirlo todo:
el camino del absurdo / para hablar mejor del mundo.
Y así terminaron ambos / la fuerza de su alegato:
Se lo decimos a dúo: / los dos juntos o ninguno.

Al final se abrió la Puerta / y les hicieron la oferta.
–Hay un Cielo de Argentinos / donde miran los partidos:
se lo pasan discutiendo / y no se ponen de acuerdo.
Envidian a los que esperan / putean a los que llegan
pero se acuestan muy tarde / y ahí no se aburre nadie.
–También está el British Heaven. / Aunque haya pocos que creen
que hay ingleses en el Cielo / disfrutan de un pub modelo:
fuman, beben moderado, / cierra a las ocho, temprano.

Y Lear, por cortesía, / se quedó con Argentina.
“Es absurdo para mí / que exista un lugar así.”
Una vez más, como siempre / había ganado el nonsense.

Esta es una buena historia / para contar de memoria.
Y como es toda mentira / resulta más divertida.

lunes, 17 de enero de 2011

QUERIDA MARIA ELENA WALSH por Luis Pescetti


Que encuentres la paz del mundo
y tus seres queridos,
y aire vibrando, luz, poesía.
Campos de abrazos, flores.
Que no tengas miedo,
que viajes segura,
que tengas mucho aire en los pulmones,
que no te duelan los huesos,
que haya música, y que sonrías.

deseos para el 2011 / eduardo galeano


Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, porque de nada sirve un diente fuera de la boca, ni un dedo fuera de la mano.

Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.

Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque hemos sido mal hechos, pero no estamos terminados.

Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.

Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo.

Eduardo Galeano

Poesías para jóvenes


Por gentileza de los editores, y con su autorización, publicamos cuatro poesías de los libros reseñados en nuestra sección “Libros recomendados”: la antología poética Efectos secundarios (Madrid, 2004) y Consumir preferentemente, de Raúl Vacas (Madrid, 2006), ambos de la colección Otros Espacios del Grupo Editorial Anaya.

De Efectos secundarios

Cansado idioma

Escribes árbol pero no consigues
oír el canto de los pájaros en sus ramas
ni el susurro que le arranca el viento.
Escribes agua pero siguen secas tus manos
y agrietada de sed permanece tu garganta.
Escribes sol pero la noche insiste fuera,
lenta tortuga, cuánto tarda
en resbalar al otro lado del horizonte.
Escribes muerte pero sigues sintiendo
en las sienes el compás del corazón,
rumor de tiempo que avanza o que da vueltas.
Para qué escribir más palabras si el idioma
se cansó y ya no sabe suscitar la lluvia
con la palabra lluvia
ni dar calor con la palabra lumbre.

Juan Bonilla

Ilustración de Sean Mackaoui para el libro Efectos Secundarios. Antología poética.

—000—


Posible autorretrato

Yo siempre quise ser una mujer de bien,
ser alguien de provecho, valiente, emprendedora,
mesurada en las fobias, estable en los afectos,
brillante en los estudios, por poner un ejemplo.

Yo siempre quise ser una mujer de bien
y tenerlos a todos felices y contentos,
a mis padres y amigos, a Fulano y Mengano,
a Diestro y a Siniestro…

Pero hay alguien en mí que todo lo estropea,
que tuerce los caminos, equivoca las cosas,
desbarata mis planes, incumple mis promesas.
Alguien que pisa antes que yo sobre mis huellas.

En fin, visto lo visto, ya lo dicen mis padres:
«a este paso, hija mía, no llegarás a nada».
Está bien, os lo debo, lo siento, lo confieso:
aludiendo a un anuncio, no soy como Farala.

Soñadora, insegura, mitómana, algo vaga,
con vocación de hormiga y verano de cigarra,
contradictoria y harta de conciliar extremos
en mi defensa alego
que siempre quise ser una mujer de bien
pero que en su defecto
soy, en el buen sentido de la palabra, mala.

Silvia Ugidos

Ilustración de Sean Mackaoui para el libro Efectos Secundarios. Antología poética.

—000—

De Consumir preferentemente

Prometo

Prometo acostumbrarme a todas tus manías,
por extrañas que sean.
A tu forma de hablarme cuando vuelves de un sueño
y al olor de tus manos cuando picas cebolla.
Prometo acostumbrarme a tu rutina.
A besarte en los cuartos y las medias.
A llamarte los martes y domingos.
A abrazarte sin ganas. Y a enfadarme por todo.
A reír cuando sueñas. A soñar cuando ríes.
Prometo acostrumbrarme a tus manías.
Y a tu barra de labios.
Y al panal de tus ojos.
Y a tu sombra planchada.
Y prometo ser dulce cuando llegue el momento.
Perfumar tu cabello con jarabe de ausencias.
Desliar el deseo que se enreda en tu falda
y contar hasta nueve.

Raúl Vacas

Ilustración de Pep Montserrat para el libro Consumir preferentemente.

—000—

Últimas ofertas

Me moriré, dubidubí

Me moriré, dubidubá.

Bernardo Atxaga

Poemas & híbridos

Morir, solo morir, con las lentillas puestas,
morir sobre la taza del lavabo,
morir con el estómago vacío
sin enterarnos nunca del silencio.

Morir con el champú por la cabeza,
con la mirada triste, anestesiada.
Morir de soledad en el teatro,
en las alcobas del sueño
y entre la lluvia amaestrada.

Morir, solo morir, con la sonrisa recta,
con el recuerdo lleno de caricias,
morir con el deseo impermeable,
y un sueño sin abrir
entre la almohada.

Morir como se muere un barrendero,
como se muere un militar,
como se muere un niño o un atleta,
como se muere un paralítico
o un reo,
morir como se muere un Papa.

Andar por los alambres de la muerte
sin parasol alguno,
rodar por las fronteras de la noche
y por las ramas
hasta caer al fondo de la tierra.

Morir, solo morir.
Sin más palabras

Raúl Vacas

Ilustración de Pep Montserrat para el libro Consumir preferentemente.

miércoles, 12 de enero de 2011

adán y eva / jaime sabines



Adán y Eva

1
Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos. Eva, levántate. -Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció? -Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha. -Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti. Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.

2
-¿Has visto cómo crecen las plantas? Al lugar en que cae la semilla acude el agua: es el agua la que germina, sube al sol. Por el tronco, por las ramas, el agua asciende al aire, como cuando te quedas viendo el cielo de¡ medio- día y tus ¿Ojos empiezan a evaporarse. Las plantas crecen de un día a otro. Es la tierra la que crece; se hace blanda, verde, flexible. El terrón enmohecido, la costra de los vicios árboles, se desprende, regresa. ¿Lo has visto? Las plantas caminan en el tiempo, no de un lugar a otro: de una hora a otra hora. Esto puedes sentirlo cuando te extiendes sobre la tierra, boca arriba, y tu pelo penetra como un manojo de raíces, y toda tú eres un tronco caído. -Yo quiero sembrar una semilla en el río, a ver si crece un árbol flotante para treparme a jugar. En su follaje se enredarían los peces, y sería un árbol de agua que iría a todas partes sin caerse nunca.

3
La noche que fue ayer fue de la magia. En la noche hay tambores, y los animales duermen con el olfato abierto como un ojo. No hay nadie en el, aire. Las hojas y las plumas se reúnen en las ramas, en el suelo, y alguien las mueve a veces, y callan. Trapos negros, voces negras, espesos y negros silencios, flotan, se arrastran, y la tierra se pone su rostro negro y hace gestos a las estrellas. Cuando pasa el miedo junto a ellos, los corazones golpean fuerte, fuerte, y los ojos advierten que las cosas se mueven eternamente en su mismo lugar. Nadie puede dar un paso en la noche. El que entra con los ojos abiertos en la espesura de la noche, se pierde, es asaltado por la sombra, y nunca se sabrá nada de él, como de aquellos que el mar ha recogido. -Eva, le dijo Adán, despacio, no nos separemos.

4
-Ayer estuve observando a los animales y me puse a pensar en ti. Las hembras son más tersas, más suaves y más dañinas. Antes de entregarse maltratan al macho, o huyen, se defienden ¿Por qué? Te he visto a ti también, como las palomas, enardeciéndote cuando yo estoy tranquilo. ¿Es que tu sangre y la mía se encienden a diferentes horas? Ahora que estás dormida debías responderme. Tu respiración es tranquila y tienes el rostro desatado y los labios abiertos. Podrías decirlo todo sin aflicción, sin risas. ¿Es que somos distintos? ¿No te hicieron, pues, de mi costado, no me dueles? Cuando estoy en ti, cuando me hago pequeño y me abrazas y me envuelves y te cierras como la flor con el insecto, sé algo, sabemos algo. La hembra es siempre más grande, de algún modo. Nosotros nos salvamos de la muerte. ¿Por qué? Todas las noches nos salvamos. Quedamos juntos, en nuestros brazos, y yo empiezo a crecer como el día. Algo he de andar buscando en ti, algo mío que tú eres y que no has de darme nunca.
Jaime Sabines

viernes, 19 de noviembre de 2010

para hacer esta canción / alberto montoya

Debo estar agradecido por la voz que ,desde los hilos invisibles
que surcan los espacios humanos con el amor como bandera,
me ha traido estos versos,como si la primavera se anticipase
a la nieve de Enero.

No sólo nos hacemos más viejos,nos hacemos si cabe más rebeldes
aferrados a nuestros sentimientos cuando todos los principios éticos
se convierten en un mercadeo de valores de cambio.

El amor,la verdad,esa felicidad que como brasero humilde y cotidiano
nos calienta el alma,se convierte en el único tesoro por el que dar la vida.

Mientras tanto, cada aguja que enebramos,cada cielo que conquistamos,
cada beso,cada paso se convierten en notas de la canción más necesaria,
más urgente,más imprescindible.

Estos versos que siguen son tan míos como de dos buenas amigas que
un día decidieron mirarse desnudas frente a frente.



PARA HACER ESTA CANCIÓN

A Rosa
A Ellas que decidieron ser flor
en la corriente de un río

Para hacer esta canción
con la armonía de cuatro manos,
subiré por la senda de tus senos
y entre las nubes de mi cuerpo
cruzaré esta mar de distancias
para llegar hasta tus labios.

Con melodía de un tren en celo
iniciaré el recuento de las tormentas
y entre los astros del firmamento,
elegiré la luz de tu pelo
para aventar la magia de quererse
entre los agujeros negros del alma.

Como ladrón,de vagón en vagón,
violentaré todas las puertas,
como naúfrago resucitado
me arrastraré por el suelo de tu boca,
entraré en el universo de este juego
y allí con el azar de nuestro lado
nos encontraremos en la ruleta de un sueño
desde donde partir una y otra vez.

Déjame ser aceite en tu fanal,
soy Neptuno hambriento,
tu carne es mi fe y mi alimento
y entre los vaivenes del viento
seremos armonía de truenos
cabalgando sobre el abismo de los mares.

Que ya poco importa amar
de espaldas a la calle y a la ley,
con la frente puesta al pairo
de la ciencia del horizonte,
ya no son necesarias más cábalas ni cuentas
y curan antes las afrentas del porvenir.

Quiero ser ave que emigra
del invierno del mundo
al calor de tu humanidad
para dejar en el fuego del olvido
el comercio de mentiras y sexo
para derramar contigo
la savia de una verdad
que nos haga libres.

¡Ay mujer!,¿acaso amar no es
sino el hechizo de un sinuoso río,
un fantástico desvarío
que pone a la razón del revés
y nos inunda de sed
en la profundidad del deseo?.

A veces ando tan enamorado
de todo cuanto me falta,
que cuando ella llega
la alegría es una fuente
y el amor se hace presente
para que la vida cante esta canción.

Alberto Montoya Alonso
8-11 de Noviembre de 2010

memorándum / mario benedetti


Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta

Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta

Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte

Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda

Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda.

declaración de principios / ezln


Es necesaria una cierta dosis de ternura para comenzar a andar con tanto en contra
para despertar con tanta noche encima.

Es necesaria una cierta dosis de ternura
para adivinar, en esta oscuridad, un pedacito de luz,
para hacer del deber y la vergüenza una orden.

Es necesaria una cierta dosis de ternura
para quitar de en medio a tanto hijo de puta
que anda por ahí.

Pero a veces no basta
con una cierta dosis de ternura
y es necesario agregar....
una cierta dosis de plomo.


a ver si acertamos / silvio rodríguez

a ver si acertamos

Somos cuatro mil uno
hace siete mensajes
Desconocidos solos
distintos semejantes

Vamos lanzando piedras
a ver si acertamos
En muchas direcciones
a ver si acertamos

Originando el cielo
a ver si acertamos
El bisonte en la roca
a ver si acertamos

Safo la misteriosa
a ver si acertamos
Adam Smith contando
a ver si acertamos

El cerco de Numancia
a ver si acertamos
Chispas colisionantes
a ver si acertamos

Los moros, los herejes
a ver si acertamos
Brujos y rosacruces
a ver si acertamos

Los espermatozoides
a ver si acertamos
Las torturas legales
a ver si acertamos

Dialécticos e impuros
a ver si acertamos
Todavía respirando
a ver si acertamos

Espíritus y cuerpos
a ver si acertamos
Noches fosforescentes
a ver si acertamos

Dios sabe si atinemos
cuando menos un verso.

Cuatro mil y uno somos.
A ver si acertamos.

Vuelo / miguel hernández


Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.

Amar... Pero, ¿quién ama? Volar... Pero, ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.

Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.

Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otro como el granizo grave.

Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.

Triste instrumento alegre de vestir; apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.

No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.

Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de debatirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.

Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. EL cielo se eleva. El aire mueve.

sábado, 6 de noviembre de 2010

pobrezas humanas / eduardo galeano

Pobrezas humanas

por Eduardo Galeano.


"Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio, ni pueden comprarlo.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen más libertad que la libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.

Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres".

FUENTE:
http://www.bolinfodecarlos.com.ar/pobrezas_humanas.htm

domingo, 26 de septiembre de 2010

Décimas / Elizabeth Morris

"De nuevo perdí la ruta
navego por los desiertos

camino por mares muertos
la noche entera se enluta
El sol se metió en su gruta
los mares se hunden mojados
yo soy un nervio de atados
un llanto largo y profundo
No sé por qué me confundo
con tus amores cansados
De noche muestra la luna
su rostro alumbrado y triste
el cielo al fin se desviste
la muerte mece su cuna
Que al fin la mala fortuna
se vaya a dormir un rato
se quite traje y zapatos
se olvide de mi existencia
Que yo frente a su sentencia
declaro mi desacato
La vida es viaje fecundo
si hay puentes hacia los otros

Volaste el que había en nosotros,
te fuiste por esos mundos
El frío cayó rotundo
Tu olvido mostró los dientes

No sabes cómo se siente
temer este miedo mudo
Pasado el sueño a futuro
no sé vivir el presente"

viernes, 24 de septiembre de 2010

soledades / mario benedetti



Soledades


Ellos tienen razón

esa felicidad

al menos con mayúscula

no existe

ah pero si existiera con minúscula

sería semejante a nuestra breve

presoledad

después de la alegría viene la soledad

después de la plenitud viene la soledad

después del amor viene la soledad

ya sé que es una pobre deformación

pero lo cierto es que en ese durable minuto

uno se siente

solo en el mundo

sin asideros

sin pretextos

sin abrazos

sin rencores

sin las cosas que unen o separan

y en esa sola manera de estar solo

ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue

hay diez centímetros de silencio

entre tus manos y mis manos

una frontera de palabras no dichas

entre tus labios y mis labios

y algo que brilla así de triste

entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio

de nuestras soledades

se verá un largo y compacto imposible

un sencillo respeto por terceros o cuartos

ese percance de ser buena gente

después de la alegría

después de la plenitud

después del amor

viene la soledad

conforme

pero

qué vendrá después

de la soledad

a veces no me siento

tan solo

si imagino

mejor dicho si sé

que más allá de mi soledad

y de la tuya

otra vez estás vos

aunque sea preguntándote a solas

qué vendrá después

de la soledad.

domingo, 19 de septiembre de 2010

prometimos no llorar...



la primera parte está en http://kanaku-yaku.blogspot.com/

él terminó la carta así:

"Sé que te gustan los poemas, así que ahí va un pequeño verso/poema/whatever dedicado a ti:

Es verdad que la luz de tu sol no alumbra mi vida
Pero su tenue resplandor alegra mi día
Es cierto que el motor de tu alma no tiene calma
Y a veces pueda parecer muy intenso
Pero cuando el mismo desaparece
Parecería que mi mañana de pronto anochece
Agradezco a las circunstancias de la vida que te guiaron hacia mi
Porque tu influencia me hizo de alguna forma crecer
Tal vez no hayas llegado a ser el centro de mi corazón
Pero me ayudaste a distraer mi desazón


Sonríe, es un lindo día
Miguel Angel"

sábado, 4 de septiembre de 2010

me gustaría / gian franco


Me gustaría gritarlo... A los cuatro vientos,
por los siete mares,
por los cinco continentes,
Cuánto te amo.
Quisiera contarle al primero que pasa,
lo que me está pasando,
lo que siento por ti.
Me gustaría escribirlo en la corteza de los árboles,
en los muros de los edificios,
en las veredas de las ciudades más transitadas,
en el viento, en el agua,
en el aire húmedo de la noche,
en los vidrios empañados de los autos,
en las mesas de los bares.
en los pizarrones de todas las escuelas,
en los cuadernos de los alumnos.
Me gustaría publicarlo en los diarios,
difundirlo por la radio,
publicitarlo en la televisión, en los afiches,
en los folletos turísticos,
en las marquesinas de todos los teatros,
y de todos los cines.
Quisiera que el mundo entero supiese
cuánto te amo.

Tanto amor no puede ser anónimo,
tiene nombre y apellido,
tiene cosas que decir,
y canciones que cantar,
no se merece vivir a la sombra,
amarse en silencio,
viajar de polizón.
Este amor escondido
algún día saldrá a la luz del día
y ese día, amor mío...
Todas las mañanas serán tuyas,
te lo prometo y te lo firmo,
confía en mí, amante mía.
Y te llevaré por los caminos
como una bandera al viento.
Pero ahora no... No puedo,
tengo miedo... Y tú sabes por qué.

miércoles, 4 de agosto de 2010

tu primera vez /dimacan


TU PRIMERA VEZ
SE LLEVÓ
MI ÚLTIMA GOTA DE HOMBRÍA

ME VOLVISTE
VITAL
SIN TIEMPO
MAS LIBRE QUE EL DESEO
MENOS ESCLAVO QUE LA PROVIDENCIA

SIN MAS NI MAS
TE QUEDASTE

A HOJEAR MIS DÍAS CON TUS GUIÑOS
A LLENAR MI AGENDA
CON TU BOLÍGRAFO

SIN DARTE CUENTA
PERDISTE EL BOLETO DE VUELTA

Y CUANDO QUISISTE RETORNAR

ME LLEVASTE CONTIGO HACIA EL MAÑANA
ME GUARDASTE EN TU DIARIO

TE QUEDASTE CON EL CAMBIO
DE MI PRIMERA VEZ

TE QUEDASTE
CONMIGO ...

**********************

Dimacan nace en el ombligo de la tierra, el punto más cercano al sol. Desde los albores demuestra cualidades literarias interesantes, dentro de la poesía y el periodismo. Integrante del taller literario "Sacapuntas" en primera instancia articulista de diarios riobambeños, él, es convincente al manifestar que todo ser humano es naturalmente poeta por soñar durante el estado de vigilia y por crear vida con la luz del sol.

. . . Dimacan es el gitano del edén, sus huellas han sido fructíferas, cada texto interminable.

lunes, 5 de julio de 2010

tu vives / pedro salinas

Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.

Me basta así. Ángel González



Un Ángel (González) menos dos alas

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
.................................................entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo, mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
.
(Escucho tu silencio.
....................................Oigo
constelaciones: existes.
....................................Creo en ti.
................................................Eres.
.......................................................Me basta.)

Cerrar los ojos para oír susurros / Juan Alonso




Algo pasa en los estadios
algo dice el diario
algo compran
mientras se oyen nítidas
las gotas con que se deshiela un glaciar
las palas cavando tumbas para niños lejanos
las bombas y gritos del otro lado del mar
las hojas de bosque en las llamas
las palabras que proponen cómo será la humanidad solidaria
Ellos decidieron tapiar sus oídos para sentir el micromundo invisible,
les duele que en un lugar inencontrable un ofidio respire agónico por el hombre
pero les exalta que vuelve aún silenciosa la historia que quedó pendiente

el mundial / silvaa melo

Silvana Melo

Se me ocurre un mundial en serio. Mundial mundial, con patas sucias globales empujando con tres dedos una pelota de lo que sea. Trapo, plástico rajado o bolsita con paloma adentro. Que vuele hasta donde uno quiera o sueñe o alcancen los ojos y el alma.

Sueño con un mundial planetario donde 72 millones de jugadores niños que son pobres, que no van a la escuela, que están apretados contra las fronteras del mundo, armen potreros en todos los rincones de la tierra. En las madrigueras de los traficantes, en los trenes de los proxenetas, en los albañales de los tratantes de personas, en los sótanos de los mercaderes de las armas, en los rascacielos de los dueños de todo, en las billeteras de los señores y señoras de la caridad, en los monocultivos de los terratenientes.

72 millones de pibes africanos, asiáticos, americanos y solos, panzones en su delgadez amarilla, nidos de moscas en su tropicalidad sin agua, enfermos en las calles de la salud para pocos, haciendo corazón de las tripas para comer galletas de barro porque no hay ni lentejas en Haití. Todos pateando la pelota de diarios viejos con noticias de sangre hechos bollo y cabeceada con la ayuda del piojerío saltarín y endémico.

Se me hace que debe ser posible un mundial con 25 pibes que no se mueran diariamente por el hambre en la Argentina y que son una lista de 23 más dos y que le ganen a cualquiera. Una lista de 23 más dos donde la rabona sea posible con huesitos que no se fracturen por falta de calcio.

Donde los gemelos no se desgarren porque la teta materna no tenía nutrientes. Donde el diez no se doble de dolor porque el agua está contaminada o no está y la panza se retuerce por la escherichia coli y los bichos asociados porque la comida si estuvo no fue a la heladera, artículo suntuoso si los hay.

Un mundial sin LCD ni piernas que valen millones ni jugadores potentados llegados de países paupérrimos ni negocios espurios alrededor del más bello juego ni elegidos por privilegio celestial para estar en la cima tan alto sin ver a los condenados masivos por un anatema también celestial.

Imagino potreros sagrados en el Chaco toba y despreciado, en la Formosa cúspide de la pobreza argentina, sueño con pibes de gorrita y faso que se sacudan la penitencia pre-uterina y la punición pre-delictual y echen a volar la paloma del pecho y salgan a hacer milagros por Fiorito. Sin gigantografías que tapen la tragedia ni merchandising de la FIFA ni bongoes de mentira de la Coca Cola.

Quiero una banda de pibes morenos y de los márgenes que aparezcan desde abajo de las tierras y le roben a pelota a Cristiano Ronaldo y a Messi y a Rooney y les pinten la cara a los dueños del mundo con un gol de chilena a las puertas del cielo.

Esos serán los héroes de los tiempos que se devoren a los monstruos ruines de la injusticia. Esos, los que se traigan de los subsuelos del mundo la copa dorada de pan crujiente. Que se multiplicará como en la cesta de los tiempos, para que no falte nunca más. Ni el pan de la copa dorada. Ni la ternura del trapo redondo que los tres dedos sucios y descalzos clavan maravillosamente en el ángulo izquierdo del mundo.

domingo, 4 de julio de 2010

Donde habite el olvido / Luis Cernuda


Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea
mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño
a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

viernes, 18 de junio de 2010

profesión de fe / eduardo galeano


sí, sí, por lastimado y jodido que uno esté, siempre puede uno encontrar contemporáneos en cualquier lugar del tiempo y compatriotas en cualquier lugar del mundo... y cada vez que eso ocurre, y mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir que es algo en la infinita soledad del universo: algo más que una ridícula mota de polvo, algo más que un fugaz momentito.....

martes, 25 de mayo de 2010

las huellas digitales / eduardo galeano


yo nací y crecí bajo las estrellas de la Cruz del Sur.. vaya donde vaya, ellas me persiguen.... bajo la cruz el sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte....

no tengo ningún dios...si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía.... mucho me falta andar... hay lunes a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me incendié...todavía no me sumergí en todos los mares de este mundo,q ue dicen que son siete, ni en todos los ríos del Paraíso, que dicen que son cuatro....

en montevideo, hay un niño que explica: "yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre!...."

poesía Juan Larrea Celayeta



(Bilbao, España, 1895 - Córdoba, Argentina, 1980)



Espinas cuando nieva

En un huerto de Fray Luis


Suéñame suéñame aprisa estrella de tierra

cultivada por mis párpados cógeme por mis asas de sombra

alócame de alas de mármol ardiendo estrella estrella entre mis cenizas



Poder poder al fin hallar bajo mi sonrisa la estatua

de una tarde de sol los gestos a flor de agua

los ojos a flor de invierno



Tú que en la alcoba del viento estás velando

la inocencia de depender de la hermosura volandera

que se traiciona en el ardor con que las hojas se vuelven hacia el pecho mas débil



Tú que asumes luz y abismo al borde esta carne

que cae hasta mis pies como una viveza herida



Tú que en selvas de error andas perdida



Supón que en mi silencio vive una oscura rosa sin salida y sin lucha




Razón



Sucesión de sonidos elocuentes movidos a resplandor, poema

es esto

y esto

y esto

Y esto que llega a mí en calidad de inocencia hoy,

que existe

porque existo

y porque el mundo existe

y porque los tres podemos dejar correctamente de existir


viernes, 21 de mayo de 2010

poesía de Pedro Salinas Serrano



(Madrid, 27 de noviembre 1891 - Boston, 4 de diciembre 1951)



PRESAGIOS



Cuánto rato te he mirado

sin mirarte a ti, en la imagen

exacta e inaccesible

que te traiciona el espejo!

«Bésame», dices. Te beso,

y mientras te beso pienso

en lo fríos que serán

tus labios en el espejo.

«Toda el alma para ti»,

murmuras, pero en el pecho

siento un vacío que sólo

me lo llenará ese alma

que no me das.

El alma que se recata

con disfraz de claridades

en tu forma del espejo.



NO TE DETENGAS NUNCA



No te detengas nunca

cuando quieras buscarme.

Si ves muros de agua,

anchos fosos de aire,

setos de piedra o tiempo,

guardia de voces, pasa.

Te espero con un ser

que no espera a los otros:

en donde yo te espero

sólo tú cabes. Nadie

puede encontrarse

allí conmigo sino

el cuerpo que te lleva,

como un milagro, en vilo.

Intacto, inajenable,

un gran espacio blanco,

azul, en mí, no acepta

más que los vuelos tuyos,

los pasos de tus pies;

no se verán en él

otras huellas jamás.

Si alguna vez me miras

como preso encerrado,

detrás de puertas,

entre cosas ajenas,

piensa en las torres altas,

en las trémulas cimas

del árbol, arraigado.

las almas de las piedras

que abajo están sirviendo

aguardan en la punta

última de la torre.

Y ellos, pájaros, nubes,

no se engañan: dejando

que por abajo pisen

los hombres y los días,

se van arriba,

a la cima del árbol

al tope de la torre,

seguros de que allí,

en las fronteras últimas

de su ser terrenal

es donde se consuman

los amores alegres,

las solitarias citas

de la carne y las alas.





CUANDO TÚ ME ELEGISTE



Cuando tú me elegiste

-el amor eligió-

salí del gran anónimo

de todos, de la nada.

Hasta entonces

nunca era yo más alto

que las sierras del mundo.

Nunca bajé más hondo

de las profundidades

máximas señaladas

en las cartas marinas.

Y mi alegría estaba

triste, como lo están

esos relojes chicos,

sin brazo en que ceñirse

y sin cuerda, parados.

Pero al decirme: “tú”

a mí, sí, a mí, entre todos-,

más alto ya que estrellas

o corales estuve.

Y mi gozo

se echó a rodar, prendido

a tu ser, en tu pulso.

Posesión tú me dabas

de mí, al dárteme tú.

Viví, vivo. ¿Hasta cuándo?

Sé que te volverás

atrás. Cuando te vayas

retornaré a ese sordo

mundo, sin diferencias,

del gramo, de la gota,

en el agua, en el peso.

Uno más seré yo

al tenerte de menos.

Y perderé mi nombre,

mi edad, mis señas, todo

perdido en mí, de mí.

Vuelto al osario inmenso

de los que no se han muerto

y ya no tienen nada

que morirse en la vida.



SIN VOZ, DESNUDA



Sin armas. Ni las dulces

sonrisas, ni las llamas

rápidas de la ira.

Sin armas. Ni las dulces

sonrisas, ni las llamas

rápidas de la ira.

Sin armas. Ni las aguas

de la bondad sin fondo,

ni la perfidia, corvo pico.

Nada. Sin armas. Sola.

Ceñida en tu silencio.

«Sí» y «no», «mañana» y «cuando»

quiebran agudas puntas

de inútiles saetas

en tu silencio liso

sin derrota ni gloria.

¡Cuidado! que te mata

-fría, invencible, eterna-

eso, lo que te guarda,

eso, lo que te salva,

el filo del silencio que tú aguzas.




QUE SE APAGUEN LAS LUMBRES



¡Que se apaguen las lumbres,

que se paren los labios,

que las voces no digan

ya más: «Te quiero» ¡Que

un gran silencio reine,

una quietud redonda,

y se evite el desastre

que unos labios buscándose

traerían a esta suma

de aciertos que es la tierra!

Que apenas la mirada,

lo que hay más inocente

en el cuerpo del hombre,

se quede conservándole

al amor su futuro,

en esa leve estrella

que los ojos albergan

y que por ser tan pura

no puede romper nada.



Tan débil está el mundo

-cendales o cristales-que

hay que moverse en él

como en las ilusiones,

donde un amor se puede

morir si hacemos ruido.

Sólo

una trémula espera,

un respirar secreto,

una fe sin señales,

van a poder salvar

hoy,

la gran fragilidad

de este mundo.



Y la nuestra.

 
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