relación para un amor llamado amanecer / Victor Valera Mora


En la galaxia espiral de Andrómeda existe
un florido planeta donde los ríos no ahogan el mar
Donde fuego y hielo queman las contradicciones
Donde no hay necesidad de regreso
Donde 0 x 0 es más que el infinito
Donde los puntos cardinales son más de 100 millones
Norte y Lia Sur y Símbolo Espliego y Araceli
Miguel y Adriana Orfeo y Atabal Cedro y Valquiria
Misterio y Prodigio Neón y Asfalto Rosa Ercilia y Dionisius
Antonio y Elena mis pobres padres mis pobres Virreyes de Indias
Mi viaje a Europa Este y Adelfa Oeste y Clavicordio
Donde todos viven en éxtasis
Donde nada ni nadie es vil
Donde el sol es anillo y ritual de bodas
Donde somos ráfagas de luz y nos desplazamos en silbos
Un planeta limpio y pulido
Donde los enamorados viven en palacios flotantes
Donde Dios tiene un puesto de revista mal atendido y mata el tiempo hablando del pasado
con Buda y Mahoma y el Vendedor de verduras de la esquina
y la gente ya los conoce y la gente cuando pasa dice
"esos cuatro vagos son panita burda"
Donde el hijo de Dios y los ángeles del desenfado
beben el aire de las avenidas sobre sus motos trepidantes
Donde no hay academias militares ni policías ni cárceles ni monedas
Donde somos sabios
Donde somos buenos
Donde los últimos insidiosos
escaparon por un túnel y cayeron al vacío
Astro paradisíaco amado y defendido
por francotiradores y poetas
Donde la muerte está de capa caída
Donde los hombres son gentiles
Donde las mujeres son ramos de jacintos
de labios y de ojos cambiantes de colores
Un astro moderato cantabile
Donde la noche es vino y alegría hasta el amanecer
Su capital es una ciudad resplandeciente llamada Estefanía
Donde tú tienes señorío
Donde eres reina
Ese planeta es mi corazón errante.

lunes, 7 de marzo de 2011

Carta mínima a mi mujer / ricardo morales


Si me matan, quiero que sepan que he vivido en lucha por la vida y por el hombre. Un mundo de todos para todos. Si me matan, una rosa roja modelo de mi corazón es el amor que te dejo. Si me matan, es igual. No veré el maíz a la orilla de todos los caminos ni el rastro de ternura para los pies descalzos pero sé que vendrá. Si me matan, no importa nuestra causa seguirá viviendo otros la seguirán. El porvenir es brillante. La Aviación, 1971


¡Escucha, yanqui! / julio herrera



Escucha, yanqui:
Tú, que solo amas escuchar
la sinfonía del dinero,
el tableteo de tus metrallas
y la explosión de los pueblos-piñatas
bajo el Gran Garrote de tu ciega ambición;
Escucha, yanqui:
tú, que eres sordo a las cataratas de lágrimas
de los pueblos que subyugas,
y que con tu sed de petróleo ajeno
y de sangre proletaria y planetaria
pretendes ignorar la sed de justicia popular,
debes saber que tu petróleo usurpado
se tornará inflamable en tus cofres insaciables,
en tus bancos y consorcios depredadores y rapaces.
Escucha, yanqui:
tú, que crees que escribir LIBERTAD
con la mano izquierda y sin tu permiso
es violar el derecho humano de escribir,
debes saber que ya los pueblos desengañados
no creen en los perros guardianes de tus tribunas falsimedias
ni confían en los perros pastores de tus púlpitos de Judas,
ni temen a tus jaurías marciales de sicarios y mercenarios.
Escucha, yanqui:
tú, que haces tu siesta ahíto de obreros y labriegos
y que oculto en tus garitos o en tus bosques de arsenales
asedias nuestros arados y surcos fecundos
solo porque son trincheras contra el hambre globalizada
debes saber que de una a otra esquina del planeta
hay obreros y labriegos combativos y coléricos
que armados hasta los dientes de verdades prohibidas
ponen los puntos sobre las íes a tus mezquinos evangelios.
Escucha yanqui,
debes saber que en tu planeta privatizado
crecen silvestres las viudas y los huérfanos,
los jóvenes precoces, los ancianos juveniles,
y las mujeres verticales,
victimas de tu vandalismo y tu rapiña infinita,
que hastiados ya de sufrir tu caridad agiotista
llaman las cosas por su nombre libre
clamando justicia a grito herido,
clamando revancha a grito colectivo.
Es tiempo que sepas, yanqui aleve,
que ya no tendrás treguas de paz,
ni tiempos de victorias impunes,
ni de trincheras inmunes,
que nada podrán tus misiles genocidas
contra las conciencias blindadas de coraje;
¡que ya se acerca la aurora de los pueblos
con despertar de disparos deslumbrantes,
con pólvora de corazones indignados!
Escucha, yanqui:
¡Debes saber que de las tumbas de nuestros héroes
que murieron de tus balas sembradas en la espalda,
retoñan clarines del grito de revancha!
Debes saber que en tus anónimas prisiones tenebrosas
hay reclusos libres de tu "libertad", clarividentes del mañana
que con laboriosas esperanzas y cóleras volcánicas
socavan tus prisiones y pedestales, palpitando sus furias telúricas,
desafiando tus guardianes, tus diluvios de metrallas y misiles!
Escucha, yanqui, tahúr de la mentira y la emboscada:
debes saber que aunque hoy sonrías triunfal
tras tu careta compungida o paternal,
mañana no encontrarás tierra de exilio
para tu vergüenza universal!
Escucha yanqui, es hora de hacer tu mea culpa:
tú te hiciste el juez, el gendarme, el verdugo del mundo,
y mañana el mundo liberado te juzgará y condenará!
En tu terrorista omnipotencia te creíste Dios,
te fingiste el redentor del universo por ti usurpado…
y ya por falso y por artero… ya mereces ser crucificado!

los hipócritas / koldo


Los hipócritas no tienen rostro, apenas la sonrisa
maquillada
con que sumarse al carnaval y simular una apariencia
humana.

Los hipócritas no tienen palabras, únicamente
registros y pretextos con que acallar conciencias y
maquinar coartadas.

Los hipócritas no tienen amigos, como mucho otros
socios de embozos y artificios.

Los hipócritas no tienen sueños, quizás la pesadilla
del espejo
cuando el tiempo se cobre los olvidos.

Los hipócritas no tienen amor, sólo miedo a conocerse
y a que los descubran.

Los hipócritas, que se dicen cristianos, no tienen
Dios, les basta darse golpes en el pecho, invocando su
nombre, en el temor de que alguna vez los oiga.

Los hipócritas no tienen pasado, se conforman con
negar las evidencias y esconder sus páginas en blanco.

Lo único que, en una sociedad como la nuestra tienen
los hipócritas es... futuro.

Pero eso sí, un futuro sin rostro, sin palabras, sin
amigos, sin sueños, sin amor, sin dios, sin pasado...
sin futuro.

(dedicado por la dueña de este blog a diana neppas, mariela y todos aquellos personajes que con cara de mosquitasmuertas quieren llegar al cielo... no saben que a las moscas se las elimina de un periodicaso :)


Sobre Dolores de Cabeza / roque dalton


Es bello ser comunista,
aunque cause muchos dolores de cabeza.

Y es que el dolor de cabeza de los comunistas
es histórico, es decir
que no cede ante las tabletas analgésicas
sino sólo ante la realización del Paraíso en la tierra.
Así es la cosa.

Bajo el capitalismo nos duele la cabeza
y nos arrancan la cabeza.
En la lucha por la Revolución la cabeza es una bomba de retardo.

En la construcción socialista
planificamos el dolor de cabeza
lo cual no lo hace escasear, sino todo lo contrario.
El comunismo será entre otras cosas,
una aspirina del tamaño del sol.

día de la mujer



 
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