Miguel Longarini (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
Es martes y naces como siempre;
Con la voz al viento y tu mirada libre.
Naces con el corazón ardiendo,
con el dolor de los pobres metido hasta los huesos;
Con el pecho inmenso de tanto esfuerzo.
Todo lo que se va a veces regresa,
y cómo no regresar hermano del alma
si quienes te esperan hace tiempo
están despiertos, casi huérfanos,
esperando el día de tu nacimiento.
Mi querido Che comandante:
Hijo, hombre y misterio nuestro.
Qué puedo decirte que no te hayan dicho
Qué puedo cantarte que no te cantaran
Nada es tan limpio como tu mirada y tu espejo.
Es Junio del 2011 y desde argentina te escribo:
Che, te espero - hermano como siempre-
Corazón del sentimiento
por los hermanos vivos
…con mis hermanos muertos.
Es martes y naces como siempre;
Con la voz al viento y tu mirada libre.
Naces con el corazón ardiendo,
con el dolor de los pobres metido hasta los huesos;
Con el pecho inmenso de tanto esfuerzo.
Todo lo que se va a veces regresa,
y cómo no regresar hermano del alma
si quienes te esperan hace tiempo
están despiertos, casi huérfanos,
esperando el día de tu nacimiento.
Mi querido Che comandante:
Hijo, hombre y misterio nuestro.
Qué puedo decirte que no te hayan dicho
Qué puedo cantarte que no te cantaran
Nada es tan limpio como tu mirada y tu espejo.
Es Junio del 2011 y desde argentina te escribo:
Che, te espero - hermano como siempre-
Corazón del sentimiento
por los hermanos vivos
…con mis hermanos muertos.
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