Recuerdas cómo trinan las aves en el parque
Allí vienen los botas negras
marchando sin temor
marcando el paso en una guerra
que llevan en su interior
Radio Kaos
Te veo eres una mujer dura con trapos frágiles
A mí se me cae el cabello
ya no soy el joven que subía a los arboles para espiar
en primavera a las madres de mis amigos
eres una mujer que sabe comer de la mano emblemática
tus muslos ya no son aquel canto preparatoriano
aquella guitarra en desvelo
aquellas primeras gotas de ron
yo ya no soy ese muchacho
que consumía cocaína para mantenerse fuerte y sobrio ante la oscuridad
aquel melenudo con chamarra de cuero y pantalones rotos se perdió en un abismo
se perdió en el recuerdo
éramos la patria
recuerdas que marchamos juntos agarrados de las manos
y ni el salinismo nos separaba?
recuerdas que éramos la izquierda y la luz de una década que pasó sin saber su nombre?
esperamos juntos el año 2000
y juntos esperamos el ovni que nos llevaría a la salvación
y no pasó nada
más que seguir escuchando a los Happy Mondays
y a Chavela con Sabina después de las tres de la mañana
Te recuerdo con tus Doctor Martens morados y yo como mis botas negras marchando sin temor
(Aún conmemoras nuestro himno)
Yo era un niño y tú una verde cavidad en las piedras
Tú eras una niña y yo el río que rozaba con sus aguas gélidas el musgo de las rocas
Un día fumamos marihuana hasta que vimos duendes en los árboles
que adornan el alrededor de la Rectoría de Ciudad Universitaria
reíamos mucho y no sabíamos hacia dónde caminar
y caminamos por el lodo acumulado que había dejado la lluvia
y nos caímos
ahí éramos jóvenes
nuestros dientes no tenían esas manchas
que se forman con los inviernos continuos
Ahora mujer eres dura como el concreto
vistes como cualquier oficinista
yo aún conservo ese hálito de niño
me considero poeta en tiempos de neoliberalismo mediático
Tú eres hermosa como los vestidos de Chanel gris
y yo soy un esclavo de las desgracias humanas
el cenit del silencio
En aquellos tiempos íbamos a Rokotitlan para bailar la danza de las patadas
hoy bailas con tu jefe en el Merengue y trata de emborracharte y tú quieres ser ejecutiva
quieres más poder quieres un Jaguar como el de él
y yo quiero quitarte esas frágiles ropas
quiero otra vez la lluvia y el lodo en nuestros ojos
quiero esperar ese ovni que vendrá por nosotros
quiero cantar con tequila aquella canción del mes de abril
Recuerdas la primera vez que leímos A la izquierda del roble?
quiero de vuelta nuestra alegre juventud con toda y guerra fría
Ahora somos treintagenarios cansados heridos
Vulnerables a cualquier cambio de temperatura
Marcados con la desolación que ha dejado el espíritu frío de la noche
Tenías los caireles libres del viento
Los colores rojos de los cielos frenéticos
Yo era un coloso cuando declamaba el poema XIV en medio de la oscuridad
Que parecía provinciana en las calles de Coyoacán
Teníamos las manos suaves y perfumadas
Las rodillas servían para subir las escaleras
Hoy están deterioradas de hincarse para los cielos caídos
Un día me besaste con los labios negros
Robert Smith tenía los cabellos esponjados
tú los tenías como asteroides que venían a impactar a la tierra
a mi tierra (piel descalza y sin temores)
Por aquellos años vacacioné en tu bosque místico
Eras mi lecho arbolario mi columna de la victoria
Tomábamos de la noche sus áureas luces con tequila y sexo esporádico
Tu sexo se aprisionaba en tu rojo Volkswagen
Los dos estuvimos tantas veces cogiendo en tu auto compacto
Que en él aún huele la explosión de las novas
El escarabajo después de la tormenta caminaba para nuestras casas grises
Ahora mujer dura con cabello artificial
No recuerdas los trinos
Ahora hombre casi calvo y con dientes desnudos y tristes
no recuerdo el plumaje del pasado
pero si recordamos aquellas caminatas nocturnas por el parque hundido
En aquellos días nuestros besos tenían la carne tierna de los labios
hoy nuestros besos saben a salida de emergencia de avión en llamas
Recuerdas lo que nos dijo aquel gorrión sin plumas de ese parque olvidado:
la juventud no vuelve
la juventud no vuelve
Lo tengo bien presente ahora que nos vemos
Las arrugas en el alma
Arturo Sodoma
Allí vienen los botas negras
marchando sin temor
marcando el paso en una guerra
que llevan en su interior
Radio Kaos
Te veo eres una mujer dura con trapos frágiles
A mí se me cae el cabello
ya no soy el joven que subía a los arboles para espiar
en primavera a las madres de mis amigos
eres una mujer que sabe comer de la mano emblemática
tus muslos ya no son aquel canto preparatoriano
aquella guitarra en desvelo
aquellas primeras gotas de ron
yo ya no soy ese muchacho
que consumía cocaína para mantenerse fuerte y sobrio ante la oscuridad
aquel melenudo con chamarra de cuero y pantalones rotos se perdió en un abismo
se perdió en el recuerdo
éramos la patria
recuerdas que marchamos juntos agarrados de las manos
y ni el salinismo nos separaba?
recuerdas que éramos la izquierda y la luz de una década que pasó sin saber su nombre?
esperamos juntos el año 2000
y juntos esperamos el ovni que nos llevaría a la salvación
y no pasó nada
más que seguir escuchando a los Happy Mondays
y a Chavela con Sabina después de las tres de la mañana
Te recuerdo con tus Doctor Martens morados y yo como mis botas negras marchando sin temor
(Aún conmemoras nuestro himno)
Yo era un niño y tú una verde cavidad en las piedras
Tú eras una niña y yo el río que rozaba con sus aguas gélidas el musgo de las rocas
Un día fumamos marihuana hasta que vimos duendes en los árboles
que adornan el alrededor de la Rectoría de Ciudad Universitaria
reíamos mucho y no sabíamos hacia dónde caminar
y caminamos por el lodo acumulado que había dejado la lluvia
y nos caímos
ahí éramos jóvenes
nuestros dientes no tenían esas manchas
que se forman con los inviernos continuos
Ahora mujer eres dura como el concreto
vistes como cualquier oficinista
yo aún conservo ese hálito de niño
me considero poeta en tiempos de neoliberalismo mediático
Tú eres hermosa como los vestidos de Chanel gris
y yo soy un esclavo de las desgracias humanas
el cenit del silencio
En aquellos tiempos íbamos a Rokotitlan para bailar la danza de las patadas
hoy bailas con tu jefe en el Merengue y trata de emborracharte y tú quieres ser ejecutiva
quieres más poder quieres un Jaguar como el de él
y yo quiero quitarte esas frágiles ropas
quiero otra vez la lluvia y el lodo en nuestros ojos
quiero esperar ese ovni que vendrá por nosotros
quiero cantar con tequila aquella canción del mes de abril
Recuerdas la primera vez que leímos A la izquierda del roble?
quiero de vuelta nuestra alegre juventud con toda y guerra fría
Ahora somos treintagenarios cansados heridos
Vulnerables a cualquier cambio de temperatura
Marcados con la desolación que ha dejado el espíritu frío de la noche
Tenías los caireles libres del viento
Los colores rojos de los cielos frenéticos
Yo era un coloso cuando declamaba el poema XIV en medio de la oscuridad
Que parecía provinciana en las calles de Coyoacán
Teníamos las manos suaves y perfumadas
Las rodillas servían para subir las escaleras
Hoy están deterioradas de hincarse para los cielos caídos
Un día me besaste con los labios negros
Robert Smith tenía los cabellos esponjados
tú los tenías como asteroides que venían a impactar a la tierra
a mi tierra (piel descalza y sin temores)
Por aquellos años vacacioné en tu bosque místico
Eras mi lecho arbolario mi columna de la victoria
Tomábamos de la noche sus áureas luces con tequila y sexo esporádico
Tu sexo se aprisionaba en tu rojo Volkswagen
Los dos estuvimos tantas veces cogiendo en tu auto compacto
Que en él aún huele la explosión de las novas
El escarabajo después de la tormenta caminaba para nuestras casas grises
Ahora mujer dura con cabello artificial
No recuerdas los trinos
Ahora hombre casi calvo y con dientes desnudos y tristes
no recuerdo el plumaje del pasado
pero si recordamos aquellas caminatas nocturnas por el parque hundido
En aquellos días nuestros besos tenían la carne tierna de los labios
hoy nuestros besos saben a salida de emergencia de avión en llamas
Recuerdas lo que nos dijo aquel gorrión sin plumas de ese parque olvidado:
la juventud no vuelve
la juventud no vuelve
Lo tengo bien presente ahora que nos vemos
Las arrugas en el alma
Arturo Sodoma
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