Esta Revolución será indómita o será nada. Hervidero de subversiones puntuales en el intervalo de los sístoles y los diástoles. Espejo abisal desembarcado en la realidad. Vuelco cósmico. Ofrenda perturbadora y alucinatoria cargada de renuncias y compromisos.
Revolución fuerza capaz de llevar en sí la única compensación perfecta a las miserias que soportamos.
Cualquier emoción y cualquier espontaneidad revolucionarias serán lucha de la pasión que encuentra su camino… "el destino eterno del hombre", destino nada místico más bien carnal, Revolución que extraerá su torrente de lo dado, de las operaciones humanas más verdaderas. Revolución que a pesar de las decepciones y de los fracasos nos llevará a dar el salto definitorio desde el reino de la necesidad hacia el reino de la libertad.
Es la más audaz de nuestras prerrogativas… esa que miramos fijamente a la altura de los astros. La Revolución que es para la mirada humana tan bella como el cielo que hemos de tomar por asalto. Revolución de aire puro y orgullo de pensamiento. Revolución como tizón que asciende y apresura encuentros. Revolución sol de encrucijada y amor que hunde su proa sideral en el horizonte.
Revolución como murmullo de flores en las temporadas más imprevistas. Revolución insólita llena de criaturas humanas que son ella misma. Revolución que se nos nace a nivel del corazón.
La Revolución remolino y brisa. La Revolución totalidad indivisible a la que nadie puede substraerse ni siquiera aquellos que desconfían de ella porque implica, también, una intervención interior. La Revolución no está fuera de nosotros, posee dirección, sentido, porque es nosotros mismos. La Revolución afirma el sentido de un modo paradójico: posee sentido porque va más allá, fuera de sí para ser permanente o será nada. Crecerá como un árbol, desde abajo, o será nada. Será mundial o será nada y hasta nueva orden todo cuanto signifique amor loco es revolucionario.
También.
La Revolución mantendrá despierto y vivamente solicitado al Amor que es su causalidad y que no puede ser comprendido sino ligándolo a la categoría de militancia objetiva y como forma de manifestación de la necesidad revolucionaria. La Revolución contiene esa sed de vagar al encuentro de todo aquello que mantendrá, para siempre, en comunicación con el amor loco, como si fuéramos llamados a reunirnos para siempre como iguales. No se trata de trances religiosos ni místicos, es en realidad, el Amor que cada vez pide ser descifrado de maneras nuevas y que tiene por objeto hacer que una cosa que no ha sido -pero que ha sido sentida violentamente, como pudiendo y debiendo ser-, se convierta en una cosa posible y que debe pasar, como la Revolución misma.
¿A qué tenéis miedo?
La Revolución que nace no es un engendro de la euforia. La Revolución ha probado que quienes se entregan a ella la disfrutan como un amor que es principalmente un placer ético, también lo es la alegría, el odio y la tristeza. Que suelen ir juntos a muchos lugares. Ante todo interesa que todo podamos aprender a multiplicar cualquier trance amoroso...como trance político de la Revolución..
En el corazón de la Revolución reposa el amor, la poesía, lo maravilloso. La vida no es un fluir lineal predestinado, fluye en estallidos hacia fuera gracias al amor con su erotismo, por eso los modos más elevados de comunicación deben ser acción y reflexión en el pensamiento poético revolucionario. La revolución, el acto de amor y el acto de poesía no son incompatibles. La comprensión de esta premisa complementa toda nuestra táctica y estrategia... mostrar al amor como una ceremonia (un lenguaje) que no se realiza a espaldas de la sociedad y que es una necesidad primordial para una vida que se dignifique en y con la lucha. Lucha en primera y última instancia con amor revolucionario en un mundo en transición hacia un amor revolucionario permanente. El amor es en nuestra definición guerrera, reconocimiento de la Revolución en la persona amada, es la libertad, es ceremonia, purificación y piedra de fundación: el misterio de la persona libre. La poesía se hace en el lecho como el amor. Sus sábanas deshechas son la aurora de las cosas. La poesía se hace en los bosques y en las fábricas, en las escuelas y en los límites.
Debe tener todo el espacio que necesite. Incluido el cielo.
Nada de esto es mucho pedir. Aguardamos la hora en que la humanidad entera, sea por las razones que sea, se decida a dictar la orden para su liberación definitiva, con sus mejores armas y sus causas justas.
Aguardamos sin distracción y con intervenciones.
Aguardamos con paciencia y con urgencia.
Aguardamos enamorados y esperanzados.
Aguardamos en acción y sin desbocarnos.
Aguardamos en la hora prima, tercia,sexta, nona y en maitines también.
Aguardamos la coincidencia, la organización y la movilización.
Aguardamos con un ojo al gato y otro al garabato.
Nada de esto es mucho pedir.