Dominicano libre
Cuando llega el domingo en la mañana
ensillo el portro rucio de más brío,
cojo un gallo, concierto un desafío
y marcho a la gallera más cercana.
Cruzo haciendo disparos la sabana
me detengo en algún que otro bohío
y dando vivas al caudillo mío
me tomo cuatro veces la mañana.
Dos cosas me subyugan: la morena
con quien paso las noches en la plena
y hace que el alma de entusiasmo vibre
y la voz legendaria y palpitante
que responde al ¿Quién vive? interrogante
llena de Fe: ¡Dominicano libre!
Emilio A. Morel
Cuando llega el domingo en la mañana
ensillo el portro rucio de más brío,
cojo un gallo, concierto un desafío
y marcho a la gallera más cercana.
Cruzo haciendo disparos la sabana
me detengo en algún que otro bohío
y dando vivas al caudillo mío
me tomo cuatro veces la mañana.
Dos cosas me subyugan: la morena
con quien paso las noches en la plena
y hace que el alma de entusiasmo vibre
y la voz legendaria y palpitante
que responde al ¿Quién vive? interrogante
llena de Fe: ¡Dominicano libre!
Emilio A. Morel
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