poesía de Manuel Altolaguirre




(Málaga; 29 de junio de 1905 - Burgos; 26 de julio de 1959)




MIS PRISIONES



Sentirse solo en medio de la vida

casi es reinar, pero sentirse solo

en medio del olvido, en el oscuro

campo de un corazón, es estar preso,

sin que siquiera una avecilla trine

para darme noticias de la aurora.



Y el estar preso en varios corazones,

sin alcanzar conciencia de cuál sea

la verdadera cárcel de mi alma,

ser el centro de opuestas voluntades,

si no es morir, es envidiar la muerte.




ERA MI DOLOR TAN ALTO



Era mi dolor tan alto,

que la puerta de la casa

de donde salí llorando

me llegaba a la cintura.



¡Qué pequeños resultaban

los hombres que iban conmigo!

Crecí como una alta llama

de tela blanca y cabellos.



Si derribaran mi frente

los toros bravos saldrían,

luto en desorden, dementes,

contra los cuerpos humanos.



Era mi dolor tan alto,

que miraba al otro mundo

por encima del ocaso.





SEPARACIÓN



Mi soledad llevo dentro,

torre de ciegas ventanas.



Cuando mis brazos extiendo

abro sus puertas de entrada

y doy camino alfombrado

al que quiera visitarla.

Pintó el recuerdo los cuadros

que decoran sus estancias.

Allí mis pasadas dichas

con mi pena de hoy contrastan.



¡Qué juntos los dos estábamos!

¿Quién el cuerpo? ¿Quién el alma?

Nuestra separación última,

¡qué muerte fue tan amarga!



Ahora dentro de mí llevo

mi alta soledad delgada.




MIRADAS



Ojos de puente los míos

por donde pasan las aguas

que van a dar al olvido.

Sobre mi frente de acero

mirando por las barandas

caminan mis pensamientos.



Mi nuca negra es el mar,

donde se pierden los ríos,

y mis sueños son las nubes

por y para las que vivo.



Ojos de puente los míos

por donde pasan las aguas

que van a dar al olvido.



PARA ALCANZAR LA LUZ


Dicen que soy un ángel
y, peldaño a peldaño,
para alcanzar la luz
tengo que usar las piernas.

Cansado de subir, a veces ruedo
(tal vez serán los pliegues de mi túnica),
pero un ángel rodando no es un ángel
si no tiene el honor de llegar al abismo.

Y lo que yo encontré en mi mayor caída
era blando, brillante;
recuerdo su perfume,
su malsano deleite.

Desperté y ahora quiero
encontrar la escalera,
para subir sin alas
poco a poco a mi muerte..

viernes, 21 de mayo de 2010

0 Comments:

 
cheqa - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger