canción urgente por palestina



"Siempre he pensado que las palabras más sencillas
deben ser más que suficientes.
Con decir lo que está pasando
a cualquiera se le tendría que romper el corazón."
Bertolt Brecht.



Mahmud Darwish
Palestina
Nosotros amamos la vida

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella,
bailamos entre dos mártires y erigimos entre ellos un alminar de
violetas o una palmera.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.

Robamos un hilo al gusano de seda para construir nuestro cielo y
concluir este éxodo.
Abrimos la puerta del jardín para que el jazmín salga a las calles
cual hermosa mañana.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.

Allá donde estemos, cultivamos plantas que crecen deprisa y recogemos mártires.
Soplamos en la flauta el color de la lejanía, dibujamos un relincho en
el polvo del camino y escribimos nuestros nombres piedra tras piedra.
¡Oh, relámpago! Ilumina para nosotros la noche, ilumínala un poco.

Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.

Gabriel Impaglione
Argentina
Dicen las piedras

De la tierra viene la piedra por eso la piedra es un arma pura.
La tierra elige el puño que lanza la piedra por eso el puño
que lanza la piedra es un puño puro.

La tierra busca en la piedra y en el puño que tiene la piedra
su futuro de casa abierta y de luz de pan y de puño libre.

La tierra tiene razòn, ella es un caballo enfurecido
cuando vienen a morderle el horizonte.

La tierra y sus caballos van de palmo en palmo por la piedra
y por los puños y con el corazòn en ristre alzan muros
de piedras con alas para defender el alba.
La tierra sabe, tiene memoria, recuerda las cocinas
que alzaban la bandera del dìa desde las ventanas.

Sabe, recuerda los festines del verdugo que arrasando
cocinas desterrò las banderas que eran como una mùsica.

Sabe, recuerda a sus niños, uno a uno, nombre por nombre,
y a las mujeres y a los hombres que la florecìan
de olivos brillantes bajo el crepùsculo.

La tierra tiene memoria, y en cada parto de la piedra
la ofrece como una revelaciòn, le nace alas
le traza una luz en el costado para que lleve el Basta.

Para que grite EstoesNuestro.

Aquì nacimos, aquì estamos muriendo dice cada piedra.
Y dice cada piedra:
tambièn de indolencia, a golpes de segundo mortal
y de silbido homicida estamos muriendo

en manos del fuego màs terrible morimos, y tambièn
bajo la ocupaciòn bestial de la indiferencia
dicen las piedras.

Pero ya todos sabemos que las piedras no mueren.
Son como algunas palabras. No mueren.
Alzan con su vuelo muros de luz para decir vida.


Diana Poblet
Argentina
Tomar la palabra sin pinzas

Gracias también a ustedes que siempre escuchan
con una paciencia triste y delicada.
Edna Pozzi

Desprovista de raso y cubierta de alpatacos
que no se detenga la que habla desde adentro
la que instala panfletos en el alma y supura el grito
que no se detenga.

Que sea Palabra corajuda, lumbre y malón
que no amaine su cultrum de ira callada
sólo el respeto por escudo y ahora libre,
que no se detenga.

Dejarlos al borde del abismo donde habiten buitres
que no puedan los insultos con tus corceles ni breteles
que se fuguen los hipócritas y permanezca la Memoria
que no se detenga.

Templada tu ira, borrón de papel, noche del universo
impotencia estaqueada en la pared de la tráquea
sin abismo ni lágrima, sin alaridos, sólo escribe,
que no se detenga.

Que ningún dios mutile tu grito por aquellos
que ya no pueden ni rezar.


Carlos Drummond de Andrade
Minas Gerais, Brasil - l902-1987
Manos dadas

No seré el poeta de un mundo caduco.
Tampoco cantaré al mundo futuro.
Estoy atado a la vida y oigo a mis compañeros.
Entre ellos, considero la enorme realidad.
El presente es tan grande, no nos separemos.
No nos separemos mucho, vamos de manos dadas.

No seré el cantor de una mujer, de una historia,
no diré los suspiros al anochecer, el paisaje visto desde la ventana,
no distribuiré estupefacientes o cartas de suicida,
no huiré para las islas ni seré raptado por serafines.
El tiempo es mi materia, el tiempo presente, los hombres presentes
la vida presente.
Traducciòn Carlos Sànchez


Muin Basisu
Gaza, Palestina -1927
A un turista

Perdón, señora. Ha venido cuando
Las manos de los poetas han sido cortadas.
¿Qué hay para vender en el Este?
Nosotros hemos vendido a una turista vieja
que ha llegado antes
la tumba de Saladino
y la ciudad de Hittin.
Hemos vendido los jardines de Babel,
las flores y capullos en los mercados del mundo,
hemos vendido los dedos y los anillos.
No nos queda más que las pirámides,
¡y qué pesadas son sus piedras!
La esfinge está herida,
morirá si no abandona esta tierra,
si no se quita de su frente el cuchillo.
Perdón, señora. Hemos vendido el último ataúd,
hemos arrojado al río el último tintero
y hemos degollado al último gallo que cantaba.
No nos queda más que Dios,
que corre cual gacela verde perseguida por
todos los perros de caza
y galopantes mentiras.
Le perseguiremos. Cazaremos a Dios para usted.
Los que vendieron al poeta, señora,
venderán también a Dios


Pablo Mora
Venezuela
Pavores de la Palestina


…que no se detenga.
Templada tu ira, borrón de papel, noche del universo…
Diana Poblet
Y entonces
ya no es sino la paz…
Armando Rojas Guardia

La palabra que no se detenga
Antes sea grito logos despojamiento y explosión
alborada insondable desgarradura epifanía umbral
desafío gozo llamamiento hervor desnudez carnalidad
inacabable rotación complot liberador subversión
compasión expectación incubación conciliación
aguda cómplice sabia comprensiva indetenible
cosmos desplazamiento fulgor revelación

No se detenga
Antes sea correlación soberbia alada
implacable sospecha infinita ingenuidad
huracán jugada prometeica radical
indesignable religación riqueza plenitud
nocturnidad dialogante deidad enamorada
rotación enigma pasional milagro asombro
inescrutable plenitud oscura claridad
tiniebla iluminada desnudez total

Que no se detenga
Antes sea eje solar lucidez de sol
hartura entrega gozo desenfreno
apaciguante intimidad de sombras
aleteo de muchedumbre de luciérnagas
en el sueño del desierto enfurecido
el buitre leonado de la guerra
en los pavores de la Palestina
aullido de Dios sobre el planeta
que no sea sino la paz


Rosina Valcárcel
Perú
Bombardean Palestina
(leyendo a Nélida Martinelli)

Lima, 6 de enero de 2009. Bombardean Palestina mientras un poeta moribundo recuerda el Corán bajo las rocas y un pintor dibuja flores y mujeres Las embajadas de Israel en el mundo están teñidas de sangre de hijas e hijos de Gaza Los juglares callan y los músicos silban sobre un carrusel herido Estamos de luto y vestimos de blanco El mapa y sus grandes ojos azafrán están divididos una vez más Llanto oscuro de las madres extenuadas gimen entre escombros la real agonía de los infantes Su fulgor
y pureza Su luz y coraje Sus manos verdes y rojas Ira e impotencia Desconcierto y Estrellitas en la frente de nuestros niños asesinados. Silencio en Argentina, silencio en Perú, silencio en la tierra. Una ronda se escucha a lo lejos, una voz canta, isla negra resucita, Gaza juega a la escuelita.
(a Nelly Filograsso)


Ibrahim Nasrrallah
Palestina
Extranjeros

¡Qué oscuros son!
¡Qué tontos son!
¡Qué cabreo tienen sus pequeñas y las mujeres!
¡Éstos han venido extranjeros!
Y han vuelto a sus casas extranjeros.
Así, se han sentado a pensar tranquilamente.
Los asientos.
Al atardecer.
Traducción del árabe por: Muhsin Al Ramli. – Fuente Poesìa Àrabe


Ildefonso Finol
Venezuela
Yo soy palestino

No necesito que me mate el ejército israelí para aborrecerlo
Me basta verlo pasearse todo maquillado ante la cámara de CNN para despreciarlo
Yo no necesito nacer en Gaza para saber que las finanzas internacionales son una maldición
Porque yo soy palestino aunque nadie me lo autorice
Tengo mi pasaporte entre el pecho y la rabia que es el amor elevado al despojo insolente del imperialismo
Tengo mi residencia debajo de la penúltima piedra de la intifada más reciente que recogió León Felipe para hacer un poema de verdad
Mi condición de palestino no me la quita nadie
Porque yo desde niño he soñado con danzas jolgorios de manos alzadas al aire
Corderos en llamas de leña perfumada rodeados de abrazos tribales que oran
Leches vegetales mosaicos de verdes de miles de coles aliñadas
Yo soy el jugo de naranja que llueve sobre Palestina
No me hace falta el dios de los judíos ni ningún otro para ser miel de las almendras
Menos para encontrar la verdad debajo del pañuelo crisálida de un alma que respira
Yo soy palestino sin derechos ni prebendas soy solo el deber de resistir
Otros caminan por ver la luz yo palestino me entierro para añorarla
Y otros muy otros tan otros que no son ni ellos
Me buscan en el vientre de mi madre para descuartizar lo que yo he sido
Me matan si he nacido para evitar que pueda ser
Porque yo soy palestino dueño ancestral y amoroso de lo que el odio envidia
Soy perseguido del ogro el señor de los perfumes y las transacciones
Me culpan de estar aquí donde estuvieron siempre los míos
A esos otros tan otros que no son ni ellos
Les ha dado por borrarnos del mapa para establecer el planeta de la dolarfilia
Yo soy palestino sin agua ni dólar ni alimento
Palestino sin noche de amor ni amanecer
Pero seré palestino por siempre lunas estrellas cielos tierra
Aunque los otros que de tan otros ya no humanos
Me nieguen a bombazos un día de sol.
Soy palestino
Y mi ternura ya es daga vengadora de mil entregas
De mil poemas humanidad.


Nélida Martinelli
Buenos Aires - Argentina
Franja de Gaza

La sangre empolvada en los escombros
renace cadáveres.
Los tibios
aún intentan domesticar al diablo
observar sus vidrieras
inventar narcóticos
para imponer el último grito de la moda:
flores de carne hechas con navajas
en manadas jóvenes.
Hoy, diciembre 2008
siguen bombardeando Palestina
alguien herido recita el Corán entre las piedras
su lengua disuelve frutas y cenizas.
La embajada de Israel en Madrid
está sembrada de zapatos
y el mundo gira un carrusel sangriento
salpica ojos divididos
lágrimas grises de las madres
cansadas de gritar entre los túneles
la agonía de los hijos
su amor de banderas verdes
y rojas
clamor de alas e intifadas
en la frente de los niños.
El dios letal
eleva sus copas de fuego
en brindis amargos.
Los mártires muertos enfurecen su muerte
y edifican
la victoria futura.


Pere Bessò
España
Cementerio bajo de la laguna negra

Aquí la sombra del cielo escarba,
es puramente aproximación secundaria del cielo,
calcomanía del cielo,
estrella que estalla en medio de todas las estrellas más
ordinarias.
Los edificios destruidos por los deslumbres sin alas
son más pequeños que yo,
Una estrella obscura para cada residente que duerme
sin el cuidado de ningún ángel.
En el corchete de pastor una trampa de pajarillos cuelga vacío.
Ni se balancea.
La fresca de la noche levanta un aroma de sangre,
picantillo como brotes de la hierba reseca
guardados en bolsa de cuero negra,
Enseguida hiede.
Una obscuridad de silencios
y duelos azules nos han caído encima.
Retomo ausente su vuelo,
El pensamiento retoma el sabor de lo que aún no conozco.
El sendero gris del carro de la peste está enfilado de olivos.
Sus raíces pueden tocar ahora los muertos,
escribió el poeta.
La muerte puede tocar los olivos,
las amortajadas estrellas,
la mortandad misma
a través de sus poros polvorientos de muerte.
Estoy tan cansado que me acostaría aquí,
pero no estoy tan cansado
para que mi último resuello de nueva intifada se detenga.
Un cordero lixiviado blanqueó las losas de Arafat y Darwish.
Gaza es la palabra grabada en aguafuerte
que me engancha a la vida
como un narguile de plata soñoliento.
Para ti el cordero de mis palabras
que no quita el pecado de las bombas del mundo.
Gaza, el sueño del rizo de la calavera
a la puerta del losar de los inocentes
donde mis manos han estado rozándote
como un icono derrocado de la paz.
Pienso en los huesos,
ancas despellejadas viviendo entre nosotros mañana
y respiro, Gaza, el suave perfume
de la gloria de tus mártires.
Y transgredo el sueño dulce de les madres de Gaza,
trenzo las cintas de los sueños de las jóvenes de Gaza
y estiro la piel de estos muertos que no tienen nada que ofrecernos,
ni tan siquiera la última liga al grito de la lujuria
de tus cuerpos quemados.
Nunca habrá bastantes candelabros caídos
Para corregir esto.
Perdidos por perdidos, los aullidos se pierden
en los olivos del otro lado del paso,
que retuercen sus ramas avergonzadas
y se desgarran.


Marita Ragozza
Argentina
Mujer embarazada en Gaza

“ y transgredo el sueño dulce de las madres de Gaza . ..
“ PERE BESSO
En ancestral misterio
de amor y genes
ella gestaba un sueño de primavera,
hondo perfume inicial /
entraña habitada de luz nueva /
clavel en vasija ancha /
semilla raigada /auspicio de canto
en fría noche de guerra
de ciego misil . . . inocentes blancos.


Pablo Marrero
Buenos Aires, Argentina
El niño y el tanque

Un camioncito sin ruedas
un lazo de pañuelos
un cuento de la abuela
un barco de papel
una pelota de trapo
un poema de Mahmud Darwish
una granada de caramelos
una metralla de bolitas
un pan
le arroja el niño palestino al tanque invasor
que agujerea a cañonazos la tierra de Gaza
Y Palestina es un agujero
en la conciencia del mundo


Nazim Hikmet
Turquìa, 1902- 1963
Poesía contra el olvido

No vivas en la tierra
como un inquilino
ni en la naturaleza
al modo de un turista.

Vive en este mundo
cual si fuera la casa de tu padre.

Cree en los granos,
en la tierra, en el mar,
pero ante todo cree en el hombre.

Ama la nube, la máquina y el libro
pero ante todo, ama al hombre.

Siente la tristeza
de la rama que se seca,
del planeta que se extingue,
del animal inválido,
pero siente ante todo la tristeza del hombre.

Que todos los bienes terrestres
te prodiguen la alegría.

Que la sombra y la luz
te prodiguen la alegría.

Que las cuatro estaciones
te prodiguen la alegría.

Pero ante todo, que el hombre
te prodigue la alegría.


Carlos Sànchez
Argentina (reside en Italia)
Vivo en este mundo

De nuevo mis gasas no sirven
a cubrir otras gazas heridas
soy un pésimo enfermero
un Goliat sin otra piedra
que la escarna palabra
que nada puede remediar
en este mundo de dueños mesiánicos.
Miro las batallas de Paolo Uccello
que parecen más humanas
con esos jinetes coloridos
con esos caballos cebados
sin sofisticadas tecnologías.
Nombro la humanidad
sin recurrir al diccionario
en esta clases de lucha
irremediablemente repetitivas.
El poder me ha dejado sin imaginación.
29 diciembre 08.-Folignano


Carlos Carbone
Buenos Aires, Argentina
Franja de Gaza

No asesines a mi hijo
No asesines a mi esposa ni a mi hermano
No asesines a la mujer que vende frutas al costado del camino
No asesines a los jóvenes que aún sueñan en azul
No asesines al carpintero ni al jardinero
No asesines a esos pibes que corren detrás de una pelota
No asesines al caballo que tira del carro
No asesines a mi abuelo ni a los patios
No asesines al pescador ni a la más bella
No asesines a las maestras ni a sus aulas
No asesines los edificios ni al árbol
La humanidad te pide que:
NO ASESINES LA VIDA
Otoniel GuevaraEl SalvadorJuegos de hoy Abro la puerta que abre la calleSobre la calleun hombre avanza un pasopero al siguiente paso deja de ser un hombre:Es un charco de sangre La calle es una morgue envenenada Los niños son gusanos abandonados en tarros de basura ¿A dónde va mi vecinita con el sexo en la mano?¿Qué mar es éste que se agita en las cunas?¿Qué lluvia es
ésta que sube hasta la copa de los árboles? El hambre se comió a todos los perros ¿Qué cielo es este que engendra proyectiles?¿Qué raza esta que se nutre de
penas? Las palabras envueltas en mortajasLos cerros con el pecho en carne vivaLa música hecha circo y piedra negra Disparos Carreras Explosiones y venas chamuscadas Un llanto diminuto flamea inadvertido en una fosa La cama está goteando un cementerio El sol brilla en la tarde como una estrella muerta Yo escribo Escribo escribo escribo Y siempre pierdo Para Norberto Salinas, quien también escribe en medio de la muerte. De: Canción Enferma


César Bisso
Argentina
Voces

Sueño voces
entre aguaceros
de aquellos días.

Viejos heraldos
derrotados
escucho murmurar
tan cerca de mí.

Mi alma siente
ya sin nadie.

Y despierto,
dolorosamente vivo.


Muin Basisu
Gaza, Palestina 1927
Tres muros para la sala de tortura

Al alba

Yo resistiré...
Mientras haya en el muro una página en blanco
y no se derritan los dedos de mi mano.
Aquí, alguien pulsa
un mensaje a través del muro.
Nuestros hilos se han convertido en nuestras venas,
las venas de estos muros.
Toda nuestra sangre se derrama
en las venas de estos muros...
Un mensaje a través del muro:
Ellos han cerrado una celda,
han matado a un prisionero,
han abierto otra celda
y han llevado a un prisionero...

A mediodía

Ellos me han puesto delante el papel,
me han puesto delante el lápiz,
me han puesto en la mano la llave de mi casa.
El papel que han querido manchar
ha dicho: ¡Resiste!
El lápiz cuya frente han querido mancillar en el barro
ha dicho: ¡Resiste!
La llave de la casa ha dicho:
En nombre de cada piedra
de tu humilde casa ¡Resiste!
Un golpe en el muro
es el mensaje de una mano rota
que dice: ¡Resiste!
Y la lluvia cae
golpeando el techo de la sala de tortura.
Cada gota grita: ¡Resiste!

Al ponerse el sol

Nadie está conmigo,
nadie oye la voz de este hombre,
nadie lo ve.
Cada noche, cuando los muros
y las puertas se cierran...
él sale de mis heridas sangrantes
y camina por mi celda.
Soy yo.
Es como yo.
Le veo de niño
y con veinte años.
Es mi único consuelo,
mi único amor.
Es la carta que escribo cada noche
y el sello para el amplio mundo
y el pequeño país.
Esta noche lo he visto
saliendo de mis heridas
sombrío, torturado, triste,
caminando en silencio, sin decir
nada, como si dijera:
No me volverás a ver si confiesas,
si escribes...


Fernando Luis Pérez Poza
Pontevedra. España.
Recetas de miseria
A los madres y niños palestinos

Gira hueca la ciruela verde del mundo
y un galope de acero estalla el infierno.

¿En qué fábrica forjaron
tanto corazón de hielo,
tanto nervio de mármol,
tanta sed de vampiro?

Eran niños de mano abierta
y alma de pájaro en flor
trepados a nubes de luz
y risas de sol amigo,
y ahora sólo son muertos,
carne inocente hecha trizas,
arropada en cunas de metralla.
Y ahora sólo tristeza de pantano hondo,
de tierra abierta y sepulcro,
ceñidos por el frío de su abrazo.

Una madre grita: ¡Ladrones!
porque alguien robó el futuro
y dejó sin vida el horizonte.
El dolor llora luto
en cada esquina del orbe
mientras yo pregunto:
¿Hasta cuando seguirá
en su puesto el loco carnicero
repartiendo recetas de miseria?


María Rosa Mó
Argentina
La madre

No es posible fingir
Las madres cantan
canciones del ayer
cuando se tienen
cuando no
se despide dolor
y se trasmuta
a otra pesadilla.


Carlos Cadenas
Venezuela
Carta a un hombre de Gaza

Querido hermano
Acá llueve de muy noche la noche,
mis palabras no pueden llegar ilesas
por la oscuridad, por los cuerpo, por las balas
o por esos cerrojos de tristeza que hay en mi puerta
Te quiero decir:
si el carruaje inclemente del sol estaciona cerca de tu casa
apaga la paz y enciende un horizonte de ruido y metralla
para siempre, siempre
que es poco de tantos nuncas
Si las mujeres no hacen brasas para descansar al invierno
y la nevada ahoga el vientre de las niñas del campamento de refugiados
Si el olivo niega su cosecha alguna vez y otra vez
y se amargan las aceitunas o se espesa el aceite
Si la mies no da trigo o si el trigo no da pan o si el pan no calma el hambre
o si el hambre se esconde detrás de las cortinas de sal
Si las arenas toman de tus pies los peldaños que hay hasta un volcán
de esos volcanes sin nombre que hay en esas islas sin nombre que esconde
el mapa
ese mapa sin nombre que se dejó abandonar en el olvido
Si los escorpiones mueven sus tenazas para abrazar a tu hijo
o a los hijos de tus hijos
Si el reloj como un toro de sombras
embiste con fuego al minutero
Si Adán no encuentra la senda de retorno
y el paraíso se pierde eternamente
Si los hombres no se chocan con los hombres
y del mar no nacen más dinosaurios ni mariposas
Si todo eso ocurre o no ocurre
a quién interesa
Aún estamos vivos y Gaza existe
pese a la sentencia
pese a la vencida voz de la complicidad
Ernesto Cardenal
Nicaragua
Venganza

Esta será mi venganza:

Que un día llegue a tus manos
el libro de un poeta

Famoso

Y leas estas líneas
que el autor escribió
para ti

Y tú no lo sepas.


Miguel Hernández
España, 1910- 1942
el tren de los heridos

Silencio que naufraga en el silencio
de las bocas cerradas de la noche.
No cesa de callar ni atravesado.
Habla el lenguaje ahogado de los muertos.

Silencio

Abre caminos de algodón profundo,
amordaza las ruedas, los relojes,
detén la voz del mar, de la paloma:
emociona la noche de los sueños.

Silencio

El tren lluvioso de la sangre suelta,
el frágil tren de los que se desangran,
el silencioso, el doloroso, el pálido,
el tren callado de los sufrimientos.

Silencio

Tren de la palidez mortal que asciende:
la palidez reviste las cabezas,
el ¡ay! la voz, el corazón, la tierra,
el corazón de los que malhirieron.

Silencio

Van derramando piernas, brazos, ojos,
van arrojando por el tren pedazos.
Pasan dejando rastros de amargura,
otra vía láctea de estelares miembros.

Silencio

Ronco tren desmayado, enrojecido:
agoniza el carón, suspira el hum,
y maternal la máquina suspira,
avanza como un largo desaliento.

Silencio

Detenerse quisiera bajo un túnel
la larga madre, sollozar tendida.
No hay estaciones donde detenerse
si no es el hospital, si no es el pecho.

Para vivir, con un pedazo basta.
En un rincón de carne cabe un hombre.
Un dedo solo, un trozo sólo de ala
alza el vuelo total de todo un cuerpo.

Silencio.

Detened ese tren agonizante
que nunca acaba de cruzar la noche.
Y se queda descalzo hasta el caballo,
y enarena los cascos y el aliento.
De: El Hombre Acecha (1939)


Victor Damiàn Cuello
Gonzàlez Catàn, Argentina, 1976
Componer un corazón

Es fácil hermano
agarrás el corazón lo partís así
le sacás el juguito
y antes de coserlo
lo rellenás con lo que quieras:
luciérnagas
piedritas
hojas de malva
cualquier cosa
menos tristeza, claro


Fte: la bodega del diablo



domingo, 18 de enero de 2009

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